El
abogado (Fassbender) vive bien, usa trajes exclusivos y se mueve en un potente
Bentley que es una joya. Además tiene una relación romántica comprometida con
Laura (Cruz) una bella y nada pretenciosa chica que lo ama. El abogado decide
pedirle matrimonio y seguir con su vida de millonario; pero en realidad está en
serios problemas y decide tomar la decisión equivocada con las personas
equivocadas y se enreda con Westray (Pitt) y con Reiner (Bardem) en negocios
ilícitos para solventar unas “malas inversiones”. En el mundo de Reiner está
también su “compañera”, la letal y sexy Malkina (Diaz).
El
abogado que se creía demasiado listo, se da cuenta de que está hundido hasta el
cuello en un camino de no retorno, del que antes de que lo imagine comenzará a
pagar las mortales y desesperanzadas consecuencias.
Ridley
Scott que nos ha tenido acostumbrados a
la acción y un poco también a la ciencia ficción desde hace tiempo (Alien, Leyenda,
Blade Runner, Thelma y Louise, Lluvia negra, Gladiador, Hannibal, Prometeo, Red
de mentiras) y a los grandes efectos, llega
ahora con este Abogado del crimen, con
un script de Cormac McCarthy, y en el que el lado “B” de Scott se exhibe de una
manera brutal y casi shockeante. Donde el pecado más fuerte no es otro que el exceso
de confianza y la desbordada ambición.
Con
un Michael Fassbender que pretende saber
más que nadie y que cae enredado en sus propias mentiras en medio de una telaraña
de violencia que raya en el sadismo brutal.
Lo
peor es que su actitud naive es un
elemento que tristemente está presente con muchos que entran a la misma clase
de negocios… dinero abundante y extremadamente fácil, en operaciones que
aparentemente debieran transcurrir sin problemas y que frecuentemente terminan
en callejones sin salida para los participantes quienes llevados por su propia
codicia, cavan profundamente los destinos mortales de ellos mismos y de sus allegados.
La
cinta cala de una manera directa en el ánimo de México, porque se quiera o no,
la relación de Westray, Reiner y el abogado se extiende desde Estados Unidos
hasta México en una red de corrupción, droga y abuso. Donde la impunidad es la
moneda de cambio y donde las consecuencias por “descuidos” o excesos de
confianza son la propia vida.
Scott
va apretando la acción y la dinámica de la trama como si se tratara de un
pequeño aparatito usado en las venganzas de la mafia, que acaba por rebanar
cabezas inexorablemente.
Fassbender
nos ofrece una actuación completamente separada de los fríos David de Prometeo y Brandon de Shame sus personajes más recientes y recordados,
para entregarnos a un personaje sin nombre, con grandes blufs y con una
increíblemente inmadura ambición que va degradándose ante nuestros ojos
conforme se hunde más y más en el laberinto de esta ratonera mortal.
Cameron
Diaz dejo de ser la sexy rubia un tanto inocua para meterse en la felina piel
de Malkina; una letal y ultracongelada reina de la maldad, que es capaz de
decir los parlamentos más contundentes y crueles como cuando le advierte con la
emoción de un cubo de hielo a su enamorado en turno; Reiner que ella “no estará
ahí cuando el hacha caiga” y le deja ver que él estará solo para afrontar lo
que resulte. O que contempla como sus cheetas favoritos cazan con artera
elegancia en campo abierto. Ella es la perfecta, letal e inequívoca
personificación del mal; que se contonea en high heels mientras el viento
apenas se atreve a mover su corte de cabello estructurado y sus manos portan
anillos capaces de romper un cráneo.
Ella
sabe que el arma más fuerte que tiene y la vuelve invencible es la información.
Bardem,
con los pelos de punta, se embriaga en la personalidad banal y cínica de un “empresario”
ligado a la mafia que comete el error más grave de todos. Dejar demasiados cabos
sueltos, confiarse y rendirse ante los encantos de esa verdadera diabla que es
Malkina
Pitt
en una representación de un redneck total, Westray, que conoce todos los
oscuros secretos del manejo de droga y los problemas que pueden sobrevenir si
se comete el más pequeño error, pero que se confía en que su posición en la
cadena alimenticia le librará de cualquier mal y si eso no fuera bastante,
posee el dinero como para esfumarse a cualquier parte de la tierra, pero no lo
suficiente de los gatunos ojos de Malinka.
Todo
esto sucede inmerso en una atmósfera de desesperanza, crisis, y sofoco,
atrapando la respiración y acallando los latidos porque hasta ese pequeño
sonido puede delatar y llamar a la muerte.
Y
lo más terrible es que los personajes y la trama misma van anunciando como todo
se espesa, el nudo se corre más y más;
un perverso juego de ansiedad anticipatoria se libera en el torrente sanguíneo y
aunque se desee otra cosa, se sabe que el destino de la tragedia se cumplirá. La
muerte salpicará con su esencia, todo y a todos.
A
estas alturas, en nuestra realidad cotidiana sabemos, de una manera u otra, de
la brutalidad del mundo del narco y de las tenebrosas balanzas del poder que se
establecen entre carteles, capos y
participantes de este universo y por ello es escalofriante ver las vidas de
estos personajes hundidos en estas arenas movedizas del poder del mal sin poder
separarlos lo suficiente de lo que sabemos es una de las realidades en este
país.
Reparto: Michael
Fassbender, Penélope Cruz, Javier Bardem, Cameron Diaz, Brad Pitt
País: Estados Unidos
Año: 2013
Género: Drama,
Suspenso, Thriller
Duración: 1 hr. 57
min.
Clasificación:
Mayores de 18 Violencia sangrienta, fuertes referencias sexuales, droga
Fecha de estreno: 15
de Noviembre 2013
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