El experimentado realizador mexicano Felipe Cazals presenta en el FICG28 su más reciente película Ciudadano Buelna
Si hay algo que
impresiona, además de haber hecho películas fundamentales para explicar una
buena parte del cine mexicano como Canoa,
Las
poquianchis o El
apando, es la vitalidad y la pasión por el
cine con la que vive Felipe Cazals, uno de los más experimentados realizadores
en México, quien a sus 75 años presenta su más reciente filme Ciudadano Buelna.
“Mi vida es
filmar”, lo dice sin reparo y agrega: “Yo filmaría todo el día todo. No
necesariamente una película sino filmaría todo. Yo me filmo en la cabeza dos
películas al día, antes eran cinco o seis cuando era más joven; no
necesariamente perfectamente hiladas, no necesariamente con un final, pero sí
estructuradas con cualquier pretexto voy inventando”, explica el realizador
quien en 2007 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de las
Bellas Artes.
Felipe Cazals
tiene casi cincuenta años dedicados a compartir sus historias en el cine, “es mi
profesión, de esto como, de esto vivo”, comenta, tras asegurar que filmar es un
proceso muy complejo y en su caso nunca claudicó en ello.
“Levantar
cualquier proyecto es muy rudo y severo. No necesariamente todo el mundo tiene
la misma resistencia, hay que sacrificar otras cosas para continuar aquí en el
cine”.
En el 2004, el
realizador recibió el Mayahuel de Plata como un homenaje a su trayectoria en el
Festival Internacional de Cine en Guadalajara, y ahora en la edición 28 del FICG
presenta su más reciente trabajo Ciudadano Buelna que compite por
el Premio Mezcal en esta justa cinematográfica, filme en que recupera la vida
del general Rafael Buelna Tenorio, uno de los personajes olvidados en la memoria
de la Revolución Mexicana.
Felipe Cazals se
asume como un cineasta comprometido y con un punto de vista crítico con la
historia, porque como él dice si no se reflexiona en ella se está condenado a
repetir los mismos errores.
“Yo hice
películas alimenticias, de las cuáles no me arrepiento. Mi profesión es mi
profesión y he tratado de hacer lo mejor posible mi trabajo, por eso tener un
punto crítico sobre lo que se hace y lo que se vive se vuelve un ejercicio
indispensable”, precisa Cazals, quien en 2006 recibió la Medalla Salvador
Toscano.
Justo sus
últimas tres películas, Las vueltas del
Citrillo, Chicogrande y
Ciudadano Buelna
parecen completar un tríptico cinematográfico sobre el proceso revolucionario,
al respecto el realizador comenta “me siento muy comprometido con esa parte de
la historia de hace 100 años, porque es un tema vigente, por eso decidí hacer
Ciudadano Buelna,
por ser u n tema oportuno”.
Para el cineasta
el proceso histórico es vital entenderlo y asimilarlo. “No aceptar la verdad
oficial nunca por principio. Indagar, buscar, averiguar. Yo creo que el cine
está mucho más cerca del periodismo que de la literatura, mucho más cerca del
periodismo que de la poesía.
El cine busca referentes de contexto que puedan ser
sujetos a discusión, que puedan ser sujetos a análisis”.
Porque el cine
en sí mismo es un documento fílmico y un documento histórico, manifiesta, tras
considerar que lo que lo ha mantenido vigente en el cine es la disciplina “y
sobre todo mi admiración sin límite por el cine que me precedió y por el cine
que sigo viendo como espectador. Yo no veo cine como director, lo veo como
espectador”, puntualiza.
Para mayor
información sobre funciones, sedes y actividades del FICG28 consultar www.ficg.mx/28
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