Por
Fabián Quezada León
Basada
en la serie de comic de Mark Millar y Dave Gibbons nos relata la historia de una
sociedad secreta centenaria, Los Kingsman, cuyos agentes han luchado en pro del bien durante
años, legando sus conocimientos a los nuevos pupilos. Ahora es el turno de Harry Hart (Firth) de sustituir a uno de sus mejores hombres. Hasta él llega nada más y
nada menos que Eggsy Unwin (Egerton) el hijo de ese agente, transformado ahora en un cuasi
delincuente juvenil. ¿Será que este joven merece estar dentro de la sociedad y
pelear contra Valentine, (L. Jackson) un delincuente multimillonario y fanático ambientalista?
A todos
nos ha quedado claro durante años que los mejores agentes, cinematográficamente
hablando, son los que están “al servicio de su majestad británica”, Bond y otros
nos lo han demostrado a lo largo de los años. Nadie pelea como ellos, nadie es
tan elegante y pulcro, además de flemático; o sea la quintaescencia del agente
secreto debe ser inglés.
Por
ello en esta divertidísima y llena de acción cinta, Colin Firth demuestra que
dentro de todo Mr. Darcy vive un agente secreto capaz de las mejores y más
elegantes secuencias de pelea que hayamos visto desde hace mucho.
Pero
vayamos por partes; sabemos que una cinta de agentes secretos que se precie
debe ser ante todo imparable acción, peleas, autos, armas, chicas hermosas... debe estar llena de lujo; las suntuosas locaciones son tan
importantes como los sofisticados gadgets de espionaje y la elegante y sobria vestimenta de los héroes de
acción.
Ni que decir de las innumerables variedades, clases y estilos de armas secretas que se deben desplegar;
desde la bomba que cabe en un encendedor hasta el paraguas/metralleta/
blindado, (pura delicia!)
Lo mejor de Kingsman es que reúne no solo la elegancia que tenían las viejas películas de Bond, sino que además junta a grandes figuras de la actuación, Caine, Firth, Jackson, que al parecer se divirtieron más de lo que se puede reconocer, al hacer esta historia.
Es un hecho que Vaughn, el director, de quién hemos visto anteriormente cintas como Kick Ass y X Men primera generación, tiene una singular visión para realizar su trabajo; donde la ironía y el humor cruel no son elementos extraños pero que dan un producto con las dosis de acción, violencia y humor que se sazonan con una mala leche formidable
Y parte
de esta imparable diversión es que la película se vale del reconocido humor
inglés para batirse con todo y con
todos, inclusive con ella misma; sabe que es un divertimento y va a por él de
la manera más fresca y descarada. Usa magníficos
diálogos llenos de inglesa ironía y vertiginosos giros en la trama. Para esto
tiene muchas armas y no duda de usarlas para seguir sin cansarse un segundo con el incansable ritmo de
la película. Es evidente que la manera en la que se estructura es un jocoso homenaje al genero de espías pues reúne a un loco ambientalista, el fin del mundo, una iglesia de fanáticos poco tolerantes, la situación social en Inglaterra, las premisas básicas del género en sus secuencias de acción y
desde luego; todos los sofisticados ambientes del jet set donde habitan los ricos y famosos y donde cualquier buen agente debe transitar como en su casa.
Pero
eso no es difícil, ya que estos agentes trabajan para esta sociedad secreta de rancio abolengo, donde
desde luego hay las suficientes reglas para satisfacer la selectiva mentalidad
protocolaria inglesa.
dentro de ese protocolo ya hemos dicho que Harry
Hart también conocido como
Galahad, debe encontrar un reemplazo para un agente que fuera
liquidado en una peligrosa misión en medio oriente.
Desafortunadamente
el proceso de reclutamiento para ser el nuevo Kingsman es todo menos simple y
Harry no tiene un mar enorme de opciones para recurrir, así que renuentemente
debe aceptar a “Eggsy”.
Al
principio de su entrenamiento Eggsy es un poco problemático y sin lugar a dudas
pone en entredicho el buen juicio de su mentor, pero durante su proceso de
selección y las lecciones casi morbosamente peligrosas que va recibiendo, es
cuando comenzamos a ver que la película tiene tela de donde cortar.
Cuando nos
topamos con Valentine el villano que al mismo tiempo es un megalómano que se viste como pimp de un grupo de rap y que además
posee tal cantidad de poder y dinero como para poder aparentar ser el
rescatador de la humanidad de un inminente cataclismo ecológico, tenemos la
ecuación completa (fama, poder, tecnología y delirios de grandeza…) sin contar
con la fiel e incansable sicaria de Valentine: Gazelle (Boutella) una literal máquina de pelea provista de unos tacones singularmente espectaculares por los que Pistorius
hubiera “literalmente” matado.
Firth
demuestra que “el que es buen gallo, donde quiera canta” y en este
reposicionamiento de los hombres maduros como héroes de acción, Mr Darcy no le
teme, ni a los golpes, ni a las escenas con situaciones "extrañas" que si hubieran sido dichas por
cualquier otro hubieran sido una tontería.
Por lo
demás, merece mención la factura de las escenas de acción (en paracaídas, dentro
de un cuarto inundado y las peleas) amén de los delirantes momentos en los que el sensacional plan
maestro de Valentine comienza a ser saboteado (es épico!)
Kingsman
es la perfecta combinación de cinta de espías con fuertes dosis de acción y también, por qué no, con un humor negro exquisito, al más puro estilo
de la hora del té, el “Dios Salve a la Reina” y los paraguas blindados con
metralleta
Director: Matthew Vaughn
Reparto: Colin Firth, Michael Caine, Samuel L. Jackson, Taron Egerton, Mark
Strong, Mark Hamill, Sofia Boutella
País:
Reino Unido
Año:
2015
Duración:
129 min.
Clasificación:
mayores de 15 secuencias de violencia y breves escenas sexuales
Fecha
de estreno en México: 27 de Febrero
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