Adaptada
de una historia corta de Philip K. Dick “We Can Remember It for You Wholesale” que
ya había sido llevada a la pantalla por Paul Verhoeven en 1990 ahora sufre un
giro a manos del director de Underworld, Wiseman.
Vamos a
ver; el planeta ha sido casi destruido (vía una guerra bioquímica) que ha
dejado poquísimas zonas habitables en él. Una situada en lo que sería
Inglaterra y la otra en Australia (La Federación Unida de Bretaña y la Colonia
respectivamente) En este super poblado y estéticamente similar escenario a Blade Runner(1982) se desarrolla esta “adaptación” en la que Douglas
Quaid (Farrell) es un trabajador de una fábrica, que lleva una aparentemente
sencilla y poco espectacular existencia; tiene una esposa, Lori (Beckinsale) y todo
parece estable, hasta que acude a un sitio llamado Rekall que es una especie de
“proveedor de servicios” especializado en brindar a sus clientes, una especie
de “realidad inducida” de acuerdo a sus aficiones y deseos. La única condición
existente es que no se sea ya lo que se pretende vivir “artificialmente”.
Al
brindarle opciones, sale la de “ser un agente secreto” y esa le parece
atractiva. Al serle inducida la memoria, se dan cuenta de que Douglas en
realidad tiene un “pequeño secretito” (o tal vez para concordar con el tema
diríamos “olvido”) ; pero es demasiado tarde; la “otra realidad” (cualquiera
que sea la real) se ha desatado. La
autoridad entra y de repente Melina (Biel) una seductora soldado rebelde, se une a él, para ir en
busca de Matthias (Nighy) el líder de la resistencia. Douglas va a tener que
afrontar las consecuencias de andar siendo “curioso” y reencontrar cual de
todas las situaciones es en verdad la que le corresponde y cual es solo un
implante completamente falso.
¿Qué
sucede con las “adaptaciones” cuando deciden “irse por la libre”? sin duda esta
versión de Total Recall ofrece un menú suficiente como para detenerse a pensar
una, o más veces, en un replanteamiento de cómo o hasta dónde se vale “adaptar”
o transformar una historia.
El
relato original y la primera versión nos plantean un universo “semejante pero
no idéntico” a esta, y se dispara a tal forma de ella, que hasta se podría
plantear que la misma idea se metió a una maquina de Rekall y el resultado fue
esta nueva versión.
Lo
primero que salta a la vista es que el inquietante relato de qué es, o qué no
es, la realidad (el eje original de la historia misma) se va diluyendo bajo el
peso de la rapidez y la multiplicidad de efectos.
Es
evidente que la dinámica narrativa de este siglo exige una complejidad en el
discurso mucho más acelerada que en los 90’s, pero la validez del personaje y
lo realmente intrigante y hasta atemorizante, del conflicto de Douglas no es
para verse únicamente con el lente de la acción, la búsqueda de la veracidad de
la realidad es un problema mucho más complejo que “patada, patada, giro,
disparo”
¿Qué es
lo que entonces aporta esta versión?, tal vez para una generación que aún no
había nacido en el 90 y que por alguna rarísima razón no ha visto la original
con Arnold, le da un relato, masticado y
poco uniforme de la validez (y veracidad) de la memoria y muchísimos efectos especiales.
Aunque no se pueda decir que están ambientados ni apoyados por elementos
completamente nunca antes vistos pues hay una serie de referencias a cintas de
acción y ciencia ficción futuristas, desde Blade
Runner hasta I Robot, o El Quinto elemento y a la misma primera
versión del Vengador del futuro.
En un
tiempo donde cada vez se recuerda menos de forma natural y se confía más en lo
que se ha registrado de alguna manera “no humana”, y donde se tiende a creer más en lo que se ve
en un USB que en lo que se recuerda con la mente el tema no deja de ser
inquietante; lástima que en esta ocasión se le deja de lado.
Por
ejemplo, en la primera versión hay varias cosas que se dejaron de lado en esta “adaptación”
y/o que sólo se traen como un “elemento fugaz” (¿o será una memoria alterada?) en
esta versión pero que acá desencajan casi como si fuera una colección de “memorabilia”
que no sirven a la narración más que para adornar.
Evidentemente
las secuencias de acción son brillantes, llenas de golpes, disparos, peleas y persecuciones,
pero que son solo adorno y no sirven de
soporte para apoyar el tema básico, la veracidad de la memoria. Nos faltó
entrar más en contacto con esa parte de los personajes.
Entonces,
toda esta parafernalia se queda flotando en el espacio como las construcciones
de la ciudad donde habita Douglas. Al nivel de solo ser “ambientación” pero que
acaba por transformarse en el tema de la película.
La
primera Total Recall además tiene una memoria “afectiva” para este país
porque se filmó en el D.F. Las instalaciones del metro, del drenaje, del
INFONAVIT y hasta de la glorieta del metro Insurgentes, son parte de este universo futurista
extravagante, en el que Arnold trataba de solucionar sus problemas de
percepción de la realidad. Ahora da lo mismo dónde corra y brinque Colin y la
voraz Kate, los personajes y sus conflictos pasan a segundo término desplazados
por la acción.
Esto
nos lleva directamente a… ¡Las patadas!. Kate Beckinsale patea traseros más
fuertemente que en cualquiera de sus secuelas de Underworld, y cuando pelea con Biel es disfrutable, pero cuando la
vemos enfrentada a Nighy… no podemos dejar de tener un dèjá vu… ¿será que se
buscó deliberadamente alterar la memoria con eso?
Y
regresando al comienzo, la pregunta sobre la validez de la adaptación, se ve seriamente
comprometida al sin sentido, justo en la tercera parte de la cinta, al desligar
los lazos del problema del personaje, de su implicación en conflictos que se
relacionan con quién es realmente y cómo puede dilucidar entre hacer caso o no
a sus “corazonadas” (porque no puede fiarse de sus recuerdos) y cómo la
ambición de unos significaría una masacre de casi todos, no logra conmover,
porque al fin de cuentas se está tan atrapado por los efectos y por la
velocidad en la que se deben resolver las cosas que da lo mismo si el desenlace
implica masacrar a la mitad de la población mundial, porque, después de todo, a
lo mejor ni siquiera son reales.
Al
final el relato se sacrifica adaptándolo de una manera selectivamente cruenta a
ser un recuento de acción, tipos malos ambiciosos, persecuciones, patadas, disparos
y explosiones, disparo/patada/golpe/giro/salto y muchísimos efectos.
Nivel
de historia original remanente: 10% efectos 90%
Reparto: Colin Farrell, Kate Beckinsale, Jessica Biel, Bryan Cranston, Bokeem Woodbine, Bill Nighy
País:
Estados Unidos
Año:
2012
Género:
Acción/aventura/Sci Fi
Duración:
1 hr. 49 min.
Clasificación:
Mayores de 13. Secuencias de intensa acción de ciencia Ficción y violencia,
referencias sexuales y breves desnudos.
Fecha de
estreno en México: 10 de Agosto
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