Por: Fabián Quezada León
Barnabas Collins (Deep) tenía una vida buena,
era hijo único, rico, razonablemente bien parecido y estaba enamorado… pero
¡ay! También le había roto el corazón a la más inadecuada de las mujeres: la
perversa Angelique Bouchard (Green), la cual herida y despechada porque
Barnabas ama a la bella Josette Du Pres (Heathcoate) le lanza una maldición:
mata a sus padres, provoca el suicidio de Josette y a él lo transforma en un
vampiro al que encadena y sepulta con la esperanza de que sea para siempre. Es
increíble lo que puede hacer una mujer despreciada…
Pero, por aquellas cosas del destino, en
pleno 1972 Barnabas es sacado de su siestecilla y regresa a Collinwood, su hogar, para toparse con varios cambios drásticos
en su entorno, la fortuna de su familia ha desaparecido y casi también su familia.
Sólo quedan Elizabeth (Pfeiffer) David (McGrath) Roger (Lee Miller) y Carolyn
(Moretz) acompañados por La Dr. Julia Hoffman (Bonham Carter) y la institutriz Victoria (Heathcoate) ahora
la dueña del condado es nada más y nada menos que Angelique. Pero ahora
Barnabas ha regresado para dar lustre a la gloria familiar y también a arreglar
unas cuantas cuentas pendientes; nunca imagina en el lío en el que se va a
meter.
Tim Burton siempre ha despertado expectación
con sus películas, de hecho en México tiene legiones de admiradores que han
sido capaces de proporcionarle bienvenidas propias de un rockstar, por lo cual, no es raro pensar que esta película va a
hacer que sus fans corran a verla. Ahora bien, es innegable que Burton sabe
manejar perfectamente el tema dark y
lo ha hecho siempre. Dark Shadows se antojaba como una
especie de obviedad para la filmografía Burtoniana. Surgida del recuerdo e
inspiración de una vieja serie de TV Dark
Shadows provee de una clásica ambientación al estilo Burton: elaborados maquillajes,
escenografías góticas y chispas de humor y… sangre. Sin embargo no se puede
decir que sea una de las mejores obras del director, aunque sí es mejor que algunas
de las películas veraniegas que invadirán la cartelera estos meses de vacación.
La cuestión es que para sus fans será un must, para los que no, será una cinta de
Johnny Deep… y si no se buscan demasiadas cosas se puede pasar un rato
divertido, sin más.
Un elenco atractivo, Deep, Pfiffer, Bonham
Carter, Moretz, Green, en una época vintage, nada más y nada menos los 70’s,
en un pueblo nebuloso, frío y rocoso, con música de fondo que va desde
Carpenters hasta Disco… es una combinación exótica y seductora.
Los efectos especiales son buenos, en
especial los que involucran ambientes de poltergeist,
aunque francamente, si hay una escena que decepciona y que involucra a uno de
los moradores de la noche. El maquillaje
es exquisitamente pálido y el vestuario y ambientación son muy buenos.
Burton y su equipo de escritores le pusieron atención
a la construcción de los parlamentos del guión que se deslizan entre el
barroquismo del personaje de Barnabas hasta el lenguaje groovie que usan los habitantes “del futuro”, sin embargo la
consistencia de la trama dramática es discontinua, no se llega a ningún extremo, no se exaspera
ningún elemento; no es definitivamente terror, no es definitivamente romance,
ni es definitivamente comedia.
El personaje del vampiro, que ya se ha
convertido en un lugar común en esta postmodernidad, sólo se salva por la
actuación de Deep, Barnabas como una especie de eslabón perdido entre Nosferatu
y Edward Cullen… fashion pero dark, es pálido, ojeroso, y chupasangre…
pero al menos da las gracias antes de comer.
Director: Tim Burton
Reparto: Johnny
Depp, Michelle Pfeiffer, Helena Bonham Carter, Eva Green, Jackie Earle Haley , Chloë Grace
Moretz, Bella Heathcote
País: Estados Unidos
Año: 2012
Género: Comedia, Horror
Duración: 1 hr. 52 min.
Clasificación: Mayores
de 13: Horror, Violencia, referencias sexuales, uso de droga
Fecha de estreno en
México: 22 de Junio
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