La guerra es un negocio muy productivo, es una industria multi millonaria que
ofrece incesantes oportunidades de hacer mucho más de lo que se podría
denominar “buen dinero”. La guerra de Iraq fue una de esas oportunidades que
muchos aprovecharon.
Como Efraim Diveroli (Hill) y David Packouz (Teller) amigos de la infancia que se reencuentran en 2005 un punto clave; cuando David intenta por todos los medios dejar su empleo de masajista de ricos miamienses y hacer un poco más de dinero tratando de colocar sábanas de extrema calidad en hogares de ancianos. Todo porque su novia Iz (De armas) resultó embarazada.
Efraim acaba de regresar a Miami y trae un negocito entre manos, la venta de armas al ejército norteamericano. Una aventura que los va a poner en el pleno eje focal de la guerra y de los ambiciosos y desalmados mercaderes internacionales
Si se hacen cuentas, cada soldado que está en el
frente cuesta varios miles de dólares, que comprenden desde manutención, hasta
el equipo que lleva encima. Cada cosa cuesta a los contribuyentes una cantidad
de sus impuestos y el costo se multiplica conforme crece el número de efectivos
y armamento, tanques, aviones, combustible y demás gadgets necesarios para
poner en escena una guerra.
Como todo negocio, la guerra no tiene alma, ni
corazón, solamente números: un balance frío entre ganancias y pérdidas
monetarias.
Lo asombroso de esto es que en Estados Unidos es
un negocio “abierto”, el gobierno compra equipamiento para sus fuerzas armadas
a cualquier empresa que sea capaz de poder licitar en sus páginas web.
Como todo buen negocio gubernamental, las licitaciones pueden ir desde cosas pequeñas y vulgares (que son pequeñas ganancias) hasta las grandes ligas: maquinaria, naves, armas y cartuchos, explosivos y materiales varios donde los contratos mínimos arrastran tras de sí millones de dólares.
Como todo buen negocio gubernamental, las licitaciones pueden ir desde cosas pequeñas y vulgares (que son pequeñas ganancias) hasta las grandes ligas: maquinaria, naves, armas y cartuchos, explosivos y materiales varios donde los contratos mínimos arrastran tras de sí millones de dólares.
La naciente compañía de Efraim y David comienza haciéndose cargo de “migajas”: cotizaciones tan chicas que los peces gordos no quieren tomar.
Pero conforme van escalando, sus ambiciones se hacen más grandes;
hasta que se involucran en una transacción comercial de 300 millones de dólares
en armamento y cartuchos destinados a las fuerzas de Afganistán.
Con un guión de Stephen Chin, Todd Phillips y Jason
Smilovic, basado en el artículo “Arms and the Dudes” de Guy Lawson, publicado
por la revista Rolling Stone, la
trama pone el dedo en llameantes asuntos, comenzando por la debatible
justificación legal de organizar guerras para reactivar economías y la aún más
dudosa, desde todos los puntos de vista, “interferencia de los grandes
gobiernos” para mover los delgados hilos de los que penden las vidas de
millones de seres humanos con un único fin: el enriquecimiento.
La peculiaridad de que este tema sea abordado por
Todd Phillips, un director que nos había acostumbrado a la saga de “The
Hangover”; es también relevante porque todo el asunto se desliza con un sentido
de la realidad entre cómico o descarado: es comedia, es drama, o es realidad
espeluznante? O para decirlo de otra manera así sin analgésicos:
La economía también tiene un mercado de valores donde
la muerte cotiza siempre a la alza.
Sin embargo además de ese nada ético planteamiento,
los guionistas nos involucran con los personajes Teller y Hill, son extremos de una balanza pero comparten
demasiado entre ellos y muestran diversos aspectos de su personalidad que al
mismo tiempo atraen y repelen; son amigos y la fuerza de su amistad se verá
involucrada, tentada y destruida por las acciones que van a ir tomando.
Pero son humanos y distan mucho de ser santos, consumen drogas, mienten, tienen una ambición exaltada, son principiantes oportunistas fingiendo ser rudos comerciantes de armas y todo esto los va a ir conduciendo a su destino final.
Lo interesante de la trama es que está bien contada y
la copia de la realidad en la que está basada llama la atención sobre las oscuras motivaciones para reactivar
economías en conflicto.
Conforme van ascendiendo a las grandes ligas, David y
Efraim forman su propio y turbulento huracán de dinero y drogas, se codean con
un viejo lobo de mar, Henry Girard (Cooper) un poderoso contacto que debido a que tiene
tantos tratos comerciales con la defensa norteamericana no puede aparecer en
otro más para que no se le acuse de
prevaricación.
Cuando los amigos se ven acorralados para cumplir el mejor trato de su vida la salvación viene de Henry pero obvio, con un precio.
De repente los amigos están hacienda tratos
con Albaneses que tienen enormes bodegas llenas de cientos de armas y demás
vituallas de guerra pero su inexperiencia va a costarles muy caro.
La intensidad de la relación entre
ambos protagonistas recae grandemente en las dotes de Hill para manejar el
exceso, la comedia y la desfachatez con un grado temible de violencia
contenida. Las dotes de los guionistas para hablar directo a su público de los
excesos y ambición con ese tono de comedia violenta y cruda da a estos amigos
de armas el descarado encanto de un arma letal
Director:
Todd Phillips
Reparto: Jonah Hill, Miles Teller, Ana de Armas, Kevin Pollak, J.B. Blanc, Bradley Cooper, Barry Livingston, Bryan Chesters
País Estados Unidos
Reparto: Jonah Hill, Miles Teller, Ana de Armas, Kevin Pollak, J.B. Blanc, Bradley Cooper, Barry Livingston, Bryan Chesters
País Estados Unidos
Año: 2016
Género:
Comedia Drama
Duración:
114 minutos
Clasificación:
Mayores de 18 Uso y consumo de drogas referencias sexuales, humor rudo.
Fecha de estreno en México: 2 de septiembre
Fecha de estreno en México: 2 de septiembre
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