viernes, 2 de diciembre de 2011

ANÓNIMO (ANONYMUS)

Por Fabián Quezada León
Todo comienza con un escenario teatral en el que al momento de iniciar la función un hombre plantea que Shakespeare, quien es la gloria de la lengua inglesa, también posee algunos pecadillos…






¿Qué sabemos a profundidad de su vida y su historia personal?… hijo de un fabricante de guantes de Stratford, Will dejó la casa paterna en busca de aventuras y de llegar a Londres a realizar su gran sueño, ser actor… digamos que era un joven disipado y muy ambicioso. Baste decir que se enuncia que William sabía leer, para poder realizar su trabajo en la escena… mas no sabía escribir y menos en ese tipo de rimas ni con ese conocimiento de causa de cómo funcionaba la vida cortesana en su época que caracterizan la obra del poeta inglés.
De ahí hacia adelante, uno pensaría que la película seguiría esa línea: demostrar esa hipótesis. Ir a descubrir que tal vez hemos sido engañados durante muchísimos años y William solamente estuvo en el lugar justo, en el momento propicio y se benefició de ello eternamente….
Rompiendo con la saga de cintas de acción y desastre, el Director Roland Emmerich nos muestra una cinta con pretendido corte histórico para desbaratar (algunos dirían “revalorizar”) la figura del autor inglés.
De esta manera, el aparente objetivo de poner en tela de juicio la autenticidad del talento de Shakespeare, sin duda es innovadora y controversial, pero está visto que a Roland lo que le sale mejor son las películas de desastre… Aquí, el único desastre es la reputación de Will Shakespeare...
El nudo de toda la cinta es la premisa de que Edward de Vere 17° Conde de Oxford (Ifans) quien sin duda poseía todos los conocimientos tanto cortesanos y culturales así como idiomáticos, para lograr la calidad literaria necesaria.
De esta forma, fue Edward quien realizó la obra literaria que se atribuye al nativo de Stratford-upon-Avon, Warwickshire.La justificación a esto es que Edward debido a su origen aristócrata y al periodo de recrudecimiento de la reforma anglicana, se vio imposibilitado de firmar como propio su trabajo y por ello tuvo que buscar un “presta nombres” a fin de seguirse dedicando a su pasión literaria, la cual le complicaría la vida de una manera descomunal al final de cuentas.
Pero vamos a ver, se ha venido manejando por varias fuentes desde hace algunos años que la autoría de Shakespeare de lo que conocemos como su obra (enclavando su historia personal de por medio) no es verídica y a causa de ello se han dividido los estudiosos entre quienes apoyan la teoría y quienes la niegan.
Lo importante de todo este embrollo, como dijimos, es que es la primera vez que este tópico se toma en el cine.
Ahora bien, Emmerich (2012, Día de la independencia y 10,000A.C.) acostumbrado a llevar cintas con acción trepidante de principio a fin se ve desencanchado en una historia que carece de esos elementos y en la que hay infinidad de personajes, tramas y sub tramas que a su vez se desenvuelven en otras… que en el tiempo que dura la cinta no alcanzan a penetrar y a esclarecerse en pro de un objetivo definido con el público, haciendo al final un amalgama de nombres y relaciones que requiere de un nivel de concentración profundo para no perderse.
De esta manera la historia va sucediéndose y llevándose a través del personaje de Edward y de un muy ambicioso/promiscuo/engreído y dipsómano Shakespeare (Spall) que se las ingenia para quedarse con todo y chantajear a su gusto a quien se deje.
Además de la trama relacionada a Will y Edward, contemplamos los últimos días del reinado de Isabel I (Redgrave/Richardson) y las innumerables intrigas palaciegas organizadas por su consejero Cecil y su hijo.
Desde luego, el relato se espesa con las múltiples referencias a las obras de Shakespeare (empeorado por las múltiples licencias literarias, históricas etc) que entrecruzan tal cantidad de datos que tal vez pasarán desapercibidos para el gran público, pero que harán levantar más de una ceja a quienes conozcan literatura inglesa e historia.
Y conste que este contagio de las obras y la “realidad” se ve profusamente armado entre todos los temas que se puedan encontrar en la obra shakespeareana: chantajes, asesinatos, decepciones, incestos, venganzas, odios, traiciones, embriaguez, sexo, hijos perdidos, celos, amores imposibles, duelos, nostalgia, ingratitud, incomprensión, ambición, etc etc pero desafortunadamente mezclados de una manera poco acertada y mayormente deslucida que podría decirse, producen solo una muy fría sensación.
Aunque la historia del guión de repente parece un intrincado pedazo de relaciones, parentescos, linajes e intrigas políticas que no llegan a esclarecerse lo suficiente hay que reconocerle una cosa a la cinta, el manierismo fotográfico con la pintura de la época de los Tudor.
Como ejemplos podríamos citar a algunos de los pintores más famosos del periodo como Hans Holbein el joven, George Gower, Nicholas Hilliard, Sir William Segar o Robert Peake el viejo.
Emmerich que está acostumbrado a presupuestos fuertes aprovecha bien los recursos en el área escenográfica, de vestuario y técnica. La atmósfera fotográfica es cerrada a las tonalidades lúgubres donde la importancia se da al personaje y los elementos del fondo casi desaparecen entre los negros, sepias y grises. Resaltando la blancura de los individuos y lo arrebujado de las vestimentas.
Esto no exime de que a la postre la evidencia en general de la cinta, el balance, es semejante a un extraño potaje en el que el tema principal (¿fue Shakespeare un escritor o un oportunista?) queda diluido entre la tragedia personal de Edward, Elizabeth, Cecil, el conde de Southhampton y los malestares políticos; entonces, el objetivo primero del anónimo, de la puesta en tela de juicio, pierde el pounch y al final… el resultado es el mismo: la obra está…. quien la haya escrito, al igual que el resultado de la película, es lo de menos.

Director: Roland Emmerich
Reparto: Rhys Ifans, Vanessa Redgrave, Sebastian Armesto, Rafe Spall, David Thewlis, Joely Richardson
País: Inglaterra, Alemania
Año: 2011
Género: Drama,
Duración: 2 hr. 10 min.
Clasificación: B15 Violencia y escenas con contenido sexual
Fecha de estreno en México: 2 de Diciembre

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