Por Julia Elena Melche.
Melancolía,
título del reciente film del danés Lars Von Trier, y el estado anímico de sus desequilibrados
personajes, seres que se esfuerzan en vano por ser felices y vencer sus miedos.
Se trata de una inmejorable disección en frío del espíritu humano, una crónica
demoledora a partir de un cuadro de varios personajes de clase alta. Justine
(Kirsten Dunst) y Michael (Alexander Skarsgard) van a celebrar su boda con
una suntuosa fiesta en la lujosa mansión
de campo de Claire (Charlotte Gainsbourg de Anticristo) hermana mayor
de Justine, quien se encargó de organizarla junto con su marido John (Kiefer
Sutherland). La celebración transcurre en un ambiente tenso y hostil, donde se
hacen presentes reproches, amarguras, odios y desprecios familiares. Mientras tanto, un misterioso planeta se aproxima a la Tierra y su llegada
será devastadora.
Desde el inicio de la cinta se percibe un aire
desesperanzador y de tragedia, acompañado por las insistentes notas de la ópera
Tristán e Isolda de Wagner. La carga emocional es sostenida por las tensas
relaciones de las dos hermanas, cuyos estados anímicos chocan. A la depresión
inicial de Justin se contrapone el equilibrio de Claire, pero luego habrán de
invertirse los roles y veremos a una tranquila Justine, mientras Claire es víctima
del desasosiego y la desesperación.
El filme está dividido en dos partes, cada una de ellas
toma como título el nombre de las hermanas con el fin de subrayar las
debilidades de cada una. Justine muestra
su descontento por los convencionalismos sociales y su incomodidad por la
fiesta, que termina en un caos total. Claire está convencida que la Tierra va a
desaparecer cuando sea colapsada por el planeta que se aproxima y eso incrementa
su depresión. A las dos hermanas, se une la figura de Gaby (Charlotte
Rampling), la madre de ambas, un ser nefasto que destila veneno y rencor. De
nueva cuenta, los personajes femeninos del cineasta son los desequilibrados de
la historia, los “malos” del cuento y blanco de torturas.
EL
REALIZADOR.
El cine del reconocido guionista y cineasta danés Lars
Von Trier se caracteriza por una visión crítica, dramática y pesimista del
mundo y sus sociedades. Junto con su coterráneo Thomas Vinterberg, creó el
movimiento fílmico vanguardista Dogma 95, totalmente anti-hollywood, que
consiste en filmar en lugares naturales y no en sets cinematográficos. El
rodaje es con cámara en mano, a colores
y ausencia de luz artificial. No debe haber crímenes en la historia y están prohibidos los efectos ópticos en un
rechazo del uso de efectos especiales. El
nombre del director no debe aparecer en los créditos. Entre sus cintas
más importantes se encuentran Europa, Medea, Rompiendo las olas, Bailando
en la oscuridad, Dogville, y recientemente Anticristo, donde los temas
del apocalipsis emocional y la desesperanza son evidentes.
De personalidad irreverente, Lars Von Trier levanta
escándalos con sus provocadoras cintas. En el pasado Festival de Cannes lo
declararon persona non grata por haberse manifestado un simpatizante de Hitler,
aunque luego ofreció una conferencia de prensa donde reconocía que el líder
nazi había hecho cosas equivocadas. En las cintas de Trier las mujeres han sido
siempre las antiheroínas y blanco de vejaciones por una sociedad mayormente
masculina. En Bailando en la oscuridad y Dogville fue evidente el discurso misógino
del director, en Anticristo agrega lo carnal como elemento irracional mediante
una insana sexualidad que envuelve a los personajes. En Melancolía las mujeres
padecen crisis, depresiones y son inestables anímica y mentalmente.
Dirección: Lars Von Trier.
Reparto: Kirsten Dunst,
Alexander Skarsgard, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, Charlotte
Rampling, John Hurt y Udo Kier.
País: Dinamarca, Francia, Suecia, Alemania e Italia.
Año: 2011.
Género: Drama y Ciencia-ficción.
Duración: 139 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 27 de julio de 2012.
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