Es
un día más de ir a la iglesia y el vecindario se reúne para escuchar las
lecturas y el sermón del día, el cual posee una máxima interesante: Hay que
ofrecer la otra mejilla. Un acto que nuestras GCB deberán reflexionar muy
profundamente.
Pero
ya tendrán tiempo de meditarlo después, ahora la noticia es que Ripp y
Carlene hacen la invitación formal a su
acostumbrado baile anual de aniversario de bodas, cuyo tema será “Lo que el
viento se llevó”… y sobra decir que esta fiesta nadie, pero nadie, se la quiere perder.
Durante
la hora del café, Sharon y el pastor Tudor discuten las múltiples tareas que
tiene Sharon, ya que es la Madrina de honor. Es la primera vez que ha sido
distinguida con este cargo y eso la tiene extremadamente nerviosa, que es mucho
menos de lo que se puede decir de cómo se encuentra Carlene, al descubrir
varias veces las caras de “te mando beso” que se hacen Amanda y su hermano,
Luke. Pero como buena cristiana decide poner en práctica el lema del sermón: va
a ofrecer la otra mejilla.
Cricket
y Blake regresan a Dallas a bordo de su jet privado. Blake está muy
entusiasmado por las perspectivas de un nuevo negocio que tienen entre manos,
el cual parece ser que prácticamente se “maneja solo” ¡un banco de esperma!! Pero
estos pensamientos lo llevan a pensar en que, después de todo, los bebés son
uno de los milagros de Dios…. Y tal vez… tal vez sería tiempo de que él y Cricket
pensaran en tener otro… Obviamente, Cricket está punto menos que desinteresada
en el tema…
En
casa de Gigi, Luke deja boquiabierta a Amanda al invitarla al baile de Carlene…
pero ella lo desanima. Ir a ese baile es una muy mala idea.
Cuando
Luke se marcha, Gigi, hace entrar en razón a Amanda ¿Acaso está loca? Cómo se
pone a rechazar una invitación del hombre que supuestamente ama.
Sí,
para variar, Amanda metió la pata… así que sale corriendo rumbo a casa de
Carlene para retractarse de su decisión, sin imaginar que va a caer en una trampa.
Carlene
y las GCB están probándose vestidos y cuando Carlene escucha que Amanda planea ir
a su festejo, casi cae muerta de la impresión. Pero, saca fuerzas de flaqueza
y, decidida a poner la otra mejilla, acepta, no solamente que Amanda vaya a la
ceremonia, sino que decide despojar a Sharon de su cargo de madrina y pasárselo
a Amanda. Este asunto, definitivamente no le gusta nada a Sharon, es más, esto
podría causar consecuencias desastrosas….
Amanda
queda petrificada cuando ve que Sharon llega con una compilación (del tamaño de
una enciclopedia) de algo que vendría a
ser la versión de “cómo ser una buena madrina” y se lo regala “dulcemente”.
Desde
luego, aprovecha la oportunidad de comunicarle a Amanda cuál será el tema de la
fiesta de aniversario nupcial, la cual ahora será oficialmente presidida por
Amanda.
Más
tarde, cuando Carlene abre los regalos, el que proviene de Amanda es… bueno,
digamos un regalo “solo para adultos” con eso le queda muy claro a la pobre
Amanda que cayó en una trampa que le tendió Sharon.
Las
labores de organizadora/madrina sobrepasan las capacidades de Amanda, y se trata
de consolar con Luke, pero él le advierte que siempre en las fiestas de
aniversario de Carlene algo sale mal. La tranquiliza diciéndole que
difícilmente algo podría ser peor que aquella vez que en plena ceremonia de
aniversario de su hermana lo sorprendieron a él consumiendo, llamémosles…
“sustancias ilegales” o el día en que él extravió el certificado de bodas de su
hermana.
Eso
definitivamente da un respiro a Amanda, ya solamente falta organizar una
fiestecilla tipo “despedida de soltera” seguro será pan comido…
No
podría estar más equivocada… resulta que Carlene se obstina en cazar ella misma
algún venado para incluirlo en la cena de la ceremonia; así que…. Las chicas de
GCB deben salir ¡de cacería!!! Sin saber nada de eso, Amanda llega vestida como
para cocktail, (un clásico vestidito corto negro y zapatillas de un tacón
altísimo) pero ¡oh decepción!… eso no combina para nada con los sofisticados
trajes de safari que sus “amigas” están usando…
Antes
de salir de cacería, Sharon “amigablemente” previene a Amanda sobre Luke, al
fin de cuentas, ella no es la primera chica que Luke lleva a estas ceremonias…
bueno, haciendo cuentas ella sería algo así como la número… ¡17!!! Lo cual no
es nada raro, porque al parecer, Luke se ha hecho a él mismo la promesa de
nunca repetir acompañante dos años…
Las
chicas de GCB han decidido llamar a este simpático acto “la maldición” al
parecer, Amanda desconoce muchos aspectos de la vida de su “noviecito”…
Después de las palabras de Sharon, Amanda y Carlene se preparan para atrapar
alguna presa. Desde luego, Amanda aprovecha esta situación para tener una
pequeña charla con Carlene.
Carlene
niega terminantemente a Amanda que tuviera algo que ver con el propósito de
Sharon para arruinar su romance con Luke y tienen una discusión. Amanda decide
que ya está harta de la sesión de cacería (y de Carlene) y decide retirarse; pero al salir de ahí, tira
su arma que se dispara dándole a Carlene en la retaguardia.
Mientras
tanto, Cricket y Heather tienen un tiempo para intercambiar chismes y
confidencias, porque al ser compañeras de caza se ponen a platicar. Al mismo tiempo
que esperan poder cazar y ganarse el trofeo que ofrece Cricket.
En
lo que dura su “cacería”, Cricket confiesa a su amiga que se niega a tener otro
hijo ya que cree que la prueba definitiva de que no es “material de maternidad”
es su hija Alexandra… sabe que puede ser sobresaliente en muchos aspectos y
tareas pero… ser un modelo de madre abnegada… francamente…no.
Heather
le dice que no se juzgue tan duramente, que a ella le parece que es una buena
madre. Y lo mejor es que... Blake y ella son un magnífico equipo. En eso están
cuando por el Walkie Talkie, Amanda les interrumpe diciéndoles que… ejem… hubo un “pequeño accidente”
Las
GCB se le van materialmente encima a Amanda porque la acusan de haber disparado
a Carlene “a sangre fría”. Luke intenta
defender a su novia pero Carlene esta enfurecida; no le cabe en la cabeza cómo, de todas las partes de su pequeño y
perfecto cuerpo, Amanda tenía que herirla justamente ¡en el trasero! Desde
luego Amanda trata de hacer todo lo posible por hacer menos tensa la situación,
diciéndole a Carlene que… bueno, pudo haber sido peor… que debe recordar que
cada vez que ha celebrado su aniversario algo terrible pasa… por ejemplo cuando
Luke perdió su acta de matrimonio… (ooooops!!! Mal, Amanda, maaaal)
Carlene
cree que va a morir… Acaso… ¿Acaso significa que ella y Ripp no están realmente
casados??? El cataclismo es devastador, Amanda comprende demasiado tarde que…. Jamás
debería de haber abierto la boca…
Amanda
no sabe en dónde meterse y va muy apenada con Luke a pedirle perdón… pero por
otro lado, no puede dejar de pensar en las malévolas palabras de Sharon acerca
de “la maldición” de las citas de Luke que se presentan en los aniversarios de
Carlene, sobre todo porque eso sólo la convierte en un número más en la
apretada “libretita negra” de Luke… Pero al mismo tiempo, trata de convencerse
que todo el mundo puede tener cambios, ¿qué si Luke fue un mujeriego toda su
vida? … puede haberse corregido ¿no? Él le ha dicho que ella es todo en su vida…
pero una pequeña “vocecita interna” le dice que francamente, no debería estar
taaaan segura.
Obvio,
Luke se molesta con las sospechas de Amanda, él ha oído muchísimos chismes
sobre la clase de “chica mala” que ella
era, sin embargo él creyó que ella había cambiado. No se explica por qué ella
no puede creer en él.
De
regreso en casa, Carlene, toma una dosis de calmantes para “adormecerse” y
justo ahí es cuando Sharon llega de visita.
Carlene
sigue shockeada acerca de la noticia de que probablemente su boda con Ripp ni
siquiera exista y aunque Sharon trata por todos los medios de reanimarla
Carlene está muy deprimida. Sharon, como
no queriendo, deja caer en la conversación el asunto de que, después de todo, y
tras de lo que le hizo, Amanda no debería seguir teniendo el puesto de madrina
de honor…
Bueno…
ni qué decirlo, Carlene se pone como loca… ¿¡Cómo puede pensar Sharon en algo
como el puesto de madrina, mientras ella está postrada en el lecho del dolor?! ¡Es
increíble! ¡El puesto de madrina no tiene ninguna importancia, por el amor de
Dios! Sharon queda demudada… ¡a Ella Sí le importa!
Eso
es más de lo que Sharon puede soportar, se levanta enfurecida y sale de casa de
Carlene tan rápido y violento como puede.
Mientras
todo lo que ronda en la cabeza de Carlene es su situación matrimonial, Cricket y
Blake están enfrascados en una discusión acerca de tener o no otro hijo. En
especial de un punto. Cricket no teme tener hijos con Blake, sino criarlos
sola. ¿Acaso se ha dado cuenta de que si tienen otro hijo su pacto de
permanecer juntos deberá extenderse por al menos veinte años? Blake la mira y
le responde tranquilamente que desde luego que ya lo había pensado y que a él
no lo inquieta eso, que seguirá jugando ese juego tanto como ella esté
dispuesta a jugarlo. Cricket se enternece, se da cuenta de que al fin de
cuentas se sacó la lotería con ese hombre.
Amanda
está en problemas con Luke, parece que todo está en su contra.
Pero
Gigi, siempre dispuesta a brindar su sabiduría de madre sureña a su hija, le
aconseja que aunque las cosas estén mal con su novio, aún puede recomponer el
camino con Carlene. Tal vez al hacer las paces con ella pueda acercarse de
nuevo a Luke, además tiene pruebas de que Carlene estaba tratando de ganársela
al hacerla madrina. Amanda fue quién siguió
en la necia de desconfiar de Carlene.
La
cuestión es que aunque Amanda se ponga de rodillas, el pedirle perdón a Carlene
va a ser un estruendoso fracaso.
Carlene,
que está fatal por el dolor, le ordena a Carmelita (su muchacha) que haga
pedazos su vestido de la ceremonia de aniversario y también todos los
recuerditos que iba a dar. Ahora que sabe que su boda jamás existió, nada de
eso tiene sentido. Amanda va tras
Carmelita y la frena, cree que Carlene está a punto de cometer el error más
grande de su vida, algo de lo que podría arrepentirse por años.
En
un manoteo entre ambas, Carmelita deja caer accidentalmente una caja donde se
guarda el arreglo del pastel de boda de Carlene que se hace añicos. En medio
del destrozo aparece… ¡el certificado de matrimonio de Carlene!!! Amanda toma
el certificado y sale corriendo dispuesta a enmendar todo el malentendido.
Amanda
va corriendo a la oficina del juez dispuesta a que rehagan el certificado. En
la oficina se encuentra con Luke, que ha estado tratando de convencer a las
autoridades de que hagan el trámite.
Pero
el encargado es un poco necio, así que Amanda, viendo que el tipo podría
sucumbir a sus atributos femeninos, pone sus encantos al ataque. Por desgracia
el encargado resulta un nerd al que ella molestó durante su época de prepa y se
niega terminantemente a ayudarlos…. A menos…
que Amanda le muestre los senos. Amanda le da un flashazo. Todo sea por Carlene…
De inmediato obtienen el certificado.
En
la iglesia, Carlene, Heather y Cricket se preparan para la ceremonia, cuando
Sharon las interrumpe. Carlene se siente fatal por la manera en la que trató a
su amiga, fue una villanía quitarle el puesto de madrina de honor, ambas se
reconcilian. Y en muestra de su respeto, Carlene le regresa a Sharon el parasol
“Melanie Wilkes” de madrina de honor (recordemos que el tema del aniversario es
“Lo que el viento se llevó”)
Amanda
y Luke llegan a la iglesia justo antes de que la ceremonia comience Carlene
agradece a Amanda su ayuda (aunque enseñar los senos a un fulano sea un pecado)
y ambas se miran amistosamente. Pero casi de inmediato, Carlene recupera su “actitud
normal” y corre de la iglesia a Amanda y Luke. No son dignos de estar en la
casa de Dios. Sin embargo, si quieren pueden ver desde la puerta la ceremonia.
Amanda y Luke se miran, él fue un mujeriego, ella una “chica mala” pero, eso ha
quedado ahora en el pasado, las personas cambian… y ambos desean olvidar y
mirar hacia adelante. ¿Qué mejor que sellar este comienzo con un beso?
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