Por Julia Elena Melche.
Considerados los mayores exponentes del cine independiente norteamericano, los cineastas de culto Ethan y Joel Coen han demostrado un gusto especial por el thriller que combinan con otros géneros, como reinventándolos a unos y otros. En sus películas de vanguardia posmodernista es evidente la gran influencia del cine negro, donde un fino humor irónico es su principal ingrediente. En su reciente trabajo consiguen revitalizar el western, un género fundamental en la cinematografía estadunidense de los treintas a los cincuentas, pero que actualmente ha perdido interés entre el público.
Los Coen llevan al celuloide el clásico western de manera inmejorable. Retoman la cinta homónima que filmó Henry Hathaway en 1969, protagonizada por John Wayne- ganador del Oscar por su actuación- y basada en una novela de Charles Portis, pero dotándola de su aguda y oscura mirada que da como resultado un relato menos complaciente que el original, con dosis exactas de humor negro y mucho más realista. En la cinta de Hathaway el veterano sheriff Rooster Coghburn, un tipo tuerto y bebedor, aunque implacable, era el motor del filme. Ahora, domina en la pantalla, la jovencita Hailee Steinfeld, una prometedora actriz de 14 años que debutó en cortometrajes y series televisivas. Ella interpreta a Mattie Ross, una adolescente que contrata a Rooster para atrapar al asesino de su padre, un forajido llamado Tom Chaney (Josh Brolin). A la búsqueda se unirá el Ranger de Texas LaBoeuf (Matt Damon), quien desde hace tiempo anda tras Chaney por la muerte de un senador para cobrar una cuantiosa recompensa.
Temple de acero atrapa desde sus primeras secuencias, donde se descubre el sello característico de los cineastas; la noción del espacio y su brillante estilo visual, con una cámara precisa que recrea los planos generales del western clásico. Las planicies de Oklahoma del siglo 19 son el escenario del deseo de justicia de Mattie, pero también de su proceso de madurez. Aunque nunca se aparta de sus principios y su carácter valiente y decidido se impone al de los rudos hombres que la acompañan, irá descubriendo que las cosas en la vida no son tan sencillas como las imaginaba. Como en otras cintas de los Coen, ella es la heroína, vulnerable pero fuerte que se enfrenta al medio hostil, dominado por hombres salvajes donde domina la ley del más fuerte y del más rápido.
La actuación de Steinfeld se encuentra al nivel de un irreconocible Matt Damon, en uno de los mejores papeles de su carrera, y a su vez, del experimentado Jeff Bridges como el sheriff borrachín y barrigón, en otra destacada interpretación similar a la que le mereció el Oscar en 2010 por Loco corazón. En su desarrollo dramático se observan sus aptitudes histriónicas, pero también la mano de unos Coen en el magistral manejo de actores. De nueva cuenta consiguen el retrato sólido de sus habituales personajes, seres obsesivos, desposeídos y hasta perdedores que se conducen por la vida de forma despreocupada, pero no por ello menos interesantes. Luego de El gran Lebowski, Bridges regresa al mundo coeniano en otro papel inolvidable que deambula entre lo heroico y lo patético, aunque al final un ser solidario y conmovedor.
Si bien, el relato se guía por la acción comprimida con detalles cómicos y lúdicos, explota la violencia, disparos y suspenso en el momento justo y entre tipos que no temen a la muerte y se mueven entre la lealtad, la venganza, el desacierto y la adversidad. La fotografía captura el paisaje inhóspito y salvaje en escenas de enorme belleza o bien los inminentes duelos del viejo oeste.
Del thriller de estilo gore, Simplemente sangre, al de la comedia barroca, Educando a Arizona, al de corte gansteril, De paseo a la muerte, al paródico de horror, Barton Fink, al de la comedia de errores, Fargo, al de cine negro, El hombre que nunca estuvo, al de la comedia ácida Un hombre serio, los Coen coquetearon con el western en ¿Dónde estás hermano? y en Sin lugar para los débiles. En esta ocasión logran una obra maestra con la magia del western y la verosimilitud de la ficción moderna en un relato sólido, profundo y emotivo.
Con 10 nominaciones, Temple de acero es sin duda una fuerte candidata para la próxima entrega de los Óscares
Dirección: Ethan y Joel Coen.
Reparto:Jeff Bridges, Hailee Steinfeld, Matt Damon, Josh Brolin y Barry Pepper.
País: Estados Unidos.
Año: 2010.
Género: Western.
Duración: 110 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 4 de febrero de 2011.
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