Por Jaime Azrad
Nina (Portman) es una bailarina en una compañía de ballet en Nueva York. Toda su vida gira en torno a su profesión, buscando constantemente la excelencia y la perfección. A lo largo de su carrera ha admirado a Beth (Ryder), la bailarina principal, que con su retirada le abre camino, pues se le ofrece la posibilidad de interpretar el rol protagonista en la obra 'El Lago de los Cisnes', un papel que requiere de dos personalidades radicalmente opuestas. Por un lado, el cisne blanco, que representa la pureza, la candidez, la inocencia. Algo para lo que Nina parece haber nacido, encajando a la perfección. Pero por otro lado, ha de encarnar también al cisne negro: la seducción, el peligro, la sensualidad. La búsqueda de este doble personaje llevará a Nina por caminos que desafiarán su cordura.
El reto más difícil es conseguir un equilibrio entre el cisne negro y el blanco, encontrarse a uno mismo en cualidades de ambos extremos y controlarlos. El caso de Nina no es la excepción, pues a lo largo de su carrera, el esfuerzo físico ha sido el tema principal, pero encarnar la obra maestra de Tchaikovsky implica un desafío intelectual en el que fácilmente la intérprete puede perderse.
La dualidad entre el bien y el mal es un tema seductor que ha atrapado y obsesionado a muchos directores, El cisne negro se adentra en éste para ofrecernos una revisión apasionada y profunda en la que la cordura se mezcla con la locura, difuminando al máximo la línea que las divide.
Darren Aronofsky (Pi, Réquiem por un sueño), es uno de los directores más originales del cine estadounidense. Con un meticuloso proceso de desarrollo de la temática, guión y fotografía, aunados a un diseño de audio excelente, entrega cada vez un mejor trabajo para gozar desde la butaca. Aronofsky nos presenta una cinta que va de acuerdo al resto de su filmografía, en la que muestra a la protagonista con realismo, pero se ayuda de secuencias oníricas y surrealistas para profundizar en psicología de la misma. Las metáforas visuales están presentes a lo largo de todo el filme, sugiriendo en cada escena sentimientos, pensamientos u obstáculos, algunos de manera muy sutil y otros tan explícitos como las palabras.
Nina (Portman) es una bailarina en una compañía de ballet en Nueva York. Toda su vida gira en torno a su profesión, buscando constantemente la excelencia y la perfección. A lo largo de su carrera ha admirado a Beth (Ryder), la bailarina principal, que con su retirada le abre camino, pues se le ofrece la posibilidad de interpretar el rol protagonista en la obra 'El Lago de los Cisnes', un papel que requiere de dos personalidades radicalmente opuestas. Por un lado, el cisne blanco, que representa la pureza, la candidez, la inocencia. Algo para lo que Nina parece haber nacido, encajando a la perfección. Pero por otro lado, ha de encarnar también al cisne negro: la seducción, el peligro, la sensualidad. La búsqueda de este doble personaje llevará a Nina por caminos que desafiarán su cordura.
El reto más difícil es conseguir un equilibrio entre el cisne negro y el blanco, encontrarse a uno mismo en cualidades de ambos extremos y controlarlos. El caso de Nina no es la excepción, pues a lo largo de su carrera, el esfuerzo físico ha sido el tema principal, pero encarnar la obra maestra de Tchaikovsky implica un desafío intelectual en el que fácilmente la intérprete puede perderse.
La dualidad entre el bien y el mal es un tema seductor que ha atrapado y obsesionado a muchos directores, El cisne negro se adentra en éste para ofrecernos una revisión apasionada y profunda en la que la cordura se mezcla con la locura, difuminando al máximo la línea que las divide.
Darren Aronofsky (Pi, Réquiem por un sueño), es uno de los directores más originales del cine estadounidense. Con un meticuloso proceso de desarrollo de la temática, guión y fotografía, aunados a un diseño de audio excelente, entrega cada vez un mejor trabajo para gozar desde la butaca. Aronofsky nos presenta una cinta que va de acuerdo al resto de su filmografía, en la que muestra a la protagonista con realismo, pero se ayuda de secuencias oníricas y surrealistas para profundizar en psicología de la misma. Las metáforas visuales están presentes a lo largo de todo el filme, sugiriendo en cada escena sentimientos, pensamientos u obstáculos, algunos de manera muy sutil y otros tan explícitos como las palabras.
El vestuario funciona como un lenguaje más, pues el color que cada personaje viste representa el papel que juega dentro de la historia. Todos los reflejos son simbólicos, desde espejos hasta cualquier superficie reflectante, pues en ellos es donde se presenta la parte con la que Nina debe enfrentarse para conseguir dominar el papel del cisne negro.
Con un movimiento de cámara impresionante, que hace al público bailar ballet cual si fuera parte de la película, el director construye, a partir de los elementos comunes del género, un thriller bien estructurado que sugiere entre susurros el duelo psicológico de la protagonista y las consecuencias de éste hacia el final de la historia. Seguimos a Nina a través de su transformación, en un rol que Natalie Portman lleva a cabo perfectamente, segura de sí misma y entregada hasta la última gota, con pasión y entrega pura.
Intérpretes bien dirigidos y altamente motivados construyen una trama que atrapa al espectador. El director de la compañía de ballet, encarnado por Vincent Cassel (La nueva gran estafa), ocasiona grandes paradigmas en Nina, los cuales son rotos por Lily, interpretada por Mila Kunis (That 70’s show) de manera muy convincente y llenando la pantalla no sólo de una fotografía cuidada, estética y simbólica en cada aspecto, sino de personajes completos desde todas las perspectivas.
Pocas historias se quedan en la mente para siempre y aún menor cantidad de escenas quedan atrapadas en la retina de quien las observa, El cisne negro queda grabado con facilidad en cada espectador. Quien presume conocer y apreciar el buen cine no puede, por ningún motivo, perdérsela.
Director: Darren Aronofsky
Reparto: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis
País: Estados Unidos
Año: 2010
Género: Thriller
Duración: 108 mins.
Clasificación: B-15
Fecha de estreno en México: 5 febrero, 2011
Reparto: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis
País: Estados Unidos
Año: 2010
Género: Thriller
Duración: 108 mins.
Clasificación: B-15
Fecha de estreno en México: 5 febrero, 2011
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