Por: Fabián Quezada León
Basada en hechos de la vida real, esta novela Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game escrita por Michael Lewis relata la gran aventura de un visionario hombre en el campo de Baseball: Billy Beane (Pitt)
Billy tras una frustrada brillante carrera en el baseball termina siendo el gerente de un equipo: Los Atléticos de Oackland y comenzamos a ver, como tras un poco afortunado final de la liga, esta a punto de perder algunos de sus jugadores valiosos porque su presupuesto para pagar los millonarios sueldos es insuficiente.
En este paso, muchos equipos compran y venden a los jugadores y se arma una verdadera bolsa de valores en las que las sumas ofrecidas llegan de lo sublime a lo ridículo. Además, si he de decir, algunas basadas en apreciaciones como si es o no bien parecido el jugador. Pero esa ERA la realidad y esas eran las cartas bajas que Billy tenía para jugar… hasta que un providencial encuentro con Peter Brand (Hill), un egresado de economía de Yale que estaba trabajando como asistente ejecutivo para seleccionar jugadores en un equipo, le empujaron hacia otros campos y a partir de ahí una interesante e innovadora forma de realizar las contrataciones basada más en estadísticas y en números mas que en percepciones subjetivas, saldría a la luz. Logra formar un equipo ganador con jugadores que estaban descartados y prácticamente fuera de juego. Desde luego que Billy no contaba que para instaurar sus medidas tendría la oposición férrea del entrenador Art Howe (Seymour Hoffman). Pero aún así siguió con su sueño, simplemente porque creía en él. Con todo lo dicho anteriormente se podría pensar en que esta cinta es una más de las dedicadas al llamado “rey de los deportes” con un ingrediente completamente proselitista y romántico. No, en lo absoluto. 
El base ball es el telón de fondo que agrega color y puede incidir sobre las emociones de la audiencia pero, en definitiva no se trata de una cinta sobre Base ball, sí es una película dedicada al tesón de un hombre y a su lucha por no quebrarse cuando sabe que tal vez el sueño que él tiene no sea tan “bueno” ni “efectivo” pero aún así prosigue creyendo en él. Eso es lo importante, eso es la película un relato del valor y los golpes que se reciben cuando se sigue un sueño.
Particularmente no soy un fan de los deportes y mucho menos del base ball… Probablemente muchas personas en el público estarán en la misma situación y tendrán alguna nubecilla de duda sobre el ir a sentarse a ver una cinta beisbolera la buena noticia es, ni lo piensen vean la película. Obvio para los que entiendan lo que está sucediendo en el campo tendrá ese “saborcito diferente” pero en ningún caso demerita no saber ni qué es una base por bola ni un strike… la cinta es emocionante, va envolviendo y captura involucrando los sentimientos. Beane no es solo presentado en una visión unilateral como ejecutivo, sino como padre y amigo, y también como competidor y como alguien que debe tomar decisiones fuertes, rápidas y precisas sin amedrentarse el tipo de personajes que hacen pensar en estatuillas, (Sí, podríamos estar ante un Oscareable) La idea romántica de otras cintas de base ball no es tocada ni por asomo y el que sea un hecho real y aun en la memoria de los fans (aconteció en el 2002 cuando los Atléticos lograron llegar a la impresionante suma de 19 victorias consecutivas) lo mejor es que al igual que la realidad, no hay eternos momentos de dulzura y no siempre se gana… pero la fe por seguir intentándolo persevera.
El guión de “Moneyball” posee la frescura y dinamismo que el anterior trabajo de Aaron Sorkin (Social network) tenía ahora haciendo equipo con Steven Zaillan, quien escribió entre oras All The King's Men y Schindler's List, podríamos decir una combinación ganadora. Simplemente llevaron un campo especializado a la pantalla y capturaron a audiencias que tal vez no supieran ni pío de lo que se estaba tratando en el fondo de la película (sueños de un nerd universitario/redes sociales, o sueños de un cuarentón ejecutivo/compraventa de jugadores profesionales) pero he aquí que este público sí entendió perfectamente el sustento mas importante de la trama: el tratamiento de la experiencia humana.
Ahora bien, hay un hecho indiscutible la presencia de Brad Pitt sostiene toda la película extiende su personaje a todos los campos que se pueda, lo mismo es un padre devoto, que un frío negociante, lo mismo un hombre de lucha que un soñador y es evidente la mancuerna que realiza con Hill (a quién jamás habíamos visto en algo remotamente parecido) Vista desde varios puntos Moneyball es una brillante, dinámica y comprometida cinta que puede tener desde ya el brillo dorado de los ojos de la Academia encima. No te la pierdas.
Director: Bennett Miller
Reparto: Brad Pitt, Jonah Hill, Philip Seymour Hoffman, Robin Wright, Chris Pratt.
País: Estados Unidos
Año: 2011
Género: Drama
Duración: 2 hr. 6 min
Clasificación: Mayores de 13
Fecha de estreno en México: 14 de Octubre
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