Por Julia Elena Melche.
El realizador español Rodrigo Cortés dedicó año y medio
al estudio de los fenómenos paranormales y las distintas respuestas a éstos. Su
pasión por el tema se unió la idea del fraude, que es hacer ilusionismo y así
se puede presentar como verdadero algo falso. Con estos elementos decide
confeccionar un filme sobre la percepción para jugar con el espectador,
obligándolo a desconfiar de sus propias percepciones.
Se trata de un thriller psicológico que se adentra en los mecanismos de percepción del cerebro humano y las fronteras difusas entre creencia y ciencia, a partir de las vivencias de dos científicos racionalistas que diseccionan el mundo de los fenómenos metapsíquicos, y del choque de fuerzas que llevarán a cabo con un psíquico de fama mundial.
La veterana doctora Margaret Matheson (Sigourney Weaver)
y su joven ayudante Tom Buckley (Cillian Murphy) se dedican a estudiar todo
tipo de fenómenos paranormales con el fin de
demostrar su falsedad. En su investigación se encontrarán con el mayor
de todos sus retos, el legendario Simon Silver (Robert de Niro), un psíquico ciego,
considerado el más célebre de todos los
tiempos, quien reaparece tras treinta años de una extraña ausencia para
convertirse en el mayor desafío para estos escépticos científicos.
Cortès escribe y dirige una cinta ambiciosa y
deslumbrante en su aspecto técnico y estructural, con un trabajo de sonido, edición
y fotografía en inmejorables claroscuros, realmente brillantes. Al igual que su
celebrada cinta Enterrado, la historia de un hombre que ha sido enterrado vivo
en un ataúd de madera y solo cuenta con un celular y un encendedor, su nuevo
filme es una experiencia emocional y un interesante ejercicio de tensión constante
que se mantiene durante toda la trama.
Lo que propone el cineasta es una aproximación científica
al fenómeno metapsíquicos y expone al cerebro humano como un instrumento en
absoluto confiable para percibir la realidad. Crea ambientes adecuados de
suspenso para exponer la vieja disputa entre ciencia y fe. Así, se expone la
necesidad del ser humano de creer en algo, ya sea en Dios, en los astros, en la
humanidad, en el poder de la mente o en espíritus, y sus creencias se ven
determinadas por sus esperanzas, necesidades, expectativas, exigencias, sueños
e ilusiones.
La ciencia, el racionalismo y el espiritualismo merecen
la misma credibilidad, aunque el director se inclina por un escepticismo pues al
final de cuentas el ser humano ve lo que quiere ver y cree lo que quiere creer.
De los fenómenos paranormales que narra el director, unos tienen un origen
natural, otros son fraude y otros son la mera percepción subjetiva de la
realidad. Sin embargo, hay unos que no pueden ser explicados y que sería mejor
no conocer.
Filmada en Barcelona y Toronto y con más de 60 actores y 4 mil extras, Poderes
ocultos será sin duda una grata experiencia para los amantes del género
y un espectáculo visual muy ilusionista.
Dirección: Rodrigo Cortés.
Reparto: Robert de Niro, Sigourney Weaver, Cillian Murphy,
Elizabeth Olsen y Toby Jones.
País: España y Estados Unidos.
Año: 2011.
Género: Thriller psicológico sobrenatural.
Duración: 118 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 7 de septiembre de 2012.
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