Por: Fabián Quezada León
Son los 30’s y es el Cinturón Amarillo en tierras árabes. Dos líderes hacen un acuerdo sobre esa tierra en la que aparentemente no hay “nada” ni crece nada… Al menos en la superficie. Estos dos personajes representan dos visiones encontradas de ver el mundo, una pomposamente “progresista” y otra “demasiado conservadora” y se encarnan en El emir Nesib (Banderas) y el sultán Amar (Stronc) Al negociar el armisticio sobre esas tierras ambos acuerdan que esa tierra no será de nadie y así se respetará. Como garantía los hijos de Amar deberán permanecer en tierras de Nesib varios años, así que los jóvenes herederos se van a vivir a Hobeika y dejan a su padre en su reino de Salmaah.
Nesib tiene una hija Leyla (Pinto) de la que el joven Auda (Rahim) se va a enamorar. Tras largos años de espera unos exploradores petroleros descubren que las tierras del cinturón amarillo están rellenas de petróleo, y convencen a Nesib de dejarlos explotarlas ello va a traer una ruptura total del tratado de paz y las ambiciones explotarán al compás de cada perforación y del inevitable cambio de los sentimientos, las lealtades y la conveniencia económica.
Jean-Jacques Annaud nos entrega una cinta de alto presupuesto influenciada del sabor hollywoodense al más puro estilo de Lawrence de Arabia (1962) Sin embargo esta dista mucho de ser tan impactante como la predecesora temática.
Y no es que esté mal, es una aventura con una millonaria inversión y actores conocidos, lo que le asegura una circulación en taquilla más o menos honorable. Lo que es flojo es el argumento con situaciones de clishe y casi completamente previsibles aunque a pesar de ello transitan sin problema ante un público no demasiado exigente.
El protagónico principal, Auda (Rahim) al que ya habíamos visto anteriormente en El Profeta (2009) nos vuelve a dar una buena actuación como el príncipe sensible y culto, aparentemente no apto para las funciones de la guerra y que sin embargo acaba sorprendiendo a propios y extraños, al ser un elemento decisivo para la batalla. Auda encarna a esa nueva generación que debe mediar entre lo tradicional y la apertura hacia el progreso y ¿por qué no? Hacia el bienestar económico. Auda deberá poner mucho más que cerebro y capacidad de prever el futuro navegando entre más que las arenas del desierto sobre la lealtad de las numerosas tribus que habitan esas tierras para lograr el acuerdo y sacar a su pueblo del subdesarrollo.
Aman (Strong) nos da un líder con gran sentido del honor y la tradición pero con aferre al pasado. Banderas como Nassib es una extraña mezcla entre un árabe estereotipado y la remisión infalible al “Gato con Botas” además Nassib no acaba de cuajar como personaje, ni es bueno, ni es malo, la exageración y el desencaje de su rol lo hacen más tendiente al rol de un villano fársico.
Mientras que Freida Pinto en su papel de “princesa” de plano pasa sin pena ni gloria, ni aporta, ni sustrae. Simplemente está a merced de lo que el guión la quiera usar.
Ahora bien, la inversión del film si se hace notar en la ambientación y en los cientos de extras una verdadera multitud que lidió con las extremosas condiciones del desierto y con conflictos políticos al momento de la filmación.
Algunos señalan que la adaptación de la obra original, la novela “Al Sur del corazón” De Hans Ruesch, se quedó, como muchas veces, corta ante el libro. Lo cierto es que es que la película si “corre” (aunque a veces demasiado lento) pero al final acaba funcionando, más que fracasar, en su destino de entretener.
Director: Jean-Jacques Annaud
Reparto: Tahar Rahim (Prince Auda) Mark Strong (Sultan Amar) Antonio Banderas (Emir Nesib) Freida Pinto (Princess Leyla) Riz Ahmed (Ali)
País: Francia, Italia, Qatar
Año: 2011
Género: Drama
Duración: 2 Hr 10 min
Clasificación: Mayores de 13. Violencia, breves escenas sexuales
Fecha de estreno en México: 23 De Marzo
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