Por Julia Elena Melche.
A sus 85 años y luego de 23 de no dirigir, el controvertido
realizador, productor, escritor, dramaturgo, mimo y actor chileno,
nacionalizado francés, Alejandro Jodorowsky retorna al celuloide con una película
autobiográfica, en la que confecciona una mirada retrospectiva y desde su
personal punto de vista, de su propia infancia, en la que mezcla la metáfora,
la poesía y la mitología, en la que reunió a algunos miembros de su familia.
Si
bien, los personajes, lugares y acontecimientos son verdaderos, los evoca en muchas ocasiones
mediante imágenes oníricas y surrealistas. La cinta está filmada en Tocopilla,
la ciudad costera al borde del desierto chileno en donde nació, por donde
desfilarán prostitutas, enanos, payasos, travestis, inválidos y magos. Ahí vive
el pequeño Alejandro, un niño judío de diez años, hijo de un padre comunista,
autoritario, tirano y ateo, que lo somete a actos de crueldad, y de una madre generosa
y sensible, sometida y humillada por el marido, encargada de su tienda de ropa
y que siempre soñó con ser cantante de ópera.
De nueva cuenta, están presentes
los elementos bizarros y obsesiones temáticas que han caracterizado su
filmografía desbordada y excesiva (Fando y Lis ,68; El
Topo, 70; La montaña sagrada, 73; Santa sangre, 87); seres mutilados,
deformes y extravagantes, la religión, el sexo, el chamanismo y las sanaciones
espirituales por medio de la psicomagia- el director es también un psicomago
que practica la sanación; una técnica creada por él mismo para curar dolores
del alma con técnicas de chamanes, teatro y psicoanálisis -.Resalta la presencia
de su progenitor, quien lo educó con una disciplina militar y lo castigaba
hasta hacerlo sangrar sin mostrar remordimiento alguno, porque tenía que
aprender que los verdaderos hombres resisten el dolor.
De ahí que el filme,
aparece como un ajuste de cuentas, a manera de redención y reconciliación con su
pasado, una especie de catarsis individual y biografía desatada, donde deja volar su
abigarrada imaginación. Como las anteriores cintas del director, esta no dejará
indiferente al espectador; la amarán o la odiarán.
Algunos la encontrarán
brillante, como el público del Festival de Cine de Cannes 2013, que la aplaudió
y elogió durante su proyección en la Quincena de Realizadores. A otros quizás
les decepcionará, encontrándola abrumadora. Se trata de un filme que repite
esquemas y un nuevo vehículo del cineasta para provocar al espectador.
Dirección y guión: Alejandro Jodorowsky, basado en su libro
autobiográfico homónimo.
Reparto: Brontis Jodorowsky (Jaime), Pamela Flores (Sara),
Jeremías Herskovits (Alejandro Jodorowsky, niño), Alejandro Jodorowsky (él
mismo).
País: Chile-Francia-México.
Año: 2013.
Género: Drama biográfico.
Duración: 130 minutos.
LA DANZA DE LA REALIDAD SE EXHIBE EN CINETECA
NACIONAL DEL 23 AL 28 DE ABRI.
PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR: www.cinetecanacional.net
EL DIRECTOR.
Alejandro Jodorowsky nació en Tocopilla, Chile, en 1929. Tras
fundar un grupo de pantomima, escribir piezas teatrales y publicar poesía en su
adolescencia, Alejandro Jodorowsky abandonó Chile en 1953 para probar suerte en
París, donde estudió pantomima con Étienne Decroux y, más tarde, se unió a la
compañía de teatro de Marcel Marceau. Fue por entonces que dirigió su primera
película, el mediometraje La Cravate (1957), aclamado por Jean
Cocteau.
Entre 1960 y 1974 residió en
México, donde al mismo tiempo que se adentraba en el psicoloanálisis y el
misticismo, continuó haciendo teatro y dirigió, no con poca polémica, sus
legendarios largometrajes Fando y Lis, El topo y La
montaña sagrada, considerados rápidamente como filmes de culto. Después
de 23 años sin presentar una película, tras el escaso éxito comercial de El
ladrón del arcoíris, su anterior filme, Jodorowsky vuelve a las
pantallas con su película más personal hasta ahora: La danza de la realidad.
Filmografía selecta:
1968 Fando y Lis.
1970 El Topo.
1973 La montaña sagrada.
1980 Tusk.
1987 Santa sangre.
1990 The Rainbow Thief (El ladrón del arcoíris).
2013 La danza de la realidad.
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