viernes, 10 de agosto de 2012

EL VENGADOR DEL FUTURO (TOTAL RECALL)



Por: Fabián Quezada León

Adaptada de una historia corta de Philip K. Dick “We Can Remember It for You Wholesale” que ya había sido llevada a la pantalla por Paul Verhoeven en 1990 ahora sufre un giro a manos del director de Underworld,  Wiseman.
Vamos a ver; el planeta ha sido casi destruido (vía una guerra bioquímica) que ha dejado poquísimas zonas habitables en él. Una situada en lo que sería Inglaterra y la otra en Australia (La Federación Unida de Bretaña y la Colonia respectivamente) En este super poblado y estéticamente similar escenario a Blade Runner(1982) se desarrolla esta “adaptación” en la que Douglas Quaid (Farrell) es un trabajador de una fábrica, que lleva una aparentemente sencilla y poco espectacular existencia;  tiene una esposa, Lori (Beckinsale) y todo parece estable, hasta que acude a un sitio llamado Rekall que es una especie de “proveedor de servicios” especializado en brindar a sus clientes, una especie de “realidad inducida” de acuerdo a sus aficiones y deseos. La única condición existente es que no se sea ya lo que se pretende vivir “artificialmente”.

Al brindarle opciones, sale la de “ser un agente secreto” y esa le parece atractiva. Al serle inducida la memoria, se dan cuenta de que Douglas en realidad tiene un “pequeño secretito” (o tal vez para concordar con el tema diríamos “olvido”) ; pero es demasiado tarde; la “otra realidad” (cualquiera que sea la real) se ha desatado. La autoridad entra y de repente Melina (Biel) una seductora  soldado rebelde, se une a él, para ir en busca de Matthias (Nighy) el líder de la resistencia. Douglas va a tener que afrontar las consecuencias de andar siendo “curioso” y reencontrar cual de todas las situaciones es en verdad la que le corresponde y cual es solo un implante completamente falso.

¿Qué sucede con las “adaptaciones” cuando deciden “irse por la libre”? sin duda esta versión de Total Recall ofrece un menú suficiente como para detenerse a pensar una, o más veces, en un replanteamiento de cómo o hasta dónde se vale “adaptar” o transformar una historia.
El relato original y la primera versión nos plantean un universo “semejante pero no idéntico” a esta, y se dispara a tal forma de ella, que hasta se podría plantear que la misma idea se metió a una maquina de Rekall y el resultado fue esta nueva versión.
Lo primero que salta a la vista es que el inquietante relato de qué es, o qué no es, la realidad (el eje original de la historia misma) se va diluyendo bajo el peso de la rapidez y la multiplicidad de efectos.
Es evidente que la dinámica narrativa de este siglo exige una complejidad en el discurso mucho más acelerada que en los 90’s, pero la validez del personaje y lo realmente intrigante y hasta atemorizante, del conflicto de Douglas no es para verse únicamente con el lente de la acción, la búsqueda de la veracidad de la realidad es un problema mucho más complejo que “patada, patada, giro, disparo”
¿Qué es lo que entonces aporta esta versión?, tal vez para una generación que aún no había nacido en el 90 y que por alguna rarísima razón no ha visto la original con Arnold,  le da un relato, masticado y poco uniforme de la validez (y veracidad)  de la memoria y muchísimos efectos especiales. Aunque no se pueda decir que están ambientados ni apoyados por elementos completamente nunca antes vistos pues hay una serie de referencias a cintas de acción y ciencia ficción futuristas, desde Blade Runner hasta I Robot, o El Quinto elemento y a la misma primera versión del Vengador del futuro.  
En un tiempo donde cada vez se recuerda menos de forma natural y se confía más en lo que se ha registrado de alguna manera “no humana”,  y donde se tiende a creer más en lo que se ve en un USB que en lo que se recuerda con la mente el tema no deja de ser inquietante; lástima que en esta ocasión se le deja de lado.
Por ejemplo, en la primera versión hay varias cosas que se dejaron de lado en esta “adaptación” y/o que sólo se traen como un “elemento fugaz” (¿o será una memoria alterada?) en esta versión pero que acá desencajan casi como si fuera una colección de “memorabilia” que no sirven a la narración más que para adornar. 
Evidentemente las secuencias de acción son brillantes, llenas de golpes, disparos, peleas y persecuciones,  pero que son solo adorno y no sirven de soporte para apoyar el tema básico, la veracidad de la memoria. Nos faltó entrar más en contacto con esa parte de los personajes. 

Entonces, toda esta parafernalia se queda flotando en el espacio como las construcciones de la ciudad donde habita Douglas. Al nivel de solo ser “ambientación” pero que acaba por transformarse en el tema de la película.

La primera Total Recall además  tiene una memoria “afectiva” para este país porque se filmó en el D.F. Las instalaciones del metro, del drenaje, del INFONAVIT y hasta de la glorieta del metro Insurgentes,  son parte de este universo futurista extravagante, en el que Arnold trataba de solucionar sus problemas de percepción de la realidad. Ahora da lo mismo dónde corra y brinque Colin y la voraz Kate, los personajes y sus conflictos pasan a segundo término desplazados por la acción.

Esto nos lleva directamente a… ¡Las patadas!. Kate Beckinsale patea traseros más fuertemente que en cualquiera de sus secuelas de Underworld, y cuando pelea con Biel es disfrutable, pero cuando la vemos enfrentada a Nighy… no podemos dejar de tener un dèjá vu… ¿será que se buscó deliberadamente alterar la memoria con eso?

Y regresando al comienzo, la pregunta sobre la validez de la adaptación, se ve seriamente comprometida al sin sentido, justo en la tercera parte de la cinta, al desligar los lazos del problema del personaje, de su implicación en conflictos que se relacionan con quién es realmente y cómo puede dilucidar entre hacer caso o no a sus “corazonadas” (porque no puede fiarse de sus recuerdos) y cómo la ambición de unos significaría una masacre de casi todos, no logra conmover, porque al fin de cuentas se está tan atrapado por los efectos y por la velocidad en la que se deben resolver las cosas que da lo mismo si el desenlace implica masacrar a la mitad de la población mundial, porque, después de todo, a lo mejor ni siquiera son reales.  
Al final el relato se sacrifica adaptándolo de una manera selectivamente cruenta a ser un recuento de acción, tipos malos ambiciosos, persecuciones, patadas, disparos y explosiones, disparo/patada/golpe/giro/salto y muchísimos efectos.
Nivel de historia original remanente: 10% efectos 90%

Director: Len Wiseman
Reparto: Colin Farrell, Kate Beckinsale, Jessica Biel, Bryan Cranston, Bokeem Woodbine, Bill Nighy
País: Estados Unidos
Año: 2012
Género: Acción/aventura/Sci Fi
Duración: 1 hr. 49 min.
Clasificación: Mayores de 13. Secuencias de intensa acción de ciencia Ficción y violencia, referencias sexuales y breves desnudos.
Fecha de estreno en México: 10 de Agosto

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