miércoles, 2 de noviembre de 2011

LOS NIÑOS DEL CIELO: EL DRAMA POR LA PÉRDIDA DE UNOS ZAPATOS.


Por Julia Elena Melche.

Luego de recoger las viejas zapatillas recién reparadas de su hermanita menor Zahra, el niño de 9 años Alí, proveniente de una familia pobre del sur de Teherán, las pierde en un puesto de verduras. Preocupado por lo sucedido y pensando que sus padres no podrán comprar otros zapatos, decide ocultar el extravío y le propone a Zahra compartir con ella sus tenis para poder asistir a sus respectivas escuelas. De esta manera, ella los usará por la mañana y Alí por la tarde.

En Los niños del cielo, el ex actor, argumentista y brillante cineasta iraní Majid Majidi, confecciona un entrañable y emotivo retrato, al mismo tiempo amargo y doloroso, de la dura cotidianidad infantil en su país. Su cinta se centra en los apuros, contratiempos, sufrimientos y hasta proezas de los chiquillos por coordinarse en el uso del único par de zapatos existentes y en sus esfuerzos para no ser descubiertos por sus padres.

Realizar filmes sobre niños, se ha convertido en una tradición en el cine iraní, probablemente porque la población del país está compuesta mayormente por jóvenes y por el éxito de las películas del legendario Abbas Kiarostami.

A diferencia del cine clásico de occidente acerca de la infancia, en especial del hollywoodense, la cinematografía iraní, una de las más originales y vigorosas del orbe, se inclina por el relato sencillo, a manera de parábola, por la contemplación intimista del melancólico y desencantado universo de los protagonistas y por desenlaces abiertos.

Majidi siempre ha demostrado un gusto por los temas infantiles, En Bakul, su primer largometraje, abordó el maltrato a los niños. En Las manos podrían ver, relata la relación de un pequeño ciego con su padre. Ahora, con un guión propio, se vale de una anécdota mínima para hablar de la pobreza extrema en Irán, haciendo un recorrido por las laberínticas calles y angostos callejones de los pocos barrios típicos que quedan en un Teherán inminentemente modernizado, donde se denotan lo marcados contrastes sociales.

“Esta es la clase de pobreza que me es familiar. Crecí viviendo junto a mis padres y cuatro hermanos en una sola habitación. No teníamos televisor y mi padre, un obrero, se pasaba las noches escuchando su radio portátil de dos frecuencias. Lo único que tuve que hacer para recrear el ambiente de la historia, fue realizar un flashback en mi memoria hacia mi infancia”, comenta el realizador.

En la anécdota se percibe la influencia del neorrealismo italiano de De Sica en Ladrón de bicicletas y del propio Kiarostami en ¿Dónde está la casa de mi amigo?, apreciándose una fuerte carga poética en sus absorbentes imágenes que desconocen el glamur y no se dejan llevar por artificios narrativos.

Entre los múltiples hallazgos del filme se encuentran la espontaneidad, frescura, riqueza expresiva y verosimilitud dramática de los actores no profesionales, destacando de sobremanera el pequeño protagonista Amir Farrokh, quien, animoso y tenaz, se inscribirá luego en una carrera atlética escolar con el fin de ganar un premio que consiste en un par de tenis para regalárselos a su hermana, interpretada por la simpática Bahare Sediq.

Sensible y conmovedora, la cinta fue nominada por su país al Oscar como Mejor Película Extranjera en 1998 y ya se encuentra asequible en dvd.

Dirección: Majid Majidi.

Reparto: Bahare Sediq, Amir Farrokh, Reza Naji y Fereshte Sarabandi.

País: Irán.

Año: 1997.

Género: Drama.

Duración: 87 minutos.

Clasificación: Todo público.

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