En 1865 el presidente norteamericano Abraham Lincoln es asesinado en el Teatro Ford en la ciudad de Washington con un solo disparo por John Wilkes Booth (Toby Kebbell). Tras el terrible suceso ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al primer mandatario, al vicepresidente y al Secretario de Estado, entre ellos una mujer llamada Mary Surratt (Robin Wright), la dueña de la pensión donde se reunió el homicida y sus cómplices para planear el magnicidio.
El Secretario de Guerra organiza un tribunal militar para que la mujer sea juzgada y coloca al joven abogado y excombatiente condecorado de la Guerra Civil Frederick Aiken (James McAvoy) como encargado de su defensa. En un inicio, Aiken se rehúsa, pero luego se da cuenta que la acusada puede ser inocente y que la están utilizando como rehén y señuelo para capturar a su hijo John (Johnny Simmons), el único conspirador que logró escapar.
El director y actor Robert Redford retoma un atractivo hecho de la historia estadunidense para exponer los cimientos del sistema de justicia en su país, en el que prevalecen mayormente los interés políticos y sociales que la justicia en sí misma. En realidad, no existen pruebas contundentes para acusar a la viuda Surratt de conspiradora. Todo ha sido circunstancial, pero la sociedad y las autoridades desean que se castigue a los culpables y supuestamente buscan la verdad y hacer justicia, aunque lo que verdaderamente desean es vengar la muerte de su presidente.
Con una impecable ambientación de época, actuaciones contenidas, un acertado ritmo y un guión conciso, la cinta aborda por un lado los detalles de la conspiración, mediante continuos flashbacks, y por otro, expone el drama de la acusada, su dolor ante su próxima ejecución y su desesperanza al saberse abandonada por su hijo, quien no acude para salvarla. A su hija Anna no se le permite visitarla y ni siquiera verla cuando acude a los tribunales para abogar por su madre.
Destaca el duelo de interpretaciones encabezado por un convincente James McAvoy como el abogado que en un principio no cree en la inocencia de su defendida, pero que poco a poco se va comprometiendo con su causa y busca encontrar la verdad para hacer justicia, aún en contra del sistema establecido. Por su parte, Robin Right representa el amor de una madre por su hijo, al que nunca es capaz de delatar. Sin duda su actuación será una de las preferidas en la próxima entrega de los Óscares.
Sin caer en excesos sentimentales, Redford construye un drama bien documentado sobre el deber y la lealtad a través de un retrato que cuestiona las injusticias que hoy en día se siguen cometiendo en el país de la democracia.
Dirección: Robert Redford.
Reparto: James McAvoy, Robin Wright, Evan Rachel Wodd, Kevin Kline y Tom Wilkinson.
País: Estados Unidos.
Año: 2010.
Género: Drama histórico.
Duración: 122 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 30 de diciembre de 2011.
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