viernes, 10 de enero de 2014

EL LOBO DE WALL STREET: ESPLENDOR Y CAÍDA DEL SUEÑO AMERICANO.

Por Julia Elena Melche.

Leonardo DiCaprio se ha convertido en el nuevo actor fetiche del realizador Martin Scorsese. Luego de trabajar juntos en Pandillas de Nueva York, El aviador, Infiltrados y La isla siniestra, regresan para narrar el auge y caída del polémico corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort, quien sacudió el mundo bursátil de los años noventa, a partir de la novela autobiográfica del propio Belfort.

Desde Wall Street (Stone 87), La hoguera de las vanidades (De Palma, 90), Pi, fe en el caos (Aronofsky, 98), Éxito a cualquier precio (Mamet, ) El informador (Jounger , 00), hasta Margin call (Chandor, 11) y Wall Street, el dinero nunca duerme (Stone, 10), entre otras muchas, el tema de los estafadores financieros, el poder corrosivo del dinero y  la bolsa y sus crisis, han apasionado a grandes cineastas estadunidenses, inspirados en personajes reales, como es el caso de Scorsese, cuya filmografía gira en buena parte en torno a personajes torturados, con culpas  y fuera de la ley que buscan redención.

Con un inmejorable e intenso DiCaprio que trae a la mente al fraudulento y habilidoso jovencito que consiguió millones de dólares haciéndose pasar por piloto de una empresa aérea, por médico y por abogado en Atrápame si puedes (Spielberg, 02), El lobo de Wall Street  es la excelente crónica de un brillante y astuto traficante de acciones que llega a Wall Street a los 22 años, monta su propia empresa en un taller de autos abandonado para estafar a inversionistas  ingenuos, llegando a ganar hasta 22 millones de dólares en 3 horas.

Convertido en una celebridad, gastaba 26 mil en una cena y casi un millón con prostitutas. Dueño de ostentosas mansiones y autos, vacacionaba a bordo de su lujoso yate en el mar Mediterráneo con un hidroavión y helicóptero a bordo. Tenía tanto dinero que no sabía qué hacer con él. Sin duda aprendió muy bien la lección de su guía  sin escrúpulos Hanna (Matthew McConaughey), quien lo introdujo al mundo de Wall Street; “El juego consiste en pasar el dinero de tu cliente a tu bolsillo”.

Scorsese elabora un apasionante filme sobre la ilusión y realización del “Sueño americano”, pero también de su desmoronamiento cuando la ambición y codicia sin límites son sus principales ingredientes hasta llegar a una imparable espiral de drogas, alcohol y sexo que al final cobrará su factura.

Jordan Belfor es engreído, arrogante y fanfarrón, pero gracias a su atractiva personalidad que desborda carisma, seducción y un elocuente espíritu emprendedor, consigue todo lo que quiere y roba y manipula a todo mundo.  No solo es un gánster financiero, sino un monstruo de apetito desenfrenado por las drogas, el lujo y las mujeres hermosas, a las que ve solamente como objetos de placer que pueden ser desechados y reemplazados.

En sus 3 horas de duración, El lobo de Wall Street presenta muchos momentos humorísticos; el protagonista derrocha inteligencia, chispa y un sentido del humor despiadado. Pero en esencia es el drama de un tipo que poco a poco camina hacia su perdición; su estilo de vida desenfrenado lo arrastró a su inminente caída. Con un ritmo trepidante y espléndidas actuaciones, la cinta es sin duda una muestra más de la gran capacidad narrativa y para dirigir actores del realizador  de Casino y Buenos muchachos.

Dirección: Martin Scorsese.
Guion: Terence Winter, basado en la novela autobiográfica de Jordan Belfort.
Reparto: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Matthew McConaughey, Kyle Chandler, Jean Dujardin, Margot Robbie y Jon Favreau.
País: Estados Unidos.
Año: 2013.
Género: drama biográfico.
Duración: 180 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.

Fecha de estreno en México: 10 de enero de 2014.

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