Por Julia Elena Melche.
Luego del thriller El nudo del diablo (2013), sobre el misterioso
caso real en Estados Unidos de tres niños asesinados, el canadiense de origen
armenio Atom Egoyan, regresa a los temas de pérdidas dolorosas, familias
afligidas y del abuso sexual infantil en Cautiva, donde la pequeña Cassandra de
nueve años, desaparece de manera extraña y sin dejar rastro alguno, luego de
que su padre Matthew (Ryan Reynolds) la deja en el asiento trasero de su camioneta
por unos minutos para comprar un pastel en un restaurante.
Ocho años después, cuando Cassandra tendría diecisiete años,
se encuentran indicios de que la chica está viva. Con la ayuda de dos detectives,
el desesperado padre iniciará una carrera para dar con el paradero de su hija.
En un constante ir y venir en el tiempo, el director de El
ajustador, Exótica y Dulce porvenir, confecciona tramas
paralelas para ir armando un rompecabezas que vaya dando información de los
hechos, y a medida que avanza la
narrativa el relato se vuelve más complejo. Pero Cautiva no pretende
poner al filo de la butaca al espectador, ya que el suspenso desaparece tan
abruptamente como la protagonista porque en los primeros minutos se muestra la
suerte que ha corrido Cassandra y la identidad de su captor, un pedófilo, restando
cualquier oportunidad de intriga y de tensión.
Si bien, esta revelación no resta interés a la cinta, pues
el cineasta maneja la mecánica narrativa hacia un thriller sicológico más que
de suspenso, al enfocarse mayormente en el drama de la joven pareja que perdió
a su hija, seguido por el trabajo de investigación de un par de policías,
Jeffrey (Scott Speedman) y Nicole (Rosario Dawson), cuyos traumas del pasado incrementan
su deseo por resolver los casos de niños secuestrados por pederastas.
Pero sin duda, su aspecto formal es de los puntos más
destacados. La notable labor de fotografía del canadiense Paul Sarossy, colaborador
habitual de Egoyan, captura el gélido paisaje de un Ontario desolado, nevado y
gris, el escenario perfecto para una oscura historia de perversidad.
Se trata de una cinta
donde el cineasta sigue explorando en los sentimientos retorcidos y pasiones
límite que albergan la mente humana y que le han obsesionado a lo largo de su
filmografía.
Dirección: Atom Egoyan.
Guión: Atom Egoyan y David Fraser.
Reparto:
Ryan Reynolds (Matthew Lane), Rosario Dawson (Nicole Dunlop), Scott Speedman
(Jeffrey Cornwall), Mireille Enos (Tina Lane), Kevin Durand (Mika), Alexia Fast
(Cass Lane).
País: canadá.
Año: 2014.
Género: Drama.
Duración: 113 minutos.
EL DIRECTOR.
Atom Egoyan nació en El Cairo, Egipto en 1960. De origen
armenio, a muy temprana edad viajó a Canadá, donde creció y se educó. A los 18
años ingresó a la Universidad de Toronto para estudiar relaciones
internacionales y guitarra clásica. Su obra incluye más de una docena de
largometrajes, cortometrajes y episodios para televisión, además de
instalaciones presentadas en museos como el de Arte Moderno de Oxford y en la
Bienal de Venecia. En 1996 incursionó en la dirección de ópera con la puesta en
escena de Salomé; y también es autor de varias publicaciones.
Su procedencia étnica y multicultural está en
el fondo de todas sus historias. Sus películas exploran la manera en que las
relaciones humanas son corrompidas por la omnipresencia de la tecnología y
algunas de ellas siguen estructuras sin linealidad cronológica, en las cuales
los acontecimientos se organizan de manera no secuencial con el fin de provocar
reacciones emocionales en el espectador ocultando la clave de la historia.
CAUTIVA (THE CAPTIVE) SE PROYECTA EN EL MARCO DE LA 58 MUESTRA
INTERNACIONAL DE CINE DEL DOMINGO 29 DE MARZO AL VIERNES 3 DE ABRIL DE 2015 EN
CINETECA NACIONAL Y DEL 6 AL 10 DE ABRIL EN CINÉPOLIS.
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