Islandia es para muchos una especie de
territorio helado, agreste, salvaje e ignoto y frecuentemente la realidad no
está muy alejada de esa imagen creada en el inconsciente colectivo.
El clima y las condiciones de vida han
moldeado una sociedad y una manera de existencia particular adaptadas a la
tundra, y si en todo el planeta las delicadas relaciones en lo que al más puro
estilo del Rey León se llamaría “el circulo de la vida” esto es particularmente
cierto en cuanto más extremas son las leyes de la naturaleza y entonces, en
medio de esta relación encontramos al hombre y a uno de sus más añejos
compañeros: el caballo.
Erlingsson entrega en su primer largometraje una entrañable, pero al
mismo tiempo extrema, relación entre los corceles y sus propietarios y en estas
historias llenas de un particular sentido de “humor negro” o digamos,
“realistamente áspero”, o “cruel”, nos va relatando como, dentro de la
muy cerrada comunidad la vida se desarrolla hombro a hombro (o a pata, como se
quiera)
Historias de caballos y de
hombres estuvo compitiendo por ser nominada a la categoría de mejor
película extranjera en el Oscar y aunque su título y género podrían sugerir que
los amantes de los caballos podrían disfrutarla ampliamente, la verdad es que
tiene ciertos momentos en los que el realismo desnudo y sin adornos puede ser
tremendo y cruelmente abrumador (No se alteren, se especifica que ningún animal
fue lastimado en la filmación y que los protagonistas son amantes o poseedores
de caballos) Erlingsson deja muy claro que esta simbiosis entre el hombre y el
animal, como todas las relaciones en la vida, no está exenta de belleza, rudeza
y profundos lazos entre la vida y la muerte.
De entre las historias que se nos relatan está la de Kolbeinn
(Sigurdsson), un prominente miembro de la pequeñísima comunidad, y poseedor de
Grána una magnifica yegua que todos los vecinos admiran. (Los vecinos siempre
están atentos a todo lo que sucede, aunque cada casa este separada por
cientos de metros) pero, un día durante un paseo, la yegua y Kolbeinn
(ambos) sufren una flagrante humillación.
Para sorpresa de todos, el hombre toma una resolución fulminante ante
esto.
Solveig (Bøving) es amiga y pretendienta de Kolbeinn y poseedora de
Brúnn, el garañón que causa el incidente con el hombre y su yegua.
Como en toda pequeña comunidad, esta tiene al “borrachito del pueblo”
Vernhardur que realiza una labor titánica (montando su caballo Jarpur, que es
una especie de Michael Phelps equino) sólo para alcanzar un barco ruso y
comprar alcohol. Y la naturaleza sigue su curso.
Grimur es un hombre al que le gusta que los caminos estén sin cercas y
se propone, con la ayuda de sus caballos (y unas pinzas) acabar con las cercas
que su vecino Egill ha colocado; cuando Grimur rompe el alambre de púas la
cerca se viene abajo y la naturaleza sigue su curso.
Johanna es una joven poseedora de caballos y tiene una yegua de ojos
azules que es su preferida: Raudka, a la que se empeña en domar. Pero Raduka
ama su libertad.
En medio de todo esto, Juan Camillo es un hispano que quiere
integrarse a la comunidad y aprender a convivir y montar caballos. Su
bautizo en el tema será dado a base de hielo y una especie de alumbramiento. Y
una vez más, la naturaleza sigue su curso.
Aunque el director nos instala en medio de una comunidad aislada, toda
ella es un microcosmos, donde confluyen personas de distintas nacionalidades y
todos son bienvenidos a participar de una manera u otra en esta vida de la
tundra.
Todos al final se relacionan con los caballos y en especial con los
caballos salvajes, a cuya captura se avocan comunitariamente.
De esta manera Erlingsson imbuye al espectador en este mundo y esta
forma de vida llena de inclemencias y a la vez de una cautivante y extraña
belleza indómita.
Premios
2013 Premio Kutxa-Nuev@s Director@s. Festival
Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián. España. │Premio Edda a mejor
película, mejor director, mejor guión original y mejor actor. Academia de Cine
y Televisión Islandesa. │Premio del público a mejor película nórdica y premio
FIPRESCI. Festival de Cine de Gotemburgo. Suecia. │Mejor director. Festival
Internacional de Cine de Tokio. Japón.
Benedikt Erlingsson
Islandia, 1969
Es una de las figuras más destacadas del teatro en Islandia. Ha recibido
varios Grima (los premios islandeses de teatro) por su trabajo como director,
autor y actor, y es muy conocido en su país por haber actuado en la serie
televisiva Fóstbræður (1997-2001), que ganó numerosos Edda (los premios
islandeses de cine y TV). También ha participado como actor en varias películas
como El jefe de todo esto (Direktøren for det hele,
2006) de Lars von Trier. Historias de caballos y hombres es su
primer largometraje, reconocido en diversos festivales internacionales.
Filmografía
2007 Takk fyrir hjálpið, cortometraje
2008 Naglinn, cortometraje
2013 Hross í oss (Historias de caballos y hombres)
Director: Benedikt Erlingsson
Reparto: Ingvar Eggert Sigurðsson, Charlotte Bøving, Steinn Ármann,
Helgi Björnsson, Kjartan Ragnarsson, Atli Rafn Sigurðarson, Juan Camillo Román
Estrada, Sigríður María Egilsdóttir.
País: Islandia / Alemania
Año: 2013
Género: Comedia, Drama,
Duración: 81 min
Clasificación: Mayores de 15, Violencia, Breves escenas sexuales
Fecha de estreno: 5 de Junio
Exhibiendose tambien en Cineteca Nacional
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