Por Fabián Quezada León
John Malkovich protagoniza esta obra dirigida por Steve Jacobs que es una adaptación de la premiada novela de J.M. Coetzee's. David Lurie (Malcovich) es un destacado profesor de literatura que tiene una visión liberal del mundo, las pasiones y los sentimientos. Cuando se involucra con una de sus estudiantes, quien además es de otra raza, su acelerado declive y desgracia comienzan. David es degradado públicamente y expulsado de su cátedra. Buscando un alejamiento de Ciudad del Cabo, decide ir a visitar a su hija Lucy quién vive en un apartadísimo lugar en una solitaria granja que comparte con su pareja. La irrupción de David en la vida de Lucy dista mucho de ser la almibarada reunión de padre e hija y es un enfrentamiento de costumbres y maneras de percibir el mundo y la naciente realidad post apartheid. De improviso, un día tres jóvenes negros llegan a la granja de Lucy y con el pretexto de una llamada telefónica agreden y violan a Lucy y prenden fuego a David. Los resultados de este acto y su manera de afrontar el problema van a marcar para siempre la vida de ambos
Imbuida en la esencia directa del libro, es una visión construida sobre muy pocos pero fuertes elementos que reflejan un portentoso drama interno. Los personajes tienen tantas luces y sombras que los hacen demasiado cercanos, lo que inquieta y saca de balance de una manera en la que las grandes obras pueden hacerlo. Malcovich demuestra una vez más que es un portento pero que al mismo tiempo pisa la tierra, su cambio de los primeros minutos al fin de la película es un reflejo del terriblemente arduo viaje que debió transcurrir como personaje.
Imbuida en la esencia directa del libro, es una visión construida sobre muy pocos pero fuertes elementos que reflejan un portentoso drama interno. Los personajes tienen tantas luces y sombras que los hacen demasiado cercanos, lo que inquieta y saca de balance de una manera en la que las grandes obras pueden hacerlo. Malcovich demuestra una vez más que es un portento pero que al mismo tiempo pisa la tierra, su cambio de los primeros minutos al fin de la película es un reflejo del terriblemente arduo viaje que debió transcurrir como personaje.
Cada paso que da es un alejamiento de su comienzo, cada dolorosa frustración se convierte en una herida que va a cambiar definitivamente el final de David su personaje. Como contraparte en este móvil que se balancea dando el exacto peso a cada uno de sus elementos esta Lucy (Haines) la hija de David una mujer aún joven, lesbiana, que vive en un rancho alejado de la mano de Dios. Los enfrentamientos y sobre todo los silencios entre padre e hija se ciñen a la fuerza dramática como un lazo ardiente donde las cosas no dichas son más terribles que las dichas, donde los supuestos solamente forman abismos negros en la incomunicación y las maneras de afrontar un hecho que al fin de cuentas ya no tiene marcha atrás.
Balanceando esta Petrus el extraño personaje encarnado por Ebouaney que representa la permanencia y la fuerza de toda una tradición a la que nuestros ojos occidentales no logran acceder de una manera simple aunque el repita constantemente que “ahora todo va a estar bien” porque en este afán de occidentalizar las soluciones y componer el mundo a nuestra propia manera nos despegamos de las férreas vías donde transitan Lucy y Petrus las soluciones no siempre son las que deseamos o calificamos como óptimas. Lo que complace a unos ojos desagrada a los otros.
En resumen la cinta es un complejo y a la vez lineal universo que desafía a ser interpretado, que con una extrema crudeza casi semejante alas condiciones del agreste sitio donde se enclava el film reta a recorrerlo sabiendo que en el camino se pueden sufrir raspaduras y tropiezos pero que al fin de cuentas la sensación de caminar no está exenta de ellos.
La cinta no solo cuenta la historia de estos personajes sino que toma la misma vida del post apartheid de Sudáfrica y la transforma en una sangre viviente que nutre invade y llena no solo el campo de la granja de Lucy, o las posturas extremistas de reivindicación/desgracia sino las corrientes de odio-opresión-victima-victimario, dándole giros y jugando una vez más con este delicado balance. Aceptar la tierra en la que se vive no siempre es una tarea fácil y el film pone el dedo en la llaga de una manera definitiva y el precio puede ser muy alto. De cada quién dependerá decidir si lo paga.
La cinta no solo cuenta la historia de estos personajes sino que toma la misma vida del post apartheid de Sudáfrica y la transforma en una sangre viviente que nutre invade y llena no solo el campo de la granja de Lucy, o las posturas extremistas de reivindicación/desgracia sino las corrientes de odio-opresión-victima-victimario, dándole giros y jugando una vez más con este delicado balance. Aceptar la tierra en la que se vive no siempre es una tarea fácil y el film pone el dedo en la llaga de una manera definitiva y el precio puede ser muy alto. De cada quién dependerá decidir si lo paga.
Dirección: Steve Jacobs
Reparto: John Malcovich, Jessica Haines, Eriq Ebouaney, Fiona Press,
País: Australia Sudáfrica
Año: 2009
Género: Drama
Duración: 1 hr. 58 min.
Clasificación: Adultos
Fecha de estreno: 14 de Mayo
Reparto: John Malcovich, Jessica Haines, Eriq Ebouaney, Fiona Press,
País: Australia Sudáfrica
Año: 2009
Género: Drama
Duración: 1 hr. 58 min.
Clasificación: Adultos
Fecha de estreno: 14 de Mayo
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