En el
lejano reino de Arendelle viven dos hermanas: Elsa (Menzel) y Anna (Bell) y aunque el cariño entre ellas siempre ha sido
mucho, se encuentran en “no muy buenos términos” últimamente, una de las
principales razones es que Elsa ha, digamos que “accidentalmente”, congelado
todo el reino y ha huido a refugiarse en un inaccesible castillo donde el
invierno eterno reina. Tras una serie de acontecimientos Anna sale en busca de
su hermana para hacer que revierta el invierno eterno. Claro que en el camino
pasará varias aventuras y conocerá a un rudo habitante de la montaña encargado
de repartir hielo llamado Kristoff (Groff) así como a su reno Sven y a Olaf (Gad)
un inusual hombre de nieve que ama el verano.
Tras de
su exitoso lanzamiento en Estados Unidos en Día de Gracias, llega para adornar
las fiestas esta nueva aventura de Disney que marca una un camino de presentación
de personajes femeninos (princesas) que ya no son solamente unas bellas chicas
en peligro, y que además posee el plus de tener un soundtrack atractivo y una
animación espectacular, sin hablar de un guión bien balanceado y donde el amor
se presenta ya no solamente como la búsqueda del hombre ideal sino que la
protagónica ya tiene otras diversas ocupaciones como deshacer hechizos, decidir
tomar camino y vivir sus propias aventuras, enfrentar condiciones extremas, y
como si fuera poco experimentar en el terreno amoroso.
Claro
que la historia original de Hans Christian Andersen de la cual se desprende etsa
adaptación muy libre, es una magnífica historia. Pero la adaptación no
desmerece para nada los méritos de la original. Y aunque las referencias
existen de una manera muy lejana, aquí el amor no es de una niña a un niño que
fuera raptado por la reina de las nieves, sino un amor que no se había tratado
en el campo Disney: el amor entre hermanos. Ya habíamos tenido amor filial,
amor de amigos, amor por las mascotas y hasta amor por los aliens; aparte del
amor romántico.
Explorar
los límites del amor y el sacrificio siempre ha sido interesante, y ahora los
tenemos en juego todo el tiempo, Anna se aventura a buscar a su hermana no solo
por recuperarla y reconciliarse con ella sino porque también su regreso y
deshacer el hechizo será lo mejor para todo el reino. Su encuentro con Kristoff
no se da en una posición de desventaja de parte de ella y por comienzo se
convierte en su empleadora. Anna todo el tiempo es decidida, competitiva y
preparada para afrontar las situaciones sin ser víctima pero a la vez sin poner
a nadie en peligro.
De
parte de Pixar los elementos técnicos y de juego que incorpora en sus
producciones están perfectamente colocados: tenemos los “cameos” de Rapunzel y
hasta del mismo Mickey (y no es precisamente en el corto Get a Horse que es
magnífico, sino dentro de la misma película. Además de referencias a otras
películas como a “Ralph el destructor”.
La
calidad de la imagen gráfica es impactante, en texturas, iluminaciones y
volatilidad de telas, copos y cabellos, transparencias y distorsiones de la
luz. Editada de una manera limpia y con un soundtrack que seguramente dejará al
menos dos o tres canciones en el archivo de las rolas favoritas de Disney. (“Let
it go” nominada ya al Globo de Oro, así como también la misma película)
En
resumen, una divertida y sensible historia de amor en otros aspectos que el
romántico aunque este es eficaz y divertido, con magníficos números musicales
que entran como mantequilla heroínas asertivas y hasta comic reliefs realmente
simpático. Una inmejorable recomendación para estas Navidades… en espera del
Director:
Chris Buck
Reparto:
(Voces originales en inglés de) Kristen Bell, Idina Menzel, Jonathan Groff, Josh
Gad, Alan Tudyk
Año 2013
Género:
Animación, aventura,
Duración:
1 hr. 48 min
Clasificación:
Toda la familia
Fecha de
estreno en México: 19 de Diciembre
No hay comentarios:
Publicar un comentario