Por Julia Elena Melche.
Con Jazmín azul, Woody Allen regresa
a sus delirantes historias neoyorquinas. El realizador de Alice, Balas sobre Nueva York, Hannah y sus hermanas y Melinda
y Melinda construye un nuevo personaje femenino, quizás uno de los más fascinantes
de su vasta filmografía, interpretado por una magistral Cate Blanchett, segura
candidata en la próxima entrega de los premios Óscar. Ella da vida a la guapa y madura Jazmín, cuya
vida lujosa y despreocupada, se viene abajo cuando se queda en bancarrota, luego de que su marido
Harold Francis (Alec Baldwin), un adinerado empresario, es acusado de
fraude.
Sin un centavo y con una gran depresión, tendrá que ir a
vivir al modesto departamento en San Francisco de su hermana Ginger (Sally Hawkins). Ahí, tratará de recuperarse y retomar las
riendas de su vida. Sin embargo, el proceso no será nada fácil. Sumida en el
hoyo de su caída económica y social, Jazmín es presa de pesadillas, estados de
ansiedad y colapsos nerviosos. Habla sola, le dan ataques de pánico y se vuelve
una adicta a los antidepresivos y al vodka.
Woody Allen retrata de forma trágica la devastación
existencial de una protagonista muy en deuda con los personajes demandantes de
amor y expulsados de un paraíso perdido al estilo de Tennessee Williams. No obstante,
en el drama existencial de Jazmín hay cabida para un humor sarcástico que
conducen al filme por los terrenos de la parodia y al personaje, en una suerte
de caricatura de una elegante dama de la
alta sociedad caída en desgracia.
El cineasta dirige y escribe su cinta número 46, que se
mueve en un ir y venir en el tiempo que captura la espléndida vida pasada de
una Jazmín consentida y mimada, que
contrasta con su nueva realidad en un barrio popular californiano. Al
inmejorable personaje de Jazmín se une el de su hermana Ginger, quien elige
tipos perdedores porque cree que es lo que merece, como su novio, un tipo vulgar, antipático y
violento.
Woody Allen comenta que su filme es acerca de las
decisiones que tomamos en la vida, de lo que desearíamos no hubieran pasado, o
bien, que hubieran ocurrido de otra forma. No confía en aquellos que dicen haber vivido
la vida que deseaban ni en quienes no
cambiarían nada en su historia. Como es su costumbre, se aleja de lecciones
morales y en su lugar, ofrece un divertimento no exento de la reflexión.
Uno de los platillos más sabrosos y atractivos de la
Muestra.
Reparto: Cate
Blanchett, Alec Baldwin, Sally Hawkins, Louis C.K., Peter Sarsgaard, Michael
Stuhlbarg y Max Cas.
País: Estados Unidos.
Año: 2013.
Género: Comedia romántica.
Duración: 98 minutos.
EL DIRECTOR.
El neoyorquino Woody Allen de 77 años, es uno de los más prolíficos
cineastas y escritores en el panorama del cine mundial desde hace más de cinco
décadas. Se inició en la televisión escribiendo rutinas cómicas para distintos
artistas, hasta que él mismo saltó a la fama haciendo escarnio de sus propias
inseguridades y su origen judío. Tras un breve paso como actor en exitosas
comedias, debutó como cineasta en 1969. Si sus primeras cintas fueron comedias
absurdas, a partir de Dos extraños amantes, Allen consolida
un universo tragicómico enmarcado casi siempre por la ciudad de Nueva York,
plagado de referencias culteranas, homenajes al cine y apuntes sobre el
psicoanálisis por igual, cuya banda sonora es el jazz o la música popular de
sus años de infancia, en el cual predomina un notorio desencanto ante la
imposibilidad de alcanzar la plena felicidad en el amor o cualquier otro plano.
Ganador de cuatro premios Óscar y del premio Príncipe de Asturias de las Artes
y las Letras, entre múltiples reconocimientos internacionales, Woody Allen
alcanza su película número 46 como realizador con Jazmín
Azul.
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