432 Magazine: RÁPIDOS Y FURIOSOS 6 (FAST AND FURIOUS 6)

sábado, 25 de mayo de 2013

RÁPIDOS Y FURIOSOS 6 (FAST AND FURIOUS 6)

Por Fabián Quezada León

¿Qué ha sido de Dom Toretto (Diesel) y su banda estos años? Bueno, viven exilados de los Estados Unidos haciendo una vida “normal” (de acuerdo a sus peculiares estilos de entender la “normalidad”) Inclusive Brian (Walker) y Mia (Brewster) están esperando bebé. Pero he aquí que una banda de astutos e hiperveloces

ladrones han comenzado a hacer de las suyas alrededor de varios países y el agente Hobbs (Jhonson) se ve en la forzada necesidad de recurrir a sus “conocidos antagonistas” o sea la banda de Dom para que le ayuden a capturar a esta rampante amenaza. Claro que debe atraerles con una buena oferta. No debe ser

dinero, ya que Dom, Brian y sus compadres han cobrado su jugosa recompensa por anteriores “servicios a la comunidad”. Entonces ¿qué puede ser? La petición surge del mismo Dom: un perdón para poder regresar a su país para él y sus amigos. Claro que Hobbs tiene una carta bajo la manga: Letty (Rodriguez) no estaba muerta, solo amnésica.

Dom y sus compañeros aceptan la misión con el consabido “o todos o nadie” y se van a Londres a combatir en su propio terreno a la banda de ladrones que son comandadas por una mente maestra que se ha vuelto contra el sistema. Por descontado está que los chicos de Dom van a

vivir una auténtica carrera contra el tiempo si quieren ganarse el perdón y recuperar sus vidas. Obvio en el medio de todo esto hay profusión de los elementos básicos de la franquicia: Autos, carreras, persecuciones y luchas cuerpo a cuerpo. ¡Todo un film de verano!

Bueno, bueno, bueno. Quién en el 2001 se hubiera imaginado este largo camino cuando vimos la historia del policía que se infiltraba en una banda de corredores de carreras ilegales. Nadie. Y me atrevo a asegurar que ni los mismos estudios pensaron que seguirían

aumentando el octanaje con seis partes y una séptima ya planteada. Eso, señores, se llama saber hacer una carrera. Una carrera millonaria de resistencia y taquillas mundiales.

Y así Rápidos y Furiosos ha recorrido años y kilometraje manteniéndose al igual que sus fans. Es cierto que tal vez las situaciones sean absurdas, los diálogos fuera de contexto y el sustrato dramático muy pobre, pero ¿a quién le importa? Esta es una película de acción, de acción y autos (Antes de acción+autos+chicas ahora las chicas bajaron considerablemente su aparición) Con estos elementos se asegura el fervor del público. Y la saga continúa.

Pero el tiempo ha pasado y los protagonistas ya no son “jóvenes e inquietos” y deben afrontar otros roles en la vida. Sin embargo un sentimiento permanece “todos son familia” una familia suigeneris pero familia al fin capaz de todo con tal de salvaguardar a sus integrantes

La franquicia funciona, la inversión en efectos especiales y las increíbles situaciones y acrobacias funcionan, autos, carreras, peleas, explosiones, sí, se ve como un blockbuster total de verano esa es su promesa y la cumple cabalmente. Y lo mejor de todo es que no importa lo completamente irreal, disparatado o ilógico de las secuencias de acción nadie duda ni medio segundo en que los héroes de las

secuencias de peligro van a salir airosos, a lo mejor con una raspadita pero pueden hacer lo que sea, son casi superhéroes de comic.

En esta parte desde luego, la resurrección de Letty ocupa las intenciones del conflicto, Dom y su “familia” tienen metido hasta la médula el “no abandonamos a nuestros hombres” que es el

grito de guerra del soldado norteamericano y por eso y su sentido de unidad familiar van a internarse en esa misión. Solo que Letty ha sido “tocada por las fuerzas del mal” y ha perdido la memoria como si le hubieran reprogramado borrándole el disco duro y solo le hubieran reinstalado los programas: “autos, correr, armas y pelea” y para demostrarlo nos deleita con sendas sesiones de “rompe caras” con Gina

Carano. (¿Alguien cree que exista algo más divertido que una pelea salvaje entre dos rudas?)

De la misma manera además de incontables efectos especiales, el episodio es un compendio de técnicas de pelea, armas y modelitos de autos, ah! Y de cómo una pista de aterrizaje puede ser tan larga como el Sahara. Pero una vez más esas son” licencias poéticas” si ya nos

sumergimos en la rapidez y abundancia de cosas increíbles ¿qué diferencia hace? Los fans adoran que se les de lo que se les prometió y piden más y más. Mas peleas, más velocidad, más autos, más explosiones, más stunts, más… por eso cuando el anuncio de la séptima parte entra en escena, la audiencia estalla en aullidos de placer… Si es el malo es este actor,

podemos saber hacia dónde va la cosa. Si hubo bajas en esta parte… también pueden volver a la vida como Letty. ¡Es diversión pura! Tan fantasiosa y extraordinaria como lo hacías con tus cochecitos de juguete, o tus soldaditos.

Podían chocar, podían sufrir, podían caer desde alturas incomprensibles y aun así en el último momento se oía un rrrrroarrrrr y guiados por tu mano, ¡salvaban el peligro! (Grandioso ¿no?)

Para aquellas mujeres que se quejaban de que la serie era un monumento a la testosterona, en

esta parte encontramos que los rudos también tienen su corazoncito: desde Dom que se esfuerza por reencontrar a Letty, Brian que se vuelve papá, y el agente Hobbs que quiere integrarse a la familia de Dom, y más…

mientras que las chicas se parten la cara con una furia inusitada, o son capaces de disparar aún cuando un avión cae sobre ellas y van en un auto a toda velocidad.

Sea como sea, sí, probablemente sea tildada de demasiado fantasiosa, demasiado exagerada, demasiados efectos, poca solidez en el guión, demasiados caballos de fuerza, pero ¿quien esperaba una película de autor de esta

franquicia? Deja que los chicos de Dom que son a prueba de stunts y su presupuesto millonario (170 millones de dólares para que los veas en pantalla) se adueñen de tu tarde y comienza a hacer cual piloto de pruebas el singular ruidito del motor ¡brrrrrrrrrooooom brrrrrrrrooooommm!