lunes, 15 de febrero de 2016

DEADPOOL (DEADPOOL)







Por Fabián Quezada León

Una historia de un superhéroe, absolutamente irreverente, brutalmente violenta y morbosamente divertidísima. Que catapultará sin duda la figura de Deadpool para ser un Must en el mundo de los comics.
Para los que desconozcan la historia del nacimiento de Deadpool es como la de muchos super héroes: un ex soldado de las fuerzas especiales llamado Wade Wilson (Reynolds) que ahora se dedica a ser “ese tipo malo que mata a los mas malos”… y quien además posee una de las lenguas más “políticamente incorrectas” en todo el universo Marvel. 

Desfachatado y con un carácter “especial” Wade encuentra a su media naranja, Vanessa (Bacarin) y justo cuando la vida no puede ser más divertida, Wade descubre que tiene los días contados. Pero como en toda buena historia de “transformación heróica” existe un poderoso y potente remedio para su mal… que va a traerle consecuencias inesperadas y del cual nace “Deadpool” oh sí, la incorrección tiene un nuevo nombre…

Para todo aquel que esté cansado de la educada corrección de los super héroes de siempre y que además goce del humor ácido y las guarradas tipo violencia desatada,  Deadpool va a ser una delicia; es el platillo a la carte para cualquier amante del género del comic, hay acción imparable a raudales, violencia, sangre, juegos de palabras que involucran bromas sexuales, desnudos, sexo, irreverencia exultante, y traje de superhéroe ¿qué más se puede pedir?

Para tener una idea, la historia dirigida por el debutante Tim Miller y producida por el mismísimo Reynolds es escrita por Rhett Reese, Paul Wernick quien anteriormente nos habían entregado Zombielandand y G.I. Joe: Retaliation así que ya podemos tener una idea de por dónde irá la trama.
El arribo de Deadpool a las pantallas no había encontrado su momento preciso por ese “charm” específico de encarnar a un héroe que prácticamente es un antihéroe, o quizá sería cosa del destino, que esperaba que se reuniera este equipo para darnos esta aproximación verdaderamente cercana al carácter del personaje, que entre sus gracias posee la bonita costumbre de dirigirse al público, lo que lo convierte en una especie de “enfant terrible” del mundo del comic dada su afición a derribar la sagrada “4 pared”.

La cinta en sí es un agasajo desde su primera escena, cuando a la par de una congelada situación aparecen los créditos en los que ya se dan pistas del humor duro y a la cabeza que se manejará en la trama. (calzón chino incluido)
Pero como podríamos esperar, las formas se hicieron para romperse… y este tampoco es el principio “principio” así que nos vamos a un flash back para (vamos a pensar) “contextualizarnos” para luego regresar y “adelantar lo que ya vimos” así que la narrativa, independientemente del lenguaje, desde el inicio es jolgorio puro.

De esta manera sin previo aviso se nos lleva al pasado donde las actividades nada “ortodoxas/mercenarias” de Wade tienen como “centro de negocios” una especie de antro de mala muerte denominado “Sister Margaret's Home for Wayward Girls” y desde ahí Wade va “pescando” trabajitos de forma tal que en este “no muy respetable” ambiente laboral conoce a su “chica” quien resulta tan hábil con las palabras (y otras cosas) como él especialmente en la entusiasta manera que tienen para “celebrar las fiestas de guardar”.

El resto es historia hasta que Wade es vilmente  sometido por el perverso Ajax (Skrein) (sí, ya sabemos en qué pensaste…) pero todas estas sádicas maneras al fin de cuentas acabarán sirviendo al proveer a Wade de tal fuerza concentrada de odio que paradójicamente le dará una nueva vida y nuevas ocupaciones comenzando por su entendible sed de venganza la cual, sobra decir va a “morir” por realizar en una manera en la que dejaría a los dioses del Olimpo griego como meros principiantes. Y lo mejor de todo es que el público se regocija con eso.

Es innegable que el cariz de comedia que Reynolds aporta y que ya habíamos visto en otras de sus películas, hace que el personaje de Deadpool seduzca de una manera divertidamente guarra, pero muy efectiva (por su apariencia antes de ser transformado y luego por su lengua viperina y sus habilidades para, digámoslo así, salirse con la suya) de esta forma, entre un conflicto y el otro, entre un destripado y otro Deadpool hace que se nos pique el morbo y se nos encienda la risa… y que una intoxicante especie de placer culpable por ese apetito por la violencia nos asalte. Mientras Deadpool de manera completamente irrespetuosa y sin la menor pena, no deja piedra sobre piedra; nada parece inmune y a salvo de esta socarrona masacre, desde escatológicos temas de la vida diaria hasta el universo  Marvel y sus superhéroes (y compañeros?)… nadie se salva (ni el mismo Reynolds).

Al ritmo de Wham! Y con referencias continuas a la cultura pop, Deadpool lanza guiños descocados a cualquier otro protagónico de comic que se crea irreverente, desde Kick Ass hasta Linterna verde y prácticamente les hace bullying, es cínico, violento,  tiene humor adolescente, es rápido, malcriado, sexualmente inquieto, tiene un traje rojo para disimular la sangre, es inmortal y … y le importa un pepino ser superhéroe! ¿qué puede haber más cool que eso?.

Director: Tim Miller
Reparto: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Ed Skrein, T.J. Miller, Gina Carano, Leslie Uggams, Brianna Hildebrand, Karan Soni, Jed Rees, Stefan Kapicic, Randal Reeder, Isaac C. Singleton Jr.
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Comic, Acción, Aventura, Comedia
Duración: 1 hr. 48 min
Clasificación: Mayores de 15 violencia, lenguaje soez, Desnudos, “NO ES UNA PELICULA PARA MENORES DE 15 AÑOS. CONTIENE VIOLENCIA EXPLICITA”
Estreno en México: 12 de Febrero 2016

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