domingo, 8 de diciembre de 2013

UNA FAMILIA MUY NUMEROSA (DELIVERY MAN)



Por Fabián Quezada León

David Wosniak  (Vaughn) es un cuarentón que vive entre lo que se llamaría “al día” y su trabajo en la carnicería propiedad de su padre desde luego su vida personal es una colección de  “malas decisiones” entre las que se encuentra el no haber sentado cabeza aunque está saliendo con Emma (Smulders) una atractiva agente policiaca. Al enterarse que ella espera un hijo suyo se le despierta un cierto “reloj biológico” y la curiosidad de “establecerse”
Si, aún para un soltero irredento la idea de tener familia llegado el tiempo parece tener un sentido. Lo que David ignora es que fruto de esas decisiones “poco acertadas” que ha habido en su vida se encuentra uno que realizaba con orgásmica frecuencia… Donar esperma a una clínica de fertilidad.
Como es de esperarse estas inocentes “donaciones” se convirtieron en… hijos. 533 para ser exactos. Ahora 142 de ellos han demandado a la clínica por el derecho de conocer a “starbuck” o séase el alias que usó David en sus cardex de donador, por ello David tiene que enfrentar las consecuencias de su “comercio onanista” cuando estos 142 hijos quieran conocer a su padre biológico.

En lo que podría denominar una “Dude Flick”, Vaughn se nos presenta como este “eterno adolescente” que ha postergado el crecimiento y las responsabilidades un poco más allá de los límites infranqueables que estarían marcados por los 30 años.
No, David sigue siendo un desastre y además está lleno de deudas por lo que sus equivocadas decisiones lo han llevado aún más bajo, ahora para pagar a sus acreedores  está dedicado a la “agroindustria casera”, o más fácilmente, cultiva mariguana en su casa.  
Cuando el abogado de la clínica, a la que él fervientemente acudía para vender su semen, lo busca para darle la noticia de la demanda de sus hasta ahora desconocidos hijos reclaman verlo, David entra en crisis y con su mejor amigo; Bret (Pratt) quien es padre soltero de cuatro y casualmente abogado desertor, deciden hacer frente a la demanda.
Brett entrega a David un sobre con los expedientes de sus 142 hijos y le hace prometer que “nunca los revisará”.
Obvio David lo hace. De esta manera comienza a reencontrarse con las consecuencias de sus “donaciones” Evidentemente va a toparse con 142 vidas de las que él es responsable. Y a los que en un acto de “bondad redentora incomprensible” decide “ayudar”
Sí “Una familia muy numerosa  probablemente no será de las cinco obras maestras de la cinematografía que se salvarían en una catástrofe nuclear, es más, ni siquiera de las mejores cinco comedias del año, pero tiene el tinte que la hacen adecuarse a un género relativamente inexplorado que podría denominarse “Dude flick” y que está muy cercano a las cintas de “Bromance” usada para designar las “relaciones amistosas de amigos que son como hermanos”
Este giro es importante porque nos habla de personajes masculinos que ahora encaran un matiz que era poco usual en los hombres, “feos, fuertes y formales” en que los personajes se consideraban; duras rocas capaces de afrontar un sinfín de sentimientos siempre con cara de piedra y acaso conmoviéndose levemente y cuyos pensamientos jamás se situaban en el terrenos sentimental, pues es bien sabido que los hombres somos más torpes para expresar los sentimientos y no nos sentimos muy confortables hablando de ellos.
Sin embargo David Wosniak al momento que se da cuenta, ya está involucrado con todo eso que significa, sentimentalmente hablando, ser padre; aún cuando en esencia práctica no lo fuera aún. En otras palabras: El protagónico es un sinvergüenza que además tiene sentimientos y del que se puede sacar un buen material como pareja.
Y aunque definitivamente el personaje de Brett tiene las mejores líneas en cuanto a la descripción de lo que “ser padre” es hoy por hoy  (sobre todo cuando vemos que como dice él, la frecuencia de su voz no es registrada por sus hijos)
Es obvio que a la generación de adultos jóvenes la tarea paterna parece más y más compleja, a veces imposible de realizar y que le mete terror ciego al más valiente,  viendo lo que los niños “de hoy” son (una especie de salvajes en miniatura como se les retrata en la película y ante los cuales los padres modernos desfallecen de cansancio para tratar de hacer algo al respecto)
La trama felizmente ubica a David como padre de hijos ya veinteañeros, lo  que le quita el almíbar de “¿cómo no quererlos? si son unos angelitos desvalidos” y nos interna en una problemática más real y sincera: no es ya la ternura hacia el indefenso la que guía, sino la empatía, el deber o la preocupación de ver a jóvenes, que igual que el protagónico mismo, están en proceso de crecimiento y de buscar su lugar en el mundo.
Así, en una rápida sucesión, la cinta nos muestra los encuentros de David con esos jovencitos y el mundo que los rodea.  
Evidentemente se encuentra con varias posibilidades/problemas/situaciones desde el hijo campeón hasta el más desprotegido y sin embargo todos son sus hijos.  En pinceladas rápidas nos los muestra de una manera contundente y sencilla  para irnos llevando a ver a este protagónico enfrentar una situación de comedia de amor paterno y sentimientos masculinos
Independientemente de si satisface Vaughn como “prototipo de protagónico de comedia romántica” (una amiga me decía que si lo hubiera hecho Clooney hubiera sido perfecto), la historia tiene “su ondita” como guión y el contrapunto entre Brett y David ; es un buen tema para verla y pasar un buen rato pensando entre lo que para muchos padres “en proceso” significa  criar hijos y lo que para otros, que no lo son (o no lo saben),  representa esa posibilidad (que de vez en vez ronda en la cabeza) de quienes han tenido affaires de una noche… sobre si eso no acabaría en un embarazo.

Director: Ken Scott
Reparto: Vince Vaughn, Chris Pratt, Cobie Smulders, Andrzej Blumenfeld, Simon Delaney, Bobby Moynihan, Dave Patten, Adam Chanler-Berat, Britt Robertson, Jack Reynor, Amos VanDerPoel, Matthew Daddario, Jessica Williams, Leslie Ann Glossner, Derrick Arthur, Michael Oberholtzer, Sebastien Rene.
País: Estados Unidos
Año: 2013
Género: Comedia, Dude Flick
Duración: 1 hr. 45 min.
Clasificación: Mayores de 13, temática con implicaciones sexuales, referencia a drogas,
Fecha de estreno en México: 6 de Diciembre

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