Por Julia Elena Melche.
Junto con Akira Kurosawa y Yasujirō Ozu, el realizador Kenji Mizoguchi es considerado uno de los grandes maestros del cine japonés y uno de los cineastas nipones más conocidos en Occidente. Nacido en Tokio en 1898, dirige su primera película en 1920, El día en el que regresó el amor, donde se manifiestan sus convicciones socialistas y por la que es censurado por el gobierno. Su primera película conocida en Occidente fue La vida de Oharu, de 1952 y al año siguiente es galardonado con el León de Oro en el Festival de Venecia por Cuentos de la luna pálida.
En 1954 vuelve a ser premiado por El intendente Sansho y al siguiente año por Los amantes crucificados, pero es la cinta Las hermanas de Gion de 1936, con la que consigue un importante éxito entre el público. Entre 1923 y 1956, año en que falleció, dirigió más de 80 películas, de las cuales sólo dos fueron en color. La calle de la vergüenza fue su último filme.
Junto con Akira Kurosawa y Yasujirō Ozu, el realizador Kenji Mizoguchi es considerado uno de los grandes maestros del cine japonés y uno de los cineastas nipones más conocidos en Occidente. Nacido en Tokio en 1898, dirige su primera película en 1920, El día en el que regresó el amor, donde se manifiestan sus convicciones socialistas y por la que es censurado por el gobierno. Su primera película conocida en Occidente fue La vida de Oharu, de 1952 y al año siguiente es galardonado con el León de Oro en el Festival de Venecia por Cuentos de la luna pálida.
En 1954 vuelve a ser premiado por El intendente Sansho y al siguiente año por Los amantes crucificados, pero es la cinta Las hermanas de Gion de 1936, con la que consigue un importante éxito entre el público. Entre 1923 y 1956, año en que falleció, dirigió más de 80 películas, de las cuales sólo dos fueron en color. La calle de la vergüenza fue su último filme.
Del 21 al 30 de mayo, la Cineteca Nacional proyectará un ciclo de 7 cintas de este
importante director nipón, cuyo estilo ha sido fuente de inspiración de sus
coterráneos Yasujirō Ozu y Akira Kurosawa. Sus filmes, llenos de lirismo,
sutilezas y detalles físicos y psicológicos, contienen bellísimas imágenes
desde el punto de vista plástico, aunque no están exentas de ambientes realistas
y a veces hasta sórdidos. Sus cintas muestran su enorme interés por la
condición social de la mujer japonesa y su papel en una sociedad dividida entre
la tradición y la modernidad. Murió de leucemia a los 58 años.
Elegía de Osaka (Naniwa Ereji, Japón, 1936, 71 minutos.) El éxito
entre el público y la crítica de este filme situó a Kenji Mizoguchi como uno de
los más importantes cineastas de su país. Realizada en los albores del cine
sonoro japonés, la cinta es la crónica de una relación amorosa forzada entre
una joven y su patrón, que ella debe soportar para mantener a su padre. Ágil en
su lenguaje cinematográfico y claro en su narrativa, Mizoguchi contó para el
buen resultado del filme con la presencia de una de sus actrices clásicas,
Isuzu Yamada. Miércoles 21 de mayo de 2014. Sala 4: Arcady Boytler, Cineteca
Nacional: 18:00 horas.
Las hermanas de Gion (Gion no shimai, Japón, 1936, 69 minutos.) En uno de
sus filmes más célebres, Kenji Mizoguchi sigue las vidas paralelas de dos
geishas hermanas, residentes en el distrito de Gion, habitado por población de
clase obrera. Enfrentando sus personalidades marcadamente opuestas (una es
liberal y desocupada, mientras que la otra depende en buena medida de lo que
marca la tradición), Mizoguchi reflexiona sobre las fuerzas invisibles que
mantiene a estas mujeres en el sótano de la sociedad. Jueves 22 de mayo de 2014.
Sala 4: Arcady Boytler, Cineteca Nacional: 18:00 horas.
Mujeres de la noche (Yoru no onnatachi, Japón, 1948, 75 minutos.) Dos
hermanas, una de ellas es viuda, la otra encerrada en una destructiva relación
amorosa con un narcotraficante, descienden en una caótica espiral que las lleva
a la prostitución, en el marco del caos moral y la devastación del Japón de la
posguerra. Inspirado por las experiencias del neorrealismo italiano, Kenji
Mizoguchi consiguió uno de los filmes más desgarradores de su carrera, filmado en locaciones auténticas de Osaka y con una
vocación realista exacerbada. Viernes 23 de mayo de 2014. Sala 6: Roberto
Gavaldón, Cineteca Nacional: 18:00 horas.
La vida de Oharu (Aikaku ichidai onna, Japón, 1948, 148 minutos.) Avejentada
y sobreviviendo lastimeramente como prostituta callejera, Oharu ingresa a un
templo religioso donde recuerda su pasado amoroso y laboral determinado por la
adversidad y la tragedia. Con un soberbio manejo de exteriores y una narración
que eslabona firmemente los elementos melodramáticos, Mizoguchi logra una de
sus mejores cintas sobre la temática de geishas, observando la condición de la
mujer en un contexto pretérito de severidad militar y aspereza moral. Sábado 24
de mayo de 2014. Sala 6: Roberto Gavaldón, Cineteca Nacional: 18:00 horas.
Cuentos de la luna vaga después de la lluvia (Ugetsu monogatari, Japón, 1953, 94 mins.) Interesado
en la actitud del hombre enfrentado al horror de la guerra, Kenji Mizoguchi
reúne dos relatos sobrenaturales ubicados en el siglo XVI, durante una cruenta
guerra civil. Elegantes planos secuencia y una fantasmal atmósfera son el marco
de esta historia, en la cual un alfarero es seducido por un drama espectral. Martes
27 de mayo de 2014. Sala 6: Roberto Gavaldón, Cineteca Nacional: 18:00 horas.
El intendente Sansho (Sanshô dayû, Japón, 1954, 124 minutos.) Una familia,
violentamente separada, es arrastrada a la esclavitud. El hijo mayor, sirviente
del cruel intendente Sansho —a quien la dureza de la vida ha despojado de toda
misericordia hacia sus semejantes— será el único capaz de redimirse para reunir
a su familia de nuevo. Una magistral reflexión de Kenji Mizoguchi sobre el
hombre, su entorno, y la redención que brinda eternidad al espíritu, con la
cual este gran cineasta japonés obtuvo el León de Plata en el Festival de
Venecia de 1954. Jueves 29 de mayo de 2014. Sala 6: Roberto Gavaldón, Cineteca
Nacional: 18:00 horas.
La calle de la vergüenza (Akasen chitai, Japón, 1956, 87 minutos.) Los sueños de
las prostitutas de un burdel ubicado en la zona roja de Tokio se ven
continuamente destrozados por la sordidez de la realidad que les rodea. El
último filme de Kenji Mizoguchi es una lección de sabiduría cinematográfica en
la cual la vocación realista del director no es un obstáculo para la
emotividad. La cinta tuvo su estreno poco después de la promulgación de una ley
antiprostitución, lo que provocó un inmenso éxito del público. Viernes 30 de
mayo de 2014. Sala 6: Roberto Gavaldón, Cineteca Nacional: 18:00 horas.
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