Cuando Riggan
Thomson (Keaton) un actor quien es primordialmente recordado por haber dado
vida en un pasado glorioso a un superheroe hoy día cuasi descontinuado, decide
regresar, nada más y nada menos que en el teatro en Broadway; los ingredientes para conformar una tormenta
cataclísmica comienzan a hacer vórtice.
Con un casi etéreo humor negro subyacente y reflejando de mil maneras la
realidad atrás del glam en la vida de
los actores y quienes comparten ese mundo: desde el productor, el agente y desde
luego los co protagónicos… donde las
neurosis, los egos y las desastrosas historias personales se confunden en una
realidad alternativa, donde la mirada de G. Iñárritu y el ojo del “Chivo” se
conjugan para hacer una obra memorable
Alejandro
González Iñarritu ha recorrido un largo camino, tan largo desde que se le
escuchaba como locutor en WFM en los 80’s
…pero siempre ha llevado consigo un montón de preocupaciones constantes que lo llevan
a ver hacia la introspección; a lo largo de las cintas que ha dirigido (y co
escrito) estas reflexiones se han hecho patentes. Y ello ha generado películas con las que ha
construido su sello particular y desde “Amores
Perros” hasta “Birdman” El negro ha
recorrido un buen trayecto.
Solo
basta situar los diferentes planos en los que los personajes se mueven en “Birdman
o la Inesperada virtud de la ignorancia” la sarcástica contraposición entre el
mundo de Broadway y el escenario del teatro, versus la fama/popularidad/ aplastante
y fugacidad del mundo Hollywoodense.
El
subyacente desprecio que existe entre quienes ven con “no tan buenos ojos” a
aquellos que han logrado la popularidad en Hollywood a base de representar “Blockbusters”
y los que se dedican a ser “actores serios” Es evidente que comprender desde atrás esta contraposición
y la delirante lucha de egos y personalidades extremadamente frágiles y a
expensas de la aprobación pública es una clave para poder dar esta mirada y G.
Iñarritu y sus co escritores tienen el conocimiento como jueces y parte de este
entramado detrás de escena.
Alejandro
vuela por todos lados; dentro, fuera, encima, abajo, nada escapa a esta
inmersión que traspasa lo real y lo
imaginario. Mientras el telón de fondo de “What We Talk About When We Talk
About Love” sirve para de alguna manera contener a todos estos personajes desde
Riggan que se empeña en reavivar su carrera y darle una separación a su vida made in Tinseltown pero evidentemente
ese esfuerzo incluye a sus relaciones cercanas, su atribulado productor/abogado
(un excelentemente bien contenido Galifianakis) su ex (Ryan) su hija Sam (Stone)
quien acaba prácticamente de salir de
rehabilitación y que ahora es su “asistente” (y que guarda en sí algunas
consecuencias de haber sido la hija de un “famoso”) Además su actual pareja Laura
(Riseborough) descubre que esta “accidentalmente
embarazada” y encima sobrevuelan a su
alrededor, sus co estrellas Mike Shiner
(Norton) y Lesley (Watts). Como si eso fuera poco aparece en escena hasta una
reinvención, remasterizada plus (y con más poder) de la mítica Louella Parsons cuyas
críticas estremecieron Hollywood en los
30’s (Duncan)
Mezclando
todas las definiciones de personalidad que podrían haber salido del catálogo
Freudiano Riggan lo mismo escucha (y ve) a su alter ego “joven y superhéroe”
que trata una y otra vez de tomar el timón en esta tormenta teatral que argumentalmente
posee momentos de una claridad y lucidez de conceptos y de situaciones que son
una obra maestra pero cuya profundidad y recovecos no la hacen directamente
comprensible para muchas personas, en cada diálogo hay infinitas posibilidades
de seguir profundizando hasta llegar a más y más capas que lo que la rápida
lectura o escucha permiten en el cine y es un hecho que es una cinta para verse
más de una sola vez para ir descarapelando la riqueza del guión.
Mención
por separado merece la estupenda cinematografía de Emmanuel Lubezki, siempre preciosista, atento hasta al más ínfimo
detalle se eleva en esta película con un soberbio manejo de la cámara en un
estilo delirante y etéreo haciéndolo parecer tan increíblemente sencillo que da
en el punto perfecto de la toma y lograr eso es extremadamente difícil.
La
historia de Riggan es profundamente significativa porque es una versión desde
dentro y oculta en su drama y su humor negro subyace una verdad como un
pino; la lucha por sobresalir que deben
recorrer todos aquellos quienes movidos por el hambre artística o de
reconocimiento, hacen lo que sea para
ser una celebridad. Lo que surge después es la realidad, la
comprensión de que ser una celebridad
y ser un artista (como hacedor de
arte) no es lo mismo.
A
veces cuando se ha alcanzado la celebridad el peso es tal que los sacrificios
diarios por mantenerse a flote son extenuantes y cuando se toma la decisión de
pasar de ser celebridad a personalidad y de ahí a ser artista la trama se complica. Dentro de
cada uno de los que se dedican al mundo del espectáculo siempre estará latente
esa dicotomía entre estos mundos el ser real, seguir los impulsos del genio
creativo artístico o del genio mercadotécnico y de imagen todo eso pasado por
el incendiario filtro de la crítica y la opinión pública, pues entre estos seres tan expuestos
al ojo del fan y que parecen tan invulnerables siempre hay un porcentaje de
dependencia al alabo. Y en el otro
extremo (pasando por el aspecto referente al público cuya hambre de la
celebridad es insaciable y sin límites de prudencia) encontramos la figura de
la crítica quienes a vistas de los actores son “creadores frustrados” la crítica; quien detenta el poder de crear o
hundir ese volátil mundo del artista.
El
trabajo de Keaton, como eje y pivote de la historia y la referencia a su
carrera, son más que evidentes. Así como los reflejos que tenemos en los otros
personajes y el traspaso de la realidad a la ficción que al mismo tiempo dan un
cierto “escape” resolviendo en una manera más esperanzadora que en anteriores
ocasiones las vidas ficticias y reales de sus personajes.
Reparto: Michael Keaton, Zach Galifianakis, Edward
Norton, Andrea Riseborough, Amy Ryan, Emma Stone, Naomi Watts, Lindsay Duncan,
Merritt Wever, Jeremy Shamos, Bill Camp, Damian Young
País: Estados Unidos
Año: 2014
Género: Drama, Comedia
Duración: 1 hr. 59 min.
Clasificación:
Mayores de 15
Fecha de
estreno en México: 12 de Noviembre
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