Por Fabián Quezada León
Había
una vez, en una región muy lejana, dos
reinos que eran muy distintos. En uno la magia y las creaturas de la foresta
vivían en armonía, en el otro el hombre, lleno de ambiciones y sentimientos
ocultos, se asentaba y crecía.
En
el reino de la magia vive Maléfica (Moloy) un hada muy joven con un corazón en
perfecta sincronía con el balance mágico del bosque y sus habitantes.
Un
buen día, Maléfica conoce a un niño humano, Stefan (Higgins) y entre ellos
comienza una amistad, que al crecer, se parece mucho al siguiente paso; el
amor.
Sin
embargo, Stefan como buen humano, da cabida en su corazón a planes secretos que
no le confiesa a Maléfica, mientras que ella cree que Stefan guarda los mismos
sentimientos nobles y puros que tenían cuando eran pequeños.
Pero
Stefan está lejos de ser tan sincero como
ella cree y un buen día, un ejército liderado por Henry (Cranham) el rey
del país vecino, ambicioso de los tesoros que esconde la foresta, decide
invadirla.
Por
fortuna para los habitantes del reino mágico, Maléfica que se ha convertido en
la más poderosa de las hadas, defiende su tierra y tras una batalla logra
expulsar al enemigo.
Sin
embargo, en el oscuro corazón del humano, una derrota no se olvida el rey Henry
pide venganza y ofrece recompensa y con un mucho de ambición, Stefan actúa para su beneficio sin medir las
consecuencias. La suerte se echa para cimentar la venganza.
Por
desgracia, ese sentimiento es capaz de nublar cualquier rastro de bondad y las
oscuras raíces del odio se expanden en los corazones de Stefan y Maléfica, con
terribles consecuencias que se desatarán sobre la más inocente: La recién
nacida princesa Aurora.
Cuando
Maléfica irrumpe en la sala del trono, donde se lleva a cabo la ceremonia de
bautizo de Aurora y dice su breve pero contundente “al cumplir los diez y seis
años, antes de que el sol se ponga, se pinchará el dedo con el huso de una
rueca” sabemos que la que ríe al último ríe mejor. Aunque en el camino nos esperen serias
sorpresas.
La
primera versión de este clásico se le atribuye a Perrault que y fue publicada
en 1697, para posteriormente ser re
tomada y adaptada por los hermanos Grimm en 1812. Llegando a la fama de la
historia animada con Disney en 1959.
Pero
esta Maléfica es otra cosa, nos
presenta el punto alterno de vista de la historia y continua con la recién
instaurada saga de las “princesas Disney” que no requieren en lo absoluto de un
hombre para salir adelante; tirando duro y a la cabeza a la imagen romántica
que tan fervorosamente se habían encargado de perpetuar por décadas, donde la
princesa era tan bonita como desvalida, hasta que el amor romántico la llevaba
al puerto seguro de los brazos de un hombre (de ascendencia real desde luego)
donde su seguridad y futuro estaban asegurados.
Sin
embargo, estas nuevas heroínas Disney se las arreglan por si solas (Valiente) o, con el apoyo de otra mujer,
como en Frozen.
El
tema aquí es que además se plantea esta inesperada cercanía entre no solo la
joven princesa y el hada malvada, sino entre dos generaciones y donde además un
idílico “retorno a la naturaleza” es un elemento constante, arropado por la idea de encontrar la paz y el
balance entre los reinos de “los hombres” y “las creaturas mágicas” uniéndolos
en una alianza diferente a la tradicional “alianza matrimonial”.
Maléfica
siempre se había considerado una villana llamativa, poderosa y con un agrio
sentido del humor, esencialmente basado en su incapacidad de comprender el amor;
siendo evidente además que, en una trama
en la que la princesa duerme cien años, el hada necesitaba encima de todo eso, poseer una paciencia infinita; para que cuando las cosas comenzaran
a moverse y Aurora decidiera levantarse,
la pobre y paciente Maléfica pudiera realizar el siguiente movimiento.
Pero
mientras tanto, al Aurora caer bajo el
hechizo, con o sin bosque de espinos o un siglo de por medio, Maléfica se dedicaba a disfrutar su venganza
hasta la llegada de Felipe, quien se presenta a rescatar a la amodorrada
princesa. (A la que más le valdría haber tenido un colchón hiper sofisticado
con cubierta anti ácaros y demás, porque mira que dormir 100 años continuos…ya
te digo yo)
En
la amada versión de 1959, Felipe, el príncipe más proactivo de todas las
historias Disney, (comparándolo con sus compañeros ya sea en Cenicienta o en
Blancanieves o hasta en la Sirenita, que apenas si tenían acción fuera de
cantar o bailar), llegaba, peleaba como los grandes y vencía (vaya pedazo de
príncipe) Sin embargo acá (¡Oh
sorpresa!) con eso del neofeminismo al
estilo Disney, Felipe casi no sale a
escena y su aporte a la resolución del conflicto es inexistente.
Entonces,
ante una etéreamente diabólica Jolie, con o sin alas, todos se doblegan; sus
ojos hipnotizantes y su boca de un aterciopelado rojo “sexydiva decadente” conjuntado con unos pómulos que parecen cuchillos
de mármol y perversamente apoyado en unas malévolas y deliciosas frases,
Angelina se consagra como “nacida para
hacer Maléfica” y eso el director y los directivos de Mickey lo sabían
perfectamente desde que la llamaron.
Y
aunque le ponen de contraparte a Copley (Distrito
9, Elysium ) y Fanning (Super 8,
Ginger y Rosa) quienes ha demostrado
su valía en el campo actoral, es un hecho que la cinta es un “danzón dedicado
a” Jolie que logra llevar a la audiencia a esa parte oscura y no visitada nunca
antes de la personalidad de Maléfica y consigue hacerla perturbadoramente
humana desde que el narrador omnisciente empieza por decir “la historia que
todos conocen, no es la verdadera”…
Si
piensas que por llamarse Maléfica la trama será oscura y aterrorizante, el
hecho es que no, pues además de varias
dosis de humor negro cortesía del hada
de los cuernos, cuenta con las
actuaciones de tres estupendas actrices inglesas: Lesley Manville, Imelda
Staunton y Juno Temple; que hacen a las tradicionales Flora, Fauna y Primavera;
solo que un poco más despistadas y belicosas que sus antecesoras animadas; mientras
que Sam Riley encarna a la mascota /informante del hada: el “casi siempre” cuervo
Diaval.
Stromberg
como experto en efectos especiales se lanza con todo en su opera prima y llena
la pantalla, en un delirante desfile,
con toda clase de seres, paisajes y demás elementos de la foresta que brillan incandescentemente en medio de la
noche o tratan de repeler las fuerzas invasoras y hasta se transforman en un
dragón de aliento de fuego, sumergidos en un carnaval de colores y alucinantes
combinaciones de peces, duendes, pájaros y batracios. Y una vez más Maléfica y
sus trucos seducen la trama.
En
definitiva centrada en Angelina, y apoyada con varios efectos especiales, Maléfica logra dar un inesperado giro
en las historias de cuentos de hadas ya que por primera vez el hada es la
verdadera protagónica, mostrándonos facetas
desconocidas de sus personajes, dándoles sin lugar a dudas interesantes
volteretas y proveyéndolos de una nueva complejidad que en tantos años de
conocerles jamás hubiéramos imaginado.
Reparto: Angelina
Jolie, Elle Fanning, Juno Temple, Lesley Manville, Sam Riley, Sharlto Copely,
Miranda Richardson, Imelda Staunton Isobelle Moloy, Michael Higgins, Brenton Thwaites
País: Estados Unidos/ Inglaterra
Año: 2014
Género: Cuentos de Hadas, Fantasía
Duración: 1 hr. 38 min.
Clasificación:
Toda la familia, aunque no se recomienda para niños muy pequeños.
Fecha de
estreno en México: 30 de Mayo
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