La gran crisis financiera en 2008 que se inició en Estados Unidos y que
afectó a muchos otros países, es el tema de la ópera prima del realizador y
guionista estadunidense J. C. Chandor. Las elogiosas opiniones al filme por la
prensa especializada a nivel internacional, su nominación al Oso de Oro en el
Festival de Berlín 2011 y a Mejor Guión Original en la entrega de los Óscares
2011, así como el premio recibido por el New York Film Critics Circle Awards
como Mejor Película, revelan sin duda el
nacimiento de un talentoso realizador.
Son las turbulentas 24 horas previas al inicio de la
crisis y en un banco de inversión las vidas de un grupo de banqueros, operadores
de bolsa y analistas se tambalean. El gerente de riesgo Eric Dale (Stanley
Tucci) es despedido sin previo aviso, dejando un importante trabajo sin
terminar. Cuando se despide de su
compañero Peter Sullivan (Zachary
Quinton), un analista principiante, le entrega un USB con información alarmante que puede probar la caída inminente de la empresa. Resulta
que los activos que conforman un producto financiero con el que trabaja el
banco se están degradando, son bonos
basura, y el banco entero está a punto
de la quiebra total.
Ante esto, decide avisar a algunos de sus compañeros y a
su jefe Sam Rogers (Kevin Spacey). Cuando el consejero delegado John Tuld
(Jeremy Irons) es informado, se convoca
a una reunión de emergencia durante la noche, en la cual se decide la venta de los activos tóxicos a cualquier
precio con tal de salvar la compañía. Una decisión que detonará la crisis
financiera global.
Con un guión propio, Chandor orquesta un thriller dramático de enorme tensión y con actuaciones precisas de un reparto de
primera línea. Ambienta el mundo de las altas
finanzas con gran acierto para enfocarse mayormente en las oficinas del banco
donde los ejecutivos discuten y analizan
el hecho, consiguiendo un retrato, tan escalofriante como realista, de los
empresarios sin escrúpulos ni ética profesional que hundieron la economía mundial.
No obstante, la cinta no juzga a los antihéroes sino que
los presenta como seres humanos que van perdiendo el control de sus vidas y se
vuelven víctimas de sus propias negligencias y cobardías. “Intente acercarme a la historia con una
mirada más receptiva y desde ambos lados. No soy un banquero que defiende a
otros banqueros, pero conozco a muchos de ellos y no son la encarnación del Mal”,
explica el cineasta, cuya idea del guión proviene de una situación personal, ya
que su padre trabajo en la compañía de inversiones bancarias Merrill Lynch y
conocía muy bien ese mundo.
Si bien, los personajes guardan vasos comunicantes con
los tiburones de Wall Street, el dinero nunca duerme de Oliver Stone, la dinámica y pulso narrativos
trae a la mente la mordacidad y acidez de Glengarry Glenn Rose de James Foley,
que dispara el relato hacia un retrato en frío de un sistema económico cruel y
despiadado.
Se trata sin duda de un análisis intenso y fascinante que disecciona los factores humanos y las figuras
claves que resultaron fundamentales en la crisis, y la primera película que
intenta acercarse a los terribles acontecimientos de aquel septiembre negro de
2008.
Dirección: J. C. Chandor.
Reparto: Kevin Spacey, Jeremy Irons, Stanley Tucci,
Zachary Quinto, Paul Bettany, Demi Moore y
Simon Baker.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Género: Thriller dramático y de suspenso.
Duración: 109 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 21 de septiembre de 2012.
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