viernes, 26 de julio de 2019

GOLEM: LA LEYENDA (THE GOLEM)



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Por Fabián Quezada León

En el siglo XVII en Lituania, en una apartada aldea en medio de las montañas habita una pequeña comunidad judía. Ahí vive Hanna (Hani Furstenberg) con su marido Benjamin (Ishai Golan). Hanna contraviniendo todas las reglas religiosas y morales de su tiempo y lugar, siempre ha sido una ferviente estudiosa de la Kabbalah, así es que cuando una inminente invasión amenaza a su pueblo, Hanna decide que invocará las fórmulas de la creación escondidas en la Torah para dar vida a una criatura mitológica que debe protegerlos de todo peligro: El Golem.
Lo que nadie le dijo a Hannah es que el Golem podría desarrollar una fase de ser un ente bastante iracundo y destructor que pondría la vida de todos en peligro.

Reinterpretando la leyenda… muy libremente y en caída libre

Doron y Yoav Paz dan una “interpretación libre” a la mítica figura del Golem, una de las leyendas ancestrales del pueblo judío, cuyos orígenes parecen situarse en el siglo XVI con un rabino: Judah Loew ben Bezalel, quien fuera conocido como el Maharal de Praga, y por cuya acción, se supone, fue creado un Golem para defender a la comunidad y a la sinagoga.
La figura del Golem tradicional es un antecedente al autómata, no posee un raciocinio (ni alma) propio y hace sistemáticamente y sin mesura lo que se le ordena.
Hasta ahí podría caber desarrollar un plot donde el Golem fuera inconsciente de matar, por ejemplo. 
Lo que nunca podría hacer, según la tradición, es tomar decisiones propias.  Y es en este detalle pequeñito que toda la estructura de esta película se va al caño. La cuestión es que en eso de las adaptaciones libres, perder los límites siempre termina mal.

Y tú? De dónde saliste, de la tierra?

Hay algunos desajustes primordiales en la concepción del personaje central del Golem. Porque si bien es una creación sin raciocinio, para darle vida lleva inscritas palabras que al cambiar su significado lo destruyen. 

El Golem no es la versión hebrea de un zombie del infierno y empujarlo hacia allá es por demás extraño. Pero esto es culpa de la creación de la historia, del guion, que no acaba de entender a dónde va. Trata de ser todo; cuento fantástico, drama familiar, relato de tradiciones y leyendas regionales e historia de terror…  y acaba siendo una ensalada bañada en sangre artificial.

Hay un terrible enredo en la identidad de los personajes por ejemplo: Hanna es una bruja? Una mujer demasiado empoderada? Una ferviente creyente? Una heroína? Ninguna de las anteriores? Nadie lo sabrá nunca.

El supuesto horror jamás termina por llegar a ningún punto y los traslapes entre fórmulas cabalísticas y escenas gore buscando el terror fácil acaban por ser deslucidas y casi dan pena ajena. La narración es lenta y desangelada y las actuaciones inocuas porque los personajes no se sostienen.

 

Entre Frankenstein y “polvo eres”… 

La leyenda del Golem es tal vez una de las más antiguas en las que un ser sobrenatural viene en auxilio de quienes lo invocan, como si fuera un super héroe para salvarlos. Sin embargo en este twist el conjuro sale mal porque el Golem es un tanto inestable y con un peculiar gusto por hacer destrozos con los cuerpos humanos. Pero eso no está explicado se deja abierto para que el público sabiendo que es una historia de terror se imagine los motivos diabólicos ocultos.

Los villanos son los “otros” los gentiles (que hay que ver lo poco gentiles que son…)  encabezados por Vladimir (Alex Tritenko)  que atacan sin ton ni son y más allá de la furia xenófoba. Simplemente responden a la función de: Hay que poner  malos en la trama…  no tienen una razón plenamente justificada, y sus diálogos están bastante cerca de “Mataste a mi hija, Ahora tendré que matarte” simplemente son un resorte para sacar de sus casillas al neonato Golem y hacer que se desate el infierno… 
Cuerpos volando en pedazos, fuego por doquier, violencia en cámara lenta,  y destrucción tipo carnicería… nada más porque “el público espera una masacre, pagaron por eso… démosela” y así, el recién creado ser comienza a repartir leña a judíos y cristianos, a diestra y siniestra, para gastar con eficiencia los litros de sangre artificial y queroseno que la producción generosamente no economizó en invertir, reduciéndolo todo a polvo y cenizas.  

Tramas paralelas que nunca se juntan

Paralelamente a la historia de “terror” tenemos las tramas de la religión y las relaciones maritales que han sido minadas por una pérdida, al grado de que Hanna teme por la estabilidad de su matrimonio. Y Benjamin accede a todos los caprichos de su mujer transgrediendo todos sus cimientos religiosos. Pero ese tema es una víctima colateral que tampoco verá una respuesta dentro de la duración de la cinta.
La relación materno/filial de Hanna y Golem tras de ser planteada deviene en una somera explicación cercana a: “trastornos que se podrían relacionar a alguna forma de histeria”. Y desde luego, se impone como un motivo por el cual se tocan superficialmente los límites del enunciado “hasta dónde debe una madre permitir las travesuras de su vástago antes de hacerlo, literalmente, polvo?

Conclusiones

En medio de la deformación de una leyenda El Golem viene a ser una pieza fallida y estructuralmente vacía (como el cerebro del neonato Golem) al tratar de enfocar varios temas y darles juego, se cae en un guión flojo, sin suspenso, tensión, ni sorpresas, con personajes indefinidos y que divagan deseando estar en una cinta de terror, de drama o de lecciones morales; sobre temas como la xenofobia y la intolerancia religiosa, el papel de la mujer y los trastornos de personalidad en el manejo del duelo… y que en cambio van en caída libre a un alud de  inexplicables coincidencias, inconexas entre sí, que intentan justificar el gasto de tiempo en  una cinta por demás innecesaria e insulsa, absolutamente olvidable.  

Directores: Doron Paz, Yoav Paz
Hani Furstenberg (Hanna)
Ishai Golan   (Benjamin)
Kirill Cernyakov (Golem niño)
Brynie Furstenberg (Perla)
Lenny Ravitz (Horrovits)
Aleksey Tritenko (Vladimir)
Adi Kvetner   (Jacob)
País: Israel
Año: 2019
Género: terror
Duración: 94 min
Clasificación: B 15
Guion: Ariel Cohen
Director de fotografía: Rotem Yaron
Música: Tal Yardeni
Fecha de estreno en México: 26 de Julio 2019

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