viernes, 20 de diciembre de 2013

DIANA EL SECRETO DE UNA PRINCESA: UNA MIRADA EMOTIVA A LA MUJER DETRÁS DE LA LEYENDA.

Por Julia Elena Melche.

Diana, princesa de Gales, se prepara para abandonar el lujoso Hotel Ritz en París. Camina por un pasillo y se detiene como deseando regresar a la habitación, en una suerte de presentimiento de la desgracia que la aguardaba y terminaría con su vida de manera prematura. Una multitud de paparazis  permanece en la calle para luego perseguir el Mercedes Benz que luego abordó en compañía de su compañero sentimental, el millonario egipcio Dodi Al-Fayed.

Son las secuencias iniciales de Diana, el secreto de una princesa, un filme que ha levantado polémica entre varios medios británicos que definen la imagen de Diana en pantalla, como “idealizada, romántica y pura, con una luz de santidad”, y consideran que la cinta es “suave y amable” con la protagonista. “Todo huele a Notting Hill mezclado con el castillo de Windsor”, señala el diario The Guardian.

“Un ícono, adorada por millones, la mujer más famosa del mundo que se convirtió en la Princesa del pueblo”, son las frases que aparecen en el avance promocional de la cinta, cuya intención ha sido sin duda, construir un emotivo drama romántico, a manera de homenaje, de una princesa víctima de su fama, asediada siempre por una prensa amarillista, sin límites éticos ni legales para entrometerse en su intimidad y envuelta en un aire de tragedia.

Aunque la película está inspirada en el libro de la escritora británica Kate Snell, “Diana: su último amor”, y el realizador se basó también en los testimonios de amigos y conocidos de la princesa,  siempre surgen dudas y preguntas en torno al manejo de la veracidad de los acontecimientos  y de las dosis de fantasía y de ficción que se agregan a una cinta que aborda la vida de un personaje real, y más si es célebre.

El director, el alemán Oliver Hirschbiegel, y sus guionistas, conjuntan todos los hechos históricos y se aproximan a los últimos dos años en la vida de Diana, marcados por su intenso romance secreto con el cardiocirujano de origen paquistaní Hasnat Khan, al que conoció en 1995 en el  Royal Brompton Hospital de Londres, durante una visita al esposo de una gran amiga. Un pasaje casi desconocido en la existencia de Diana.

Lo primero que destaca de la cinta es la magnífica interpretación de la actriz de King Kong, 21 gramos y nominada al Oscar como Mejor Actriz por Lo imposible, Naomi Watts. No solo presenta un enorme parecido físico a Diana, gracias a su figura espigada y al trabajo de maquillaje, peinado y vestuario, sino que se mete en la piel de Lady Di, al trasmitir el desasosiego anímico que la invade, cuestionando el sentido de su vida, ya separada oficialmente del príncipe Carlos y aislada de la familia Real. Con excepción de la mirada lánguida de Diana, sus gestos, su trato tímido aunque amable siempre y su elegante y pausado caminar semejan a los de la “Princesa de Corazones”.

El director de otros filmes controvertidos como El experimento, ganador de varios premios que abordó el comportamiento violento y agresivo en un ambiente simulado de una prisión, y La caída, también reconocido en festivales de cine, que cuenta los últimos doce días en la vida de Adolfo Hitler desde la perspectiva de su joven secretaria, centra ahora su relato en la vida íntima y sentimental de la protagonista, dejando ver que su único y verdadero amor fue el médico Hasnat Kahn, interpretado por el actor inglés Naveen Andrews, con trabajos en El paciente inglés y en la serie televisiva  estadounidense Lost, y que  Dodi Al-Fayed fue una especie de consuelo, cuando el cardiólogo decidió alejarse de la princesa debido a la insoportable intromisión de los medios de comunicación en sus vidas.

Recientemente, Kahn rompió el silencio, confirmando su romance con Diana durante dos años y que terminó pocos meses antes del terrible accidente automovilístico el 31 de agosto de 1997 en Paris. También afirma que el filme  proyecta una visión falsa sobre la relación de la princesa con su familia, ya que esta siempre la aceptó y aprobaron su idilio.

Con una acertada ambientación de época, la historia evoca a una Diana involucrada con las causas caritativas que se preocupó por los desvalidos. Aparece ayudando a los necesitados y en uno de sus viajes a África en los campos minados. Inspiradora por su generosidad, bondad y espíritu compasivo, influenció varias acciones en contra del uso de las minas antipersonas.

También se recrea la famosa y polémica entrevista que la princesa dio para la cadena  BBC en 1995, donde habló por primera vez de las lesiones que se hizo en brazos y piernas,  de su sufrimiento, de la falta de apoyo por parte de la familia real, de las infidelidades de su marido y de la presencia de Camila Parker en su vida, “En nuestro matrimonio éramos tres”.

Los paparazis, fotógrafos y periodistas son personajes clave en el filme, quienes aparecen como buitres acosando a su blanco de moda en busca de la nota escandalosa. Por tierra, mar y aire, de día y de noche, Diana padece persecuciones  hostigamientos que la enferman y desesperan. No obstante, supo aprovechar el magnetismo de su imagen mediática para favorecer sus proyectos filantrópicos, haciéndose acompañar de cámaras y reporteros en muchas ocasiones.

Lo que muestra el filme es una mujer que deseaba olvidarse de su condición Real, que quería vivir y la dejaran vivir y que sin duda, busco el amor verdadero, que si bien finalmente lo encontró y le fue correspondido, no pudo cristalizarse.

Dirección: Oliver Hirschbiegel.
Reparto: Naomi Watts, Juliet Stevenson, Geraldine James, Naveen Andrews, Cas Anvar y Michael Byrne.
País: Reino Unido.
Año: 2013.
Duración: 113 minutos.
Género: Drama biográfico.
Clasificación: B

Fecha de estreno en México: 20 de diciembre de 2013.

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