domingo, 28 de febrero de 2016

DIOSES DE EGIPTO (GODS OF EGYPT)





Por: Fabián Quezada León

Bek (Thwaites) es un ladrón tipo Aladino; escurridizo y con suerte. Tiene una noviecita llamada Zaya (Eaton) y por circunstancias del destino se ve envuelto en una terrible circunstancia que lo lleva a hacer un trato/chantaje con el dios Horus (Coster-Waldau) para ayudarlo a enfrentar a su malvado tío, el dios Set (Butler) quien lo ha destronado ha matado a su padre y de paso lo ha dejado ciego.
Horus y su fiel escudero humano deberán de pasar toda una serie de pruebas y peligros para reconquistar el poder y obtener la salvación y el amor.  

Alex Proyas nos trae una irredenta versión de una trama mitológica egipcia donde sin recato, se traduce y coloniza a todo el panteón egipcio con prototipos anglosajones. Certificando aquello de que la versión Hollywoodesca de la historia se formuló para transformar en wasp al resto del mundo: sean egipcios, griegos, árabes, africanos, o aborígenes australianos, o indígenas americanos, Hollywood los ve a todos como salidos de un molde de galletitas californianas.

Después de la ya bastante discutida (cierta o no) postura de la academia por favorecer la “poca diversidad” “Dioses de Egipto” viene a aparecer como un recordatorio casi irónico de los dedos flamígeros que señalan el asunto.

La película se sustenta en la profusión de efectos especiales y en la presencia de figuras como Butler  (quien parece el mismo Leonidas de 300 con más ropa) y Coster-Waldau (dejando por momentos “Juego de Tronos”), junto con unos menos visibles Geoffrey Rush que vive en una especie de nave espacial extra planetaria y Rufus Sewell quien es nada más y nada menos que el arquitecto de la constructora que trabaja para los dioses.

El resto de la historia divaga entre un homenaje fallido a la ochentera “Furia de titanes” de Desmond Davis y las viejas películas de “Simbad”. (1958, 1977)


En pantalla la combinación entre humanos y dioses es por demás inquietante visualmente, debido a que los dioses desde luego son “más altos” que los mortales, así que cuando Horus y su fiel escudero Bek comparten la acción es un inquietante dèjá vu de “Tierra de gigantes”.

La trama va de un punto a otro aferrándose a que “todo se vale porque es una épica de ciencia ficción” pero en realidad los personajes no poseen nada dentro, son absolutamente unidimensionales: corren, brincan, saltan y no nos importa un pepino quien sobrevive; el guión tiene grandes fallas para justificar su desarrollo y uno de sus pocos aciertos es no tomarse en serio a sí mismo e introducir varios gags cómicos en la trama; pero eso no tiene la fuerza y la intención primigenia como para servir para definir la película;  y el tener un vestuario excéntrico y saturar con efectos especiales no garantiza un éxito en taquilla por más que la encabecen Leonidas (Butler) y Jaime Lannister (Coster-Waldau)
Lo más desconcertante de todo es ese saborcito que queda de que se podría tratar de que estos dioses, aún con todo esto encima,  lleguen a pensar  en  recetarnos una secuela…

Director: Alex Proyas
Reparto: Gerard Butler, Nikolaj Coster-Waldau, Brenton Thwaites, Geoffrey Rush, Chadwick Boseman, Elodie Yung, Courtney Eaton
País: Estados Unidos, Australia
Año: 2016
Género: Aventuras, épico, ciencia ficción
Duración: 2hr 7 min
Clasificación: Mayores de 13 años
Fecha de estreno en México: 26 de Febrero

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