jueves, 14 de agosto de 2014

EL GIGANTE EGOÍSTA (SELFISH GIANT)

Por Fabián Quezada León
Después de que el tema del crudo realismo social en Inglaterra se esmerara en mostrar la cara más lejana de Kensington, y que alcanzara su exponente más claro con Ken Loach en el cine, varios directores siguieron su marca, entre ellos están nombres como Arnold, Asante, Gharavi Crusading y ahora Barnard, quien nos lleva directo y sin escalas a este sensible punto que expone de manera dolorosa el desamparo en el que existen miles de personas en una de las capitales mas cosmopolitas del planeta. Como si no hubiera pasado el tiempo y en una dimensión paralela estas clases sociales marginadas y marginales se hubieran multiplicado llevando sus penosas condiciones de vida al extremo.

Para ello Barnard se vale de una referencia decimonónica: Nada más y nada menos que El Gigante Egoísta de Wilde

Arbor (Chapman) y Swifty (Thomas) son dos adolescentes de Bradford. Magníficamente retratados por sus jóvenes actores. Ambos representan los extremos de un mismo continuo salpicado por la pobreza, el desamparo, el hambre y la corrupción que son solamente incrementadas por la violencia en que el medio ambiente se desarrolla.

Arbor es un buscapleitos con demasiadas ambiciones e innumerables requerimientos; hijo de una madre sola, con un hermano mayor con problemas de adicción y con él mismo sufriendo de TOC.

Swifty es un buen tipo, demasiado pobre, miembro de una familia muy numerosa y demasiado tranquilo como para defenderse de los múltiples actos de bullying, de los cuales Arbor lo rescata. Hasta que esto causa que Arbor sea expulsado definitivamente de la escuela y Swifty sea cesado un tiempo.

Esta situación solamente exacerba las ansias de Arbor por hacerse de dinero fácil y propicia su entrada en el oscuro mundo del tráfico de basura metálica.  Arbor está convencido que eso lo hará ganar suficiente dinero. Lo que no prevé es hasta dónde lo va a llevar su ambición.

Es evidente que hacer la adaptación de un cuento decimonónico con una visión muy romántica de la vida a la realidad actual carente de todo en la que se desarrolla la historia, supone la aplicación de una estructura de figuras literarias que ayudarán a hacer las similitudes reales o sugeridas, para entregar una obra devastadora en la que los cuestionamientos están a la orden del día.

Barnard lleva el mítico jardín a convertirse en un sucio y corrupto basurero de metal y a estos niños que vagan de la violencia a la inocencia, en las únicas víctimas de una sociedad opresiva y podrida. Viven violentamente, ambiciosamente y reaccionan agresivos ante el golpe cotidiano de la realidad: al mismo tiempo odian y quieren amar.Pero de ambas cosas son excluidos.

Y ante una perspectiva de vida tan asfixiante, los escapes son necesarios y casi perdonados; la droga o las carreras clandestinas de caballos de tiro, donde una multitud enfebrecida persigue a los carruajes gritando y delirando a bordo de camionetas, azuzando a los corceles como una jauría humana.  

Tratando de establecer puentes con la historia original, aunque lejanas en tiempo y forma, las raíces se entrelazan bajo la superficie. El egoísmo de una sociedad conformada por gigantes en el sentido de que son superiores en poder físico o económico, donde las reglas se imponen y es evidente que los chicos solamente son arrastrados con ellas en un tormento que los va destrozando, llenándolos de heridas, de sufrimiento y de incomprensión; cercándoles cada vez más, ya no digamos un futuro lejano, si no "el momento que siga" a base de negarles la mínima opción.  



Tras el éxito de su documental The Arbor (2010), Clio Barnard vuelve a la pantalla grande con su primer largometraje de ficción, El gigante egoísta (2013), filme merecedor del premio Label Europa Cinemas en el Festival de Cine de Cannes 2013 
 
El gigante egoísta fue una de las películas finalistas seleccionadas por el parlamento europeo para los Premios LUX 2013, lo que le hizo acreedora a un financiamiento para subtitular la cinta a las 23 lenguas oficiales de la comunidad europea y su adaptación para invidentes y el doblaje especial para personas sordas.

LA DIRECTORA

Clio Barnard

Santa Bárbara, Estados Unidos, 1965

Aunque nació en Estados Unidos, ha vivido prácticamente toda su vida en el Reino Unido. Su trabajo como artista la ha llevado a exponer en importantes galerías de todo el mundo como el Museo Nacional Británico de Arte Moderno (Tate Britain) y el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). The Arbor, su opera prima, sobre la vida de la dramaturga británica Andrea Dunbar, fue reconocida en un gran número de festivales internacionales, entre ellos el Festival de Londres y el Festival Punto de Vista de Navarra, España. El gigante egoísta es su primer largometraje de ficción.

Filmografía

2002 Random Acts of Intimacy (cortomatraje para la televisión)

2003 Flood (cortometraje)

2010 The Arbor (documental)

2013 El gigante egoísta



Dirección: Clio Barnard.

Reparto: Conner Chapman (Arbor), Shaun Thomas (Swifty), Ralph Ineson (Johnny Jones), Sean Gilder (Kitten), Ian Burfield (Mick Brazil).

País: Reino Unido

Año: 2013

Género: Drama

Duración: 91 min.

Clasificación: Mayores de 15, Violencia.  

Fecha de estreno en México: 14 de Agosto

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