domingo, 24 de noviembre de 2013

MI AMIGA BETY: DE LA CASA A LA PRISIÓN Y DE UN ENCIERRO SOCIAL AL ENCARCELAMIENTO PENAL.

El documental aborda el caso del presunto asesinato de una hija a su madre, por el que paga una condena  de 30 años desde el  2001.

Dirigido por una cineasta valiente que busca justicia, como los realizadores de Presunto culpable.

BÚSCALO A PARTIR DEL 22 DE NOVIEMBRE EN CINETECA NACIONAL.

En el 2001, un acontecimiento llamó la atención de un grupo de estudiantes: una de sus compañeras –aparentemente- había asesinado a su madre, hecho que la llevó tras las rejas con una sentencia de 30 años. Siete años después, una de sus amigas, Diana Garay, decidió documentar el caso a partir de un ejercicio escolar que superó sus expectativas: el resultado fue el magnífico documental  Mi amiga Bety, que se exhibe en Cineteca Nacional a partir de este viernes 22.

Pasaron cuatro años del proceso de creación de esta historia –también ganadora como Mejor Documental Estudiantil del Premio José Rovirosa de la Filmoteca de la UNAM- en la que Garay se vio envuelta en un dilema moral y ético al ser amiga de la infancia de la acusada y con quien vivió varias experiencias a lo largo de su adolescencia.

“Era algo muy morboso y todos le decíamos Bety la asesina en la escuela”, recuerda Diana Garay, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica.  Así nació Mi amiga Bety, producción que el año pasado ganó como Mejor Documental Mexicano en el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DOCSDF).

“Le dije que quería hacer una película de lo que le había pasado. Me puse a leer su expediente y siempre traté de ser muy clara, tratar de contar la historia lo más humano que pudiera sin ofrecer mi postura sobre si era culpable o inocente. Quería que fuera lo suficientemente justo con ella y conmigo misma y llegar a una especie de objetividad, a un punto justo de respeto y honestidad. No quería detenerme únicamente en la anécdota criminal, en si Bety era inocente o culpable, no quería dar una visión definitiva del hecho”, explicó la también guionista del documental mexicano.

A lo largo del filme se explora – a través de varias entrevistas- la vida de Beatriz, su entorno familiar y escolar, las circunstancias por las cuales perdió su libertad, los hechos por los que podría ser considerada inocente y el modo que ha ido cambiando su vida dentro del penal. Al mismo  tiempo, Diana Garay aprendió sobre la marcha el trabajo dentro de la dirección cinematográfica. 

“Se trata de un crimen casi edípico al involucrar a la madre, y en la prisión eso tiene una carga social fuerte al igual que ocurre con los violadores en las cárceles de hombres. Además, ella vivía en un contexto de clase media en el que nunca había trabajado. Fue un contraste muy fuerte”, dijo Garay sobre la estancia de su amiga en la cárcel. 

Para Garay es necesario hablar de derechos humanos porque este tipo de casos pasan todos los días. Mi amiga Bety narra el proceso penal por el cual atraviesa la protagonista  después de haber sido condenada a prisión por el asesinato de su madre. El documental plantea de forma neutral las  circunstancias por las cuales Bety, amiga de la infancia de Diana Garay, perdió su libertad al ingresar al penal de Santa Martha Acatitla en el año 2004.

Mi amiga Bety es un trabajo a partir del cual se exponen cuestiones que logran transmitir emociones y  que establecen un vínculo con el espectador a través de sensaciones como la libertad y el encierro, la justicia, las acciones, las decisiones y el destino, factores que hacen que un ser humano se encuentre en donde está.

Para horarios, consultar: www.cinetecanacional.net

LA REALIZADORA: DIANA GARAY.
Egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica  realizando la tesis “Pata de perro” con la cual obtuvo el reconocimiento Cum Laude, Diana Garay es también fotógrafa, productora y directora de varios cortometrajes. Su video "Uno más uno igual a dos" ganó el primer lugar en el concurso "Las mujeres desde los ojos de la juventud" del Instituto Mexicano de la Juventud. Produjo el mediometraje "Flores en el ring", ganador del premio del jurado en el primer rally DOCSDF. Fotografió el cortometraje "La Nopalera", ganador del concurso "Hazlo en cortometraje", patrocinado por Fundación Bancomer y Fundación Cinépolis. Es fotógrafa y productora de “Extravíos”, nominado al Ariel a mejor cortometraje documental.



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