viernes, 30 de mayo de 2014

MALÉFICA (MALEFICENT)




Por Fabián Quezada León

Había una vez, en una región muy lejana,  dos reinos que eran muy distintos. En uno la magia y las creaturas de la foresta vivían en armonía, en el otro el hombre, lleno de ambiciones y sentimientos ocultos, se asentaba y crecía.
En el reino de la magia vive Maléfica (Moloy) un hada muy joven con un corazón en perfecta sincronía con el balance mágico  del bosque y sus habitantes. 
Un buen día, Maléfica conoce a un niño humano, Stefan (Higgins) y entre ellos comienza una amistad, que al crecer, se parece mucho al siguiente paso; el amor.
Sin embargo, Stefan como buen humano, da cabida en su corazón a planes secretos que no le confiesa a Maléfica, mientras que ella cree que Stefan guarda los mismos sentimientos nobles y puros que tenían cuando eran pequeños.
Pero Stefan está lejos de ser tan sincero como  ella cree y un buen día, un ejército liderado por Henry (Cranham) el rey del país vecino, ambicioso de los tesoros que esconde la foresta, decide invadirla.
Por fortuna para los habitantes del reino mágico, Maléfica que se ha convertido en la más poderosa de las hadas, defiende su tierra y tras una batalla logra expulsar al enemigo.
Sin embargo, en el oscuro corazón del humano, una derrota no se olvida el rey Henry pide venganza y ofrece recompensa y con un mucho de ambición,  Stefan actúa para su beneficio sin medir las consecuencias. La suerte se echa para cimentar la venganza.
Por desgracia, ese sentimiento es capaz de nublar cualquier rastro de bondad y las oscuras raíces del odio se expanden en los corazones de Stefan y Maléfica, con terribles consecuencias que se desatarán sobre la más inocente: La recién nacida princesa Aurora.
Cuando Maléfica irrumpe en la sala del trono, donde se lleva a cabo la ceremonia de bautizo de Aurora y dice su breve pero contundente “al cumplir los diez y seis años, antes de que el sol se ponga, se pinchará el dedo con el huso de una rueca” sabemos que la que ríe al último ríe mejor.  Aunque en el camino nos esperen serias sorpresas.

La primera versión de este clásico se le atribuye a Perrault que y fue publicada en 1697, para posteriormente ser  re tomada y adaptada por los hermanos Grimm en 1812. Llegando a la fama de la historia animada con Disney en 1959.
Aunque si bien los personajes y la historia se han retomado varias veces más en el cine.
Pero esta Maléfica es otra cosa, nos presenta el punto alterno de vista de la historia y continua con la recién instaurada saga de las “princesas Disney” que no requieren en lo absoluto de un hombre para salir adelante; tirando duro y a la cabeza a la imagen romántica que tan fervorosamente se habían encargado de perpetuar por décadas, donde la princesa era tan bonita como desvalida, hasta que el amor romántico la llevaba al puerto seguro de los brazos de un hombre (de ascendencia real desde luego) donde su seguridad y futuro estaban asegurados.
Sin embargo, estas nuevas heroínas Disney se las arreglan por si solas (Valiente) o, con el apoyo de otra mujer, como en Frozen.
El tema aquí es que además se plantea esta inesperada cercanía entre no solo la joven princesa y el hada malvada, sino entre dos generaciones y donde además un idílico “retorno a la naturaleza” es un elemento constante,  arropado por la idea de encontrar la paz y el balance entre los reinos de “los hombres” y “las creaturas mágicas” uniéndolos en una alianza diferente a la tradicional “alianza matrimonial”.

Maléfica siempre se había considerado una villana llamativa, poderosa y con un agrio sentido del humor, esencialmente basado en su incapacidad de comprender el amor; siendo  evidente además que, en una trama en la que la princesa duerme cien años, el hada necesitaba encima  de todo eso, poseer una paciencia  infinita; para que cuando las cosas comenzaran a moverse  y Aurora decidiera levantarse, la pobre y paciente Maléfica pudiera realizar el siguiente movimiento.
Pero mientras tanto,  al Aurora caer bajo el hechizo, con o sin bosque de espinos o un siglo de por medio,  Maléfica se dedicaba a disfrutar su venganza hasta la llegada de Felipe, quien se presenta a rescatar a la amodorrada princesa. (A la que más le valdría haber tenido un colchón hiper sofisticado con cubierta anti ácaros y demás, porque mira que dormir 100 años continuos…ya te digo yo)

En la amada versión de 1959, Felipe, el príncipe más proactivo de todas las historias Disney, (comparándolo con sus compañeros ya sea en Cenicienta o en Blancanieves o hasta en la Sirenita, que apenas si tenían acción fuera de cantar o bailar), llegaba, peleaba como los grandes y vencía (vaya pedazo de príncipe)  Sin embargo acá (¡Oh sorpresa!) con eso del neofeminismo al estilo Disney, Felipe  casi no sale a escena y su aporte a la resolución del conflicto es inexistente.
Entonces, ante una etéreamente diabólica Jolie, con o sin alas, todos se doblegan; sus ojos hipnotizantes y su boca de un aterciopelado rojo “sexydiva decadente” conjuntado con unos pómulos que parecen cuchillos de mármol y perversamente apoyado en unas malévolas y deliciosas frases, Angelina se consagra como  “nacida para hacer Maléfica” y eso el director y los directivos de Mickey lo sabían perfectamente desde que la llamaron.

Y aunque le ponen de contraparte a Copley (Distrito 9, Elysium ) y Fanning (Super 8, Ginger y Rosa) quienes  ha demostrado su valía en el campo actoral, es un hecho que la cinta es un “danzón dedicado a” Jolie que logra llevar a la audiencia a esa parte oscura y no visitada nunca antes de la personalidad de Maléfica y consigue hacerla perturbadoramente humana desde que el narrador omnisciente empieza por decir “la historia que todos conocen, no es la verdadera”…

Si piensas que por llamarse Maléfica la trama será oscura y aterrorizante, el hecho es que no,  pues además de varias dosis de humor negro cortesía  del hada de los cuernos, cuenta con  las actuaciones de tres estupendas actrices inglesas: Lesley Manville, Imelda Staunton y Juno Temple; que hacen a las tradicionales Flora, Fauna y Primavera; solo que un poco más despistadas y belicosas que sus antecesoras animadas; mientras que Sam Riley encarna a la mascota /informante del hada: el “casi siempre” cuervo Diaval.


Stromberg como experto en efectos especiales se lanza con todo en su opera prima y llena la pantalla, en un  delirante desfile, con toda clase de seres, paisajes y demás elementos de la foresta  que brillan incandescentemente en medio de la noche o tratan de repeler las fuerzas invasoras y hasta se transforman en un dragón de aliento de fuego, sumergidos en un carnaval de colores y alucinantes combinaciones de peces, duendes, pájaros y batracios. Y una vez más Maléfica y sus trucos  seducen la trama.
En definitiva centrada en Angelina, y apoyada con varios efectos especiales, Maléfica logra dar un inesperado giro en las historias de cuentos de hadas ya que por primera vez el hada es la verdadera protagónica, mostrándonos facetas  desconocidas de sus personajes, dándoles sin lugar a dudas interesantes volteretas y proveyéndolos de una nueva complejidad que en tantos años de conocerles jamás hubiéramos imaginado. 

Director: Robert Stromberg
Reparto: Angelina Jolie, Elle Fanning, Juno Temple, Lesley Manville, Sam Riley, Sharlto Copely, Miranda Richardson, Imelda Staunton Isobelle Moloy, Michael Higgins, Brenton Thwaites
País: Estados Unidos/ Inglaterra
Año: 2014
Género: Cuentos de Hadas, Fantasía
Duración: 1 hr. 38 min.
Clasificación: Toda la familia, aunque no se recomienda para niños muy pequeños.
Fecha de estreno en México: 30 de Mayo

No hay comentarios: