Cronista de la América contemporánea, el veterano
documentalista Frederick Wiseman presenta un filme con su estilo observacional,
a manera de cine en directo.
El famoso barrio multiétnico de Queens sirve de escenario
para una auténtica sinfonía urbana en la que confluyen múltiples voces y
culturas.
Jackson Heights (Queens, Nueva York) es uno de los barrios
con mayor diversidad étnica y cultural del mundo, en el que se hablan 167
idiomas y conviven personas de decenas de países y culturas. Quienes ahí viven,
en su diversidad cultural, racial y étnica, representan la nueva ola de
inmigrantes a los Estados Unidos, como se muestra en la nueva película de
Frederick Wiseman, En Jackson Heights (2015), un documental que explora en el
conflicto que existe entre mantener los lazos con las tradiciones y adaptarse a los valores americanos.
El tema del filme es la vida cotidiana de las personas en
Jackson Heights: sus empresas, sus centros comunitarios, sus religiones,
políticas culturales y sociales. La vida diaria de los individuos que conforman
este vecindario y sus problemas, la mayor parte de ellos derivados de la
creciente gentrificación que vive la ciudad de Nueva York.
Wiseman, realizador bostoniano de 86 años de edad, es uno de
los documentalistas más importantes de la historia del cine, con 53 años de
carrera. Sus películas representan un revelador panorama de la vida
norteamericana a causa de las interrelaciones que guardan entre sí y se
destacan por la observación de la dinámica de diversas instituciones, partiendo
de una experiencia personal y no como una ideología objetiva, desde escuelas y
hospitales hasta la Galería Nacional de Londres, el tema de su anterior filme,
National Gallery (2014). Pero a lo largo de seis décadas de trayectoria también
ha explorado la dinámica de las comunidades más diversas en documentales como Canal
Zone (1977), Aspen (1991), Belfast, Maine (1999) y Titicut
Follies (1967).
En la cinta, los habitantes del suburbio se presentan a
partir de anécdotas íntimas, sus actividades cotidianas, sus expresiones
culturales, todo desembocando en un encuentro con la comunidad. La cámara del
director filma lo mismo, a una pareja de judíos sexagenarios conmemorando a las
víctimas del Holocausto, que a una mujer pidiendo a los transeúntes de una
pequeña avenida que recen con ella por el cáncer de su padre.
Hijo de un inmigrante ruso, Frederick Wiseman estaba muy
interesado en realizar una película sobre los nuevos inmigrantes en Estados
Unidos, como compartió él mismo en entrevista con la revista Defamer. “Había
leído muchos libros acerca del Lower East Side en su transición al siglo XX.
Simplemente parecía un tema interesante, pero una amiga que vivía en Jackson
Heights me llevó a recorrerlo”, expresó.
“En el instante en que comencé a andar por Jackson Heights
supe que quería hacer una película. Es tan colorido. Hay tantos colores tan
diferentes. Es muy distinto a Manhattan, o al menos a los vecindarios de
Manhattan que conozco. Me interesó eso y la mezcla de gente desde Sudamérica hasta
Asia y Asia oriental. Me preguntaba cómo podían convivir, qué relación
sostenían con sus países de origen, y cómo se habían adaptado a Estados Unidos.
En realidad yo no sabía nada sobre el tema. Espero haber aprendido algo”,
agregó Wiseman.
Durante el verano de 2014, el director filmó esta Babilonia
neoyorquina. Sin entrevistas, ni voz en off o intertítulos, pero con abundantes
diálogos, parlamentos y asambleas, construyó una sinfonía urbana de carácter
político y reivindicativo, un largo tránsito por las calles y establecimientos
que forman el barrio. Wiseman da voz a los colectivos que luchan por los
derechos de los latinos, de los LGBT y saca a la luz el plan de las grandes
compañías para convertir la comunidad en una zona para gente con dinero mediante
la especulación inmobiliaria.
Ganadora del Premio al Mejor Documental del Círculo de
Críticos de Nueva York en 2015, esta obra de Wiseman hace ver a Jackson Heights
como un sistema a escala que sirve de metáfora de todo lo que es Estados
Unidos; un país de los inmigrantes, una enorme comunidad en donde la
discriminación no tiene lugar y cuyos ciudadanos son conscientes del valor más
grande que se necesita para construir una sociedad: la solidaridad.
A decir del crítico de cine John Anderson para Indiewire, el
filme es un retrato perfectamente panorámico del nuevo Estados Unidos:
“Irónicamente divertida… la mayor parte de la película se ubica en una
mescolanza étnica embriagadora, donde toda la comida se ve deliciosa y el
sentido de la energía y la inteligencia son agudos. Una película muy
entretenida – que debería ganar un premio Pulitzer para Wiseman. Aunque un
Óscar estaría bien”, comenta.
EL DIRECTOR. |
Premios y festivales
2015 Mejor Documental por el Círculo de Críticos de Cine de
Nueva York. Fuera de competencia, en la
Muestra Internacional de Arte Cinematográfico de Venecia. Estreno
norteamericano en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Competencia documental en el Festival de Cine
de Londres. Estreno de gala en el Festival de Cine de Zúrich.
Dirección, edición y producción: Frederick Wiseman.
País: Estados Unidos.
Año: 2015.
Género: Documental.
Duración: 190 minutos.
EN
JACKSON HEIGHTS (IN JACKSON HEIGHTS) SE
EXHIBE EN EL MARCO DEL 36 FORO INTERNACIONAL DE LA CINETECA NACIONAL DEL JUEVES
21 AL MARTES 26 DE JULIO DE 2016 EN LA CINETECA. DEL VIERNES 29 AL LUNES 1 DE
AGOSTO EN LAS SALAS DE ARTE DE CUATRO COMPLEJOS DE CINÉPOLIS. ASÍ COMO EN
VARIAS SALAS DE CINEMEX, EN CINEMATÓGRAFO DEL CHOPO, SALA JOSÉ REVUELTAS Y LA
CASA DEL CINE, ENTRE OTRAS SEDES.
PARA MAYOR INFORMACIÓN CONSULTAR EL MICROSITIO:
http://www.cinetecanacional.net/micrositios/foro36
http://www.cinepolis.com/muestras-y-festivales
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