You
Take for Granted
Mientras
vemos a nuestros viejos conocidos de Wisteria Lane, la voz de Mary Alice Young
comienza diciendo "En unos pocos días una de estas personas habrá muerto”
y para como van las cosas últimamente en el vecindario, no nos extrañaría que
fuera quien menos esperemos…
Como
recordamos, Bree se ha alejado de sus amigas desde hace unas semanas, pero
después de lo que le sucedió con Orson, eso se acabó. Susan, Lynette y Gaby
están felices de poderse reunir de nuevo con ella. Más aún, Bree está feliz de
poder volver a confiar en ellas; así que en menos de lo que esperaba les cuenta
a sus asombradas amigas el resumen de todo lo que sucedió con su “ex”
Al
fin, tanto mal entendido al rededor de la muerte de Alejandro se ha aclarado. Las amigas respiran aliviadas; creen que el asunto ha sido cerrado. Lo que
ignoran por completo es que Orson, furioso ante el desprecio de Bree, ha
enviado un “atento mensaje” al departamento de policía de Fairview que con esta “ayudita” creen que
deben iniciar una investigación en forma (¡mal, Orson!!!)
Karen
no quiere sufrir los estragos de su cáncer que va empeorando, así que pide a
Bree que la ayude a “bien morir”. Cuando Bree se sale por la tangente sobre el
tema de la eutanasia, Karen decide que va a hacerse cargo ella misma
y
se prepara un “pay suicida” que resulta supremamente delicioso, pero gracias a
la oportuna intervención de los médicos de urgencias, Karen puede tener un
“tiempo extra” para pensar las cosas, con Roy a su lado, dándole un beso.
La
fiesta transcurre “normal” hasta que llega el momento de comenzar a hacer fotos
“familiares” que va a tomar la sobrina de Jane para tenerlas de “recuerdo” Ajá…
en todas las fotos donde aparecen Penny y Jane, Lynette se las ingenia para
colarse una… y otra… y otra vez… esto obviamente desemboca en una discusión
entre Jane y Lynette donde la nueva novia de Tom no pierde la oportunidad de
decirle a Lynette que Tom le ha pedido que se vaya a vivir con él. Así es…
Lynette ha sido noqueada.
Una
desconcertada Lynette habla con Tom para aclarar las cosas… ¿Acaso no se
suponía que su separación… era solo un “descansito”? Un momento para darse
“espacio”, para ver si serían felices estando aparte… ¡Ouch!!! Una mala noticia
le espera a Lynette… Tom sí es feliz sin ella.
Jane
llega a disculparse con Lynette por darle la noticia, pero hay mucho que decir…
aunque no logran demasiado pues Jane comienza a ahogarse por tragarse un una
botana de queso. Como madre experta, Lynette le aplica a Jane la maniobra de
Heimlich aunque… no muy afortunadamente… no es porque Lynette quisiera que Jane
muriera atragantada; solo que debió de “pensar en una mejor manera de resucitar
a su oponente”
Durante
el tiempo que pasó Carlos en la rehabilitación, tuvo tiempo de pensar en muchas
cosas; en los hechos de su vida que en realidad le importan. Así que no está
realmente muy “emocionado” de regresar al sistema de vida que tenía antes,
trabajo, juntas, ganancias, etc… Gaby le dice que debe “mover un poco las cosas
en su oficina” pero… sinceramente, Carlos no entiende las palabras de Gaby como
ella quisiera. Así que entusiastamente sigue las indicaciones pero… para dar
dinero a cuanta familia y persona haya sido perjudicada por la manera en la que
esa compañía se ha manejado anteriormente. Gaby pone fin a esta espeluznante
situación por terror de que eso deje en la calle a su propia familia.
Pero
todo lo que ha vivido en fechas recientes ha tocado muy profundamente a Carlos,
que ha decidido hacer algo que de más sentido a su existencia y piensa en dejar
su trabajo de CEO para dedicarse a ser consejero y ayudar a la gente con
problemas. Obvio Gaby cree que se muere al oír la “buena nueva” de su maridito.
La
disputa debe ser detenida hasta mejores momentos cuando se dan cuenta de que
Juanita está en el tejado con un riesgo potencial de caer, mientras busca su mascota. Después de unos minutos de
angustia, Carlos logra rescatar a su hija. El hecho solo viene a hacer más
fuerte el deseo de Carlos de dedicarse a labores altruistas y Gaby siente que
está al borde del colapso, evidentemente.
Susan
se molesta con Mike cuando se da cuenta de que lleva un arma cargada en su
bolsillo. Mike le deja saber que es por prevención, debido al usurero con el
que se mezcló Ben y con el que ha tenido roces nada agradables. Aunque la
policía ha prometido que habrá una patrulla cerca mientras no pase gran cosa,
realmente poco o nada pueden hacer en contra del sujeto.
Para
qué decir que Susan está furiosa de cómo Mike tuvo la ocurrencia de enfrentarse
a semejante fulano y además poner la seguridad de la familia en juego. Pero
gracias a Renee, Susan se da cuenta de que el único pecado de Mike fue el haber
defendido a sus amigos que estaban en problemas. Sentados en el porche de su
casa, Susan le cuenta a Mike cómo y por qué fue que se enamoró de él… Y algo
que la atrajo fue que él nunca se asusta de nada y siempre cuida de todos. Mike
le dice que sí, que alguna vez se sintió indefenso, cuando era niño y su padre
golpeaba a su mamá.
Tal
vez por eso ahora que es un hombre no puede dar la espalda a nadie que esté en
problemas… y en cuanto a temer… sí teme una cosa… le da mucho miedo jamás poder
ser capaz de expresar con claridad cuánto ama a Susan. Ella le dice que si es
por eso, que no tema. Ella lo sabe.
Un
auto negro transita por la calle, el malvado usurero va al volante.
En
un relámpago, Mike empuja a Susan a salvo dentro de la casa cuando descubre el
cañón de un arma apuntándolos.
El
tiempo se detiene mientras vemos toda la felicidad que rodeaba a esta pareja
desde el comienzo de su romance… todo termina cuando la bala llega a su
destino.
Mike
cae, herido de muerte en el pecho. Aterrorizada, Susan trata de detener la
sangre que inunda el piso. Grita desesperada… pero su grito se pierde en el eco
de la calle, que es el único testigo de cómo Susan se aferra al cuerpo sin vida
de su esposo.
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