Es un
día común en una New York que se agita convulsa palpitando en medio de la super tecnología, la economía
y desde luego el nihilismo que adereza todo esto como una omnipresente música de
acompañamiento en el desarrollo de toda gran metrópoli. Para Eric Packer, (Pattinson) un heredero
multimillonario que a sus 28 años ya ha sido prácticamente engullido por el
sistema, hay una tarea a realizar … irse a cortar el cabello al otro lado de la
ciudad a bordo de su lujosa limo, no obstante las advertencias de su guardia de
seguridad.
A lo largo de las horas y del tráfico, de las personas que confluyen
en su camino, Eric enfrentará mucho más que haber sido poco previsor con sus inversiones
contra el yuan y tratará de desentrañar que rayos hace él en este mundo.
Oh no,
esta no es “otra película” para las fans de Pattinson. Cosmopolis se mueve
lenta y complicada como el tráfico que se genera con la vista del presidente, los
caminos desaparecerán y todo será
desviaciones y encuentros fortuitos. Quizá sin sentido, quizá dislocados, quizá intrascendentes, o no.
Cronenberg
nos aplica una nueva dosis de autos y las sin fin de ramificaciones de lo que
puede suceder dentro y fuera de ellos, en esta relación del hombre y sus
máquinas, que representan al mismo tiempo una relación de amor odio y en
este caso son el mejor ejemplo de lo que la sociedad es, ante el despliegue de
poder otorgado por una limo.
Una limo que a la vez
se concibe como una especie de “nave nodriza” un capullo, cuyo habitante navega en
medio del desastre hacia su propia auto destrucción.
Eric va
transitando en medio de la jungla y el mundo transcurre a su alrededor de una
manera caótica, pero él está inmerso en su propio mundo, en mundo donde todos
los caprichos son colmados, sin importar el monto ni su naturaleza, sexo, poder, asesinato, miseria todo.
Mientras en
pantallitas se deslizan los mercados y se pierden cientos de millones con cada
latido.
Sin
embargo para Eric, más allá de poderse sentir vivo al tocar estos caprichos, o siquiera gozarlos o
sufrirlos, hay demasiadas angustias y banalidades
que no lo dejan, ni por asomo, en paz Su mera existencia parece circular solo en torno de todo lo que
sea fugaz y técnicamente blindado.
Y así
en larguísimas reflexiones Eric y sus
interlocutores elaboran sofisticadas conversaciones sobre la economía, la
tecnología, y el diario vivir en un mundo cien por cien artificial; donde nada,
absolutamente nada, vale la pena.
Eric
solo hace altos para saciar sus apetitos; desde múltiples comidas, o sexo, hasta un desaforado ataque de buscar a alguien
que lo ha amenazado.
De esta
manera, y en medio de esa jungla alborotada
e inconforme, Eric se topa con su
corredora de arte, con su médico, con su
esposa, con su asesora financiera y con su consejera espiritual, con su
encargado de seguridad, con su chofer… con el mismo peluquero que cortaba el
cabello a su padre y hasta con un ex trabajador que tiene una tarea pendiente
con Eric.
Todo
esto en medio de una locura que sucede afuera, y mientras la limo es
victimizada y el mundo se colapsa, entre una visita presidencial y el entierro
de un cantante, Eric continua incólume y sin saber dónde acabará, (en
muchos sentidos) desenrollando su
complicado discurso en el que de repente ya nos enredó aún con toda nuestra resistencia.
(¿e incomprensión?)
Si
definitivamente lo tuyo no es la economía, ni te identificas con la pasión que
siente alguien por analizar el nihilismo, la bolsa de valores y las formas
predominantes de hegemonía, no vas a desear nada más que Eric llegue a la peluquería y con suerte regrese rápidamente a su casa.
La película
es temáticamente densa, los discursos y disertaciones,
redundantes, complicados y poco
alentadores, las actuaciones no requieren demasiado porque los personajes entran
y salen de la misma manera en que Eric les da un “aventón” sin que lleguen
realmente a cavar dentro del ánimo del público.
Después
de este viaje en medio del desastre del tráfico y de la vida del protagónico, lo
único que queda claro es que no importan los millones que se tengan, cuando la
existencia propia es tan desastrosa, lo mismo da perderlo todo en las finanzas
o en la vida, puesto que todo carece de valor real. Tal vez solo nos quede
clara una cosa es difícil tener algo cuando se ha perdido por principio la
propia existencia.
Director: David Cronenberg
Reparto: Robert Pattinson, Juliette Binoche, Samantha Morton, Sarah
Gadon, Mathieu Amalric.
País: Canada | Francia | Portugal | Italia
Año: 2012
Género:
Drama
Duración:
1 hr. 48 min.
Clasificación:
Mayores de 18.Lenguaje y situaciones adultas, Breves desnudos, Escenas sexuales
Fecha de estreno en México: 3 de Mayo
Fecha de estreno en México: 3 de Mayo
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