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Cada vez más cerca... La edición del23º Tour de Cine Francés, se llevará a cabo de septiembre a octubre de 2019 en diferentes ciudades de la República Mexicana. Corre a tu Cinépolis favorito en tu ciudad y no te lo pierdas por nada!
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¿Qué tan malo puede
volverse un día? Las mentes creativas detrás de Super cool, Piña express, y La
fiesta de las salchichas se toman muy enserio sexto de primaria en la
escandalosa comedia Chicos Buenos.
Después de ser invitado a su primera fiesta, Max de 12 años
(Jacob Tremblay de La habitación) se encuentra en pánico pues no sabe besar.
Ansioso por obtener consejos, Max y sus mejores amigos Thor (Brady Noon de
Boardwalk Empire de HBO) y Lucas (Keith L. Williams, de Last Man On Earth de
Fox) deciden usar el dron del padre de Max - el cual tiene prohibido tocar -
para espiar a una joven pareja adolescente besándose en la casa de al lado.
Pero cuando las cosas comienzan a salir ridículamente mal, el
dron es destruido. En un intento desesperado por reponerlo antes de que su
padre (Will Forte, The Last Man On Earth) vuelva a casa, el niño decide no ir a
la escuela y comienza una odisea de épicas malas decisiones que involucran
algunas drogas robadas accidentalmente, pintura de una fraternidad, y escapar
de policías y aterradoras adolescentes. (Molly Gordon de El alma de la fiesta y
Midori Francis de Ocean’s 8: las estafadoras)
De los Productores de Point Grey, Seth Rogen y Evan Goldberg,
escritores de Súper cool, Piña express, y La fiesta de las salchichas, y James
Weaver (Buenos vecinos), Chicos buenos, de Universal Pictures y Good Universe,
es escrita por el equipo de Lee Eisenberg y Gene Stuptnisky. (The Office y
Malas enseñanzas). Eisenberg es también productor y Stuptnisky dirige.
Género: Comedia
Director: Gene Stupnitsky
Escritores: Lee Eisenberg & Gene Stupnitsky
Productores:
Lee Eisenberg, Evan Goldberg, Seth Rogen, James Weaver
Productores Ejecutivos: Nathan Kahane, Josh Fagen
Elenco:
Jacob Tremblay, Keith L. Williams, Brady Noon, Molly Gordon, Lil Rel Howery,
Will Forte
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Por Fabián Quezada León
En el siglo XVIIen Lituania, en una apartada aldea en medio de las montañas habita
una pequeña comunidad judía. Ahí vive Hanna (Hani Furstenberg) con su marido Benjamin
(Ishai Golan). Hanna contraviniendo todas las reglas religiosas y morales de su
tiempo y lugar, siempre ha sido una ferviente estudiosa de la Kabbalah, así es
que cuando una inminente invasión amenaza a su pueblo, Hanna decide que
invocará las fórmulas de la creación escondidas en la Torah para dar vida a una
criatura mitológica que debe protegerlos de todo peligro: El Golem.
Lo que nadie le dijo a Hannah es que el Golem podría desarrollar
una fase de ser un ente bastante iracundo y destructor que pondría la vida de
todos en peligro.
Reinterpretando la leyenda… muy
libremente y en caída libre
Doron y Yoav Paz dan una “interpretación libre” a la mítica figura
del Golem, una de las leyendas ancestrales del pueblo judío, cuyos orígenes
parecen situarse en el siglo XVI con un rabino: Judah Loew ben
Bezalel, quien fuera conocido como el Maharal de Praga, y por cuya
acción, se supone, fue creado un Golem para defender a la comunidad y a la
sinagoga.
La figura del Golem tradicional es un antecedente al
autómata, no posee un raciocinio (ni alma) propio y hace sistemáticamente y sin
mesura lo que se le ordena.
Hasta ahí podría caber desarrollar un plot donde el Golem
fuera inconsciente de matar, por ejemplo.
Lo que nunca podría hacer, según la
tradición, es tomar decisiones propias.Y es en este detallepequeñito que
toda la estructura de esta película se va al caño. La cuestión es que en
eso de las adaptaciones libres, perder
los límites siempre termina mal.
Y tú? De dónde saliste, de la
tierra?
Hay
algunos desajustes primordiales en la concepción del personaje central del Golem.
Porque si bien es una creación sin raciocinio, para darle vida lleva inscritas
palabras que al cambiar su significado lo destruyen.
El Golem no es la versión
hebrea de un zombie del infierno y
empujarlo hacia allá es por demás extraño. Pero esto es culpa de la creación de
la historia, del guion, que no acaba de entender a dónde va. Trata de ser todo;
cuento fantástico, drama familiar, relato de tradiciones y leyendas regionales
e historia de terror… y acaba siendo una
ensalada bañada en sangre artificial.
Hay un
terrible enredo en la identidad de los personajes por ejemplo: Hanna es una
bruja? Una mujer demasiado empoderada? Una ferviente creyente? Una heroína? Ninguna
de las anteriores? Nadie lo sabrá nunca.
El
supuesto horror jamás termina por llegar a ningún punto y los traslapes entre
fórmulas cabalísticas y escenas gore buscando el terror fácil acaban por ser
deslucidas y casi dan pena ajena. La narración es lenta y desangelada y las
actuaciones inocuas porque los personajes no se sostienen.
Entre Frankenstein y “polvo eres”…
La
leyenda del Golem es tal vez una de las más antiguas en las que un ser sobrenatural
viene en auxilio de quienes lo invocan, como si fuera un super héroe para
salvarlos. Sin embargo en este twist
el conjuro sale mal porque el Golem es un tanto inestable y con un peculiar
gusto por hacer destrozos con los cuerpos humanos. Pero eso no está explicado
se deja abierto para que el público sabiendo que es una historia de terror se
imagine los motivos diabólicos ocultos.
Los
villanos son los “otros” los gentiles
(que hay que ver lo poco gentiles que son…) encabezados por Vladimir
(Alex Tritenko) que atacan sin
ton ni son y más allá de la furia xenófoba. Simplemente responden a la función
de: Hay que ponermalos en la trama… no tienen una razón plenamente justificada, y sus
diálogos están bastante cerca de “Mataste a mi hija, Ahora tendré que matarte” simplemente
son un resorte para sacar de sus casillas al neonato Golem y hacer que se
desate el infierno…
Cuerpos volando en pedazos, fuego por doquier, violencia en
cámara lenta, y destrucción tipo
carnicería… nada más porque “el público espera una masacre, pagaron por eso… démosela”
y así, el recién creado ser comienza a repartir leña a judíos y cristianos, a
diestra y siniestra, para gastar con eficiencia los litros de sangre artificial
y queroseno que la producción generosamente no economizó en invertir,
reduciéndolo todo a polvo y cenizas.
Tramas paralelas que nunca se
juntan
Paralelamente
a la historia de “terror” tenemos las tramas de la religión y las relaciones maritales
que han sido minadas por una pérdida, al grado de que Hanna teme por la
estabilidad de su matrimonio. Y Benjamin accede a todos los caprichos de su
mujer transgrediendo todos sus cimientos religiosos. Pero ese tema es una
víctima colateral que tampoco verá una respuesta dentro de la duración de la
cinta.
La
relación materno/filial de Hanna y Golem tras de ser planteada deviene en una somera
explicación cercana a: “trastornos que se podrían relacionar a alguna forma de
histeria”. Y desde luego, se impone como un motivo por el cual se tocan superficialmente
los límites del enunciado “hasta dónde debe una madre permitir las travesuras de su vástago antes de hacerlo,
literalmente, polvo?
Conclusiones
En
medio de la deformación de una leyenda El Golem viene a ser una pieza fallida y
estructuralmente vacía (como el cerebro del neonato Golem) al tratar de enfocar
varios temas y darles juego, se cae en un guión flojo, sin suspenso, tensión, ni
sorpresas, con personajes indefinidos y que divagan deseando estar en una cinta
de terror, de drama o de lecciones morales; sobre temas como la xenofobia y la
intolerancia religiosa, el papel de la mujer y los trastornos de personalidad
en el manejo del duelo… y que en cambio van en caída libre a un alud de inexplicables coincidencias, inconexas entre
sí, que intentan justificar el gasto de tiempo en una cinta por demás innecesaria e insulsa, absolutamente
olvidable.