Por Julia Elena Melche.
El director premiado al Oscar por Los infiltrados, creador de inmejorables historias del crimen y de destacados thrillers como Toro salvaje, Taxi driver, Buenos muchachos, Casino y Cabo de miedo, regresa a la pantalla con una joya cinematográfico para todo público, donde fantasía y genialidad van de la mano.
En esta ocasión, se basa en la aclamada novela escrita en el 2007 del escritor estadunidense de cuentos infantiles Brian Selznick. Narra narrar la historia de Hugo, un niño huérfano de 13 años que vive oculto en una estación de trenes en el París de 1931 y quien heredó de su padre la habilidad para reparar relojes. El pequeño se encarga de darle mantenimiento a los relojes de la estación sin que nadie lo sepa y se la pasa huyendo de ser atrapado por el guardia de la estación Richard Griffiths (Sacha Baron Coen) para no ser recluido en un orfanato.
El único vínculo que guarda con su padre es un autómata que se mueve a base de engranes, pero cuyo mecanismo está inconcluso. Para hacerlo funcionar de nuevo, Hugo roba piezas y así se relaciona con un anciano juguetero de muy mal genio y con su sobrina Isabelle (Chloë Moretz), una jovencita de su edad, aficionada a la lectura con quien pronto inicia una hermosa amistad y vivirá una increíble aventura.
Nominada a 11 premios de la Academia, la cinta atrapa el mundo mágico de la novela, capturando a la Ciudad de las Luces de los treintas y consiguiendo las ambientaciones perfectas de la belle epoque. El romanticismo parisino que encierra la película trae a la mente el filme Ámelie y en momentos tiene aires del cine de Steven Spielberg, de ahí que la cinta resulta toda una agradable sorpresa en la filmografía de Scorsese.
El diseño de producción es impecable y está apoyado por la acertada fotografía de Robert Richardson de El aviador, La isla siniestra, Bastardos sin gloria y la oscareada J.F.K. Con todo el talento del equipo técnico, la cinta se convierte en un viaje de ensoñación al pasado, que combina la ficción de la historia de Hugo con la realidad de los que hicieron el cine.
Sobre la génesis de su novela, el autor comenta que quedó fascinado cuando vio Viaje a la luna de George Méliés y decidió escribir una historia sobre un niño que llega a conocer a este gran pionero del cine mudo. Así, texto y cinta se convierten en un cálido homenaje a los orígenes del celuloide y en una declaración de amor a los mismos, mediante referencias y escenas emblemáticas del séptimo arte y a las grandes figuras que nacieron con el cine mismo, como los hermanos Lumiére, de quienes se recrea su primera proyección, La llegada del tren a la ciudad, o la magnífica secuencia de Harol Lloyd colgando al vacío de un enorme reloj, homenajeada por el director al reproducir una similar cuando Hugo cuelga de las manecillas del gran reloj de la estación.
Mención especial merecen las proyecciones de las cintas de Méliés, como su obra maestra Viaje a la luna de 1902 y las referencias a Charles Chaplin a Buster Keaton y a D.W. Grifith, todas, cobran vida con la espectacular tecnología 3D. Por otra parte, Scorsese muestra de nueva cuenta su enorme capacidad para dirigir actores y meterlos en la piel de sus personajes. Un extraordinario Ben Kingsley en el rol de Méliés, los pequeños talentosos Asa Butterfield y Chloë Moretz como Hugo e Isabelle respectivamente, y un sorprendente Sacha Baron Coen en el papel del duro jefe de policía.
Se trata sin duda de una película que se convertirá en pieza clave del cine contemporáneo y quedará por siempre en la mente de sus espectadores.
Dirección: Martin Scorsese.
Reparto: Asa Butterfield, Ben Kingsley, Chloë Moretz, Jude Law, Christopher Lee, Sacha Baron Coen y Emily Mortimer.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Género: Fantástico y de aventuras.
Duración: 127 minutos.
Clasificación: Todo público.
Fecha de estreno en México: 26 de enero de 2012.
El director premiado al Oscar por Los infiltrados, creador de inmejorables historias del crimen y de destacados thrillers como Toro salvaje, Taxi driver, Buenos muchachos, Casino y Cabo de miedo, regresa a la pantalla con una joya cinematográfico para todo público, donde fantasía y genialidad van de la mano.
En esta ocasión, se basa en la aclamada novela escrita en el 2007 del escritor estadunidense de cuentos infantiles Brian Selznick. Narra narrar la historia de Hugo, un niño huérfano de 13 años que vive oculto en una estación de trenes en el París de 1931 y quien heredó de su padre la habilidad para reparar relojes. El pequeño se encarga de darle mantenimiento a los relojes de la estación sin que nadie lo sepa y se la pasa huyendo de ser atrapado por el guardia de la estación Richard Griffiths (Sacha Baron Coen) para no ser recluido en un orfanato.
El único vínculo que guarda con su padre es un autómata que se mueve a base de engranes, pero cuyo mecanismo está inconcluso. Para hacerlo funcionar de nuevo, Hugo roba piezas y así se relaciona con un anciano juguetero de muy mal genio y con su sobrina Isabelle (Chloë Moretz), una jovencita de su edad, aficionada a la lectura con quien pronto inicia una hermosa amistad y vivirá una increíble aventura.
Nominada a 11 premios de la Academia, la cinta atrapa el mundo mágico de la novela, capturando a la Ciudad de las Luces de los treintas y consiguiendo las ambientaciones perfectas de la belle epoque. El romanticismo parisino que encierra la película trae a la mente el filme Ámelie y en momentos tiene aires del cine de Steven Spielberg, de ahí que la cinta resulta toda una agradable sorpresa en la filmografía de Scorsese.
El diseño de producción es impecable y está apoyado por la acertada fotografía de Robert Richardson de El aviador, La isla siniestra, Bastardos sin gloria y la oscareada J.F.K. Con todo el talento del equipo técnico, la cinta se convierte en un viaje de ensoñación al pasado, que combina la ficción de la historia de Hugo con la realidad de los que hicieron el cine.
Sobre la génesis de su novela, el autor comenta que quedó fascinado cuando vio Viaje a la luna de George Méliés y decidió escribir una historia sobre un niño que llega a conocer a este gran pionero del cine mudo. Así, texto y cinta se convierten en un cálido homenaje a los orígenes del celuloide y en una declaración de amor a los mismos, mediante referencias y escenas emblemáticas del séptimo arte y a las grandes figuras que nacieron con el cine mismo, como los hermanos Lumiére, de quienes se recrea su primera proyección, La llegada del tren a la ciudad, o la magnífica secuencia de Harol Lloyd colgando al vacío de un enorme reloj, homenajeada por el director al reproducir una similar cuando Hugo cuelga de las manecillas del gran reloj de la estación.
Mención especial merecen las proyecciones de las cintas de Méliés, como su obra maestra Viaje a la luna de 1902 y las referencias a Charles Chaplin a Buster Keaton y a D.W. Grifith, todas, cobran vida con la espectacular tecnología 3D. Por otra parte, Scorsese muestra de nueva cuenta su enorme capacidad para dirigir actores y meterlos en la piel de sus personajes. Un extraordinario Ben Kingsley en el rol de Méliés, los pequeños talentosos Asa Butterfield y Chloë Moretz como Hugo e Isabelle respectivamente, y un sorprendente Sacha Baron Coen en el papel del duro jefe de policía.
Se trata sin duda de una película que se convertirá en pieza clave del cine contemporáneo y quedará por siempre en la mente de sus espectadores.Dirección: Martin Scorsese.
Reparto: Asa Butterfield, Ben Kingsley, Chloë Moretz, Jude Law, Christopher Lee, Sacha Baron Coen y Emily Mortimer.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Género: Fantástico y de aventuras.
Duración: 127 minutos.
Clasificación: Todo público.
Fecha de estreno en México: 26 de enero de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario