Por Julia Elena Melche.
Es evidente que la mayoría de las recientes cintas de terror
han dejado de provocar un miedo real y en su lugar, tratan de inquietar al
espectador con efectos sonoros y visuales por demás trillados, o bien, caen en
el gore más grotesco, violento y explícito, mediante litros y litros de sangre
y cuerpos apuñalados y descuartizados.
La breve obra de los cineastas franceses
Julien Maury y Alexandre Bustillo se coloca en estos modelos fílmicos, cuya
ópera prima À l’intérieur (En el interior, 07), llamó la atención de los
aficionados al género, donde la violencia extrema, brutal y sanguinolenta era
el principal ingrediente para visionar la historia de una misteriosa mujer que
somete y tortura a otra embarazada, con la intención de llevarse al nonato.
Ahora, regresan con un cuento de hadas gótico sobre vampiros, mostrándose más
contenidos en cuanto a los baños de hemoglobina. Si bien, la historia carece de
consistencia, el mayor mérito es el técnico que da paso a una narrativa
puramente visual, con una estética muy cuidada, gracias a una nítida y
detallista fotografía de claroscuros y a un excelente diseño de producción.
Los
escenarios se convierten en territorios desolados, terroríficos y amenazantes;
una siniestra y antigua casona cerca de un pantano con cuadros de bailarinas de
ballet, objetos raros y unos muñecos de peluche con cabezas de animales
disecados alrededor de una mesa de té, albergan a una anciana esquelética,
postrada en una cama con un coma cerebral, a la que cuidará la novata
adolescente Lucie, quien sustituirá por unos días a la señora Wilson, una
maníaca asesina.
Cuando la chica se entera que la senil mujer tiene un tesoro
de oro y joyas que se encuentra en algún lugar de la propiedad, decide buscarlo
y regresa por la noche a la casa, acompañada por su novio William y su amigo
Ben. Sin embargo, descubrirán que la preciada riqueza de la anciana no es
monetaria, sino algo verdaderamente escalofriante.
No obstante los acertados
climas enrarecidos y deprimentes a lo Darío Argento, la cinta se queda a medio
camino y no resulta lo suficientemente sangrienta para ser repulsiva y dejar sin
respiración, ni lo bastante terrorífica que pretendía ser para provocar
desasosiego. Sin llegar a ser decepcionante, el filme funciona como
entretenimiento y como un acercamiento al cine de terror contemporáneo francés.
Dirección y guion: Alexandre Bustillo y
Julien Maury.
Reparto: Loïc Berthezene, Chloé Coulloud (Lucie), Jérémy Kapone (Ben),
Catherine Jacob (Catherine Wilson), Marie-Claude Pietragalla (Jessel) y
Béatrice Dalle (Anna).
País: Francia.
Año: 2011.
Duración: 92 minutos.
Género: Terror.
Clasificación:
Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 5 de junio de 2014.
HERENCIA MALDITA (LIVIDE) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.
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