sábado, 12 de mayo de 2012

ESPOSAS DESESPERADAS: EL PESO DE UN CRIMEN

The people will hear
En el penúltimo capítulo de la serie las cosas parecen a siglos de resolverse… Bree está con un pie prácticamente en la cárcel, Tom y Lynette entre que regresan o no, Susan enfrenta el embarazo de Julie y un posible cambio de vida y Gaby… bueno sigue tan superficial y fría como siempre… Pero vámonos por partes, la pobre Bree, siguiendo hasta las últimas consecuencias su decisión (la cual ninguno de sus amigos en especial Gaby y Carlos parecenreconocer) ¿Qué les pasa? Ella se está sacrificando por evitar que el verdadero asesino vaya a la cárcel… definitivamente esta mujer está loca.
Y aunque los nervios nunca son buenos compañeros, cuando se espera un juicio por asesinato, muchísimo menos…Bree está confundida y además ha empezado una difícil relación con Tripp esto no tiene una buena cara…Trip ha demostrado varios detalles para con Bree y esto ha dado un matiz a esa relación. Se ha tomado demasiadas “cortesías” para con la señora VanDer Kamp y ha llegado a levanter las sospechas de sus amigas, sí, Susan, Lynette y Gaby se dan perfecto cuenta de que entre Bree y Tripp hay gato encerrado.
Tripp prepara a las amigas para responder en el juicio y que actúen como testigos de descarga para el caso en esa tarea a Gaby se le sale por accidente el nombre de Alejandro… ajá… un fallo que va a producir ciertas consecuencias y del que se excusa diciendo que siempre confunde a todos los mexicanos… pero Tripp guarda la nota. Bree se extraña de que Tripp aparentemente está pasando demasiado tiempo con una rubia exuberante, llamada Linsday, lo que le hace entrar en un desmesurado ataque de celos y de plano echarlo todo a rodar cuando se enfrenta con la rubia en cuestión en pleno juzgado y para comenzar le dice que es una golfa. ¡Ooooops!!! Mal Bree, ¡muy mal!!!. La mujer resulta ser una investigadora que Tripp había contratado para seguir el caso de Bree  
Cuando Linsday aclara la situación y presenta su renuncia Bree se disculpa apenada. La rubia comprende la situación pero le dice a Bree que Tripp es un ojo alegre, siempre termina seduciendo a sus clientas mujeres
Bree tiene una esperanza de que esto no sea lo que está sucediendo en su “relación” con él.
En la casa Scavo las cosas están de cabeza. Julie ya con varios mese de embarazo se siente decepcionada por Porter la cosa es que aunque él está haciendo todo lo posible por trabajar como burro para poder solventar los gastos de su bebé , la verdad es que los trabajitos que tiene, por estar sin estudios suficientes ni nada, son trabajos de baja paga, no importa que el hombre haga doble turno, los ingresos no son suficientes. De esta forma Porter nunca llega a tiempo, si es que llega a las clases de psicoprofiláctico.
Esto hace dudar plenamente a Julie si Porter va a ser un buen padre. Susan la tranquiliza al relatarle lo mucho que Mike creció como persona cuando MJ nació. No debe juzgar hasta que las cosas pasen en una de esas Porter también saca la casta.  Pero hablar de Mike pone muy nostálgica a Susan, todo lo que la rodea en esa casa le recuerda a su marido injustamente asesinado. Para apoyar la situación, Susan decide “intervenir” y tener una charla muy conmovedora con Porter y Julie, aunque el chico está prácticamente matándose cree que nunca llenará las expectativas de Julie. En resultado de esto, Susan ofrece a Julie mudarse con ella para apoyarla cuando nazca la bebé y que ella pueda seguir estudiando su doctorado… esto plantea que Susan dejará el vecindario, dicen que la vida debe continuar.

Mientras, en casa de los Scavo, en definitiva el mal movimiento de Lynette al “empujar” a que el jefe de Tom lo mandara a la India a atender la oficina de allá está produciendo solo malas vibras y decepción, incluida Lynette. Obvio Tom también está deprimido, nunca se ha apartado de sus hijos por tanto tiempo y tan lejos, esto hace recapacitar a Tom sobre la idea de estar separado de su familia y de su mujer… sí, ya lo sabíamos pero… bueno.  
Cuando el jefe de Tom, Gregg, quiere su “recompensa” por lo que considera un favor para Lynette y dado que ya van varias citas en las que salen a cenar, le pide que terminen en la cama… ¡ouch! Eso no podrá ser… Lynette le dice que… bueno… hay alguien más. Como es lógico, Gregg se pone furioso y “le canta el precio” a Lynette diciéndole de mujerzuela para abajo… en plena oficina.
Las cosas llegan al extremo en el que Tom interviene y le parte la cara a su jefe. Su acción pone al descubierto muchas cosas; que ama aún a Lynette y que está despedido.
Ante la noticia del despido, y el escándalo oficinesco, Jane se queda… estupefacta ha aguantado como las buenas todas las intromisiones de la vida familiar de Tom en su relación pero… que Tom golpee a su jefe y pierda su empleo definitivamente es más de lo que puede aguantar… porque la razón de todo es que Tom solo se ha engañado, ama a Lynette y nunca podrá separarse de ella.
Tom trata de explicar toda la situación pero Jane no va a seguir escuchando. Simplemente se va. Tom decide ir a casa para hablar con Lynette pero… ¡oh sorpresa! Justo al llegar, puede ver a través de la ventana como un hombre… le quita el vestido a su esposa… Tom queda boquiabierto.  
No, no es lo que estás pensando… recordemos que Renee está en sus preparativos de boda ¿por qué no? decidió que sus damas de honor usaran unos modelitos… algo incómodos. Y quien está ayudando a Lynette a desvestirse es Lee, o sea, imposible que Lynette tenga algo que ver con él.

Por su parte tras de su pleito épico con Carlos, Gaby pareciera un poco “dopada” con respecto a lo que sucede a su alrededor el juicio de Bree y su posible condena… parecen no importarle lo suficiente (así o más ¿maligna?) mientras que Lynette y Susan están que no pegan el ojo de los nervios. Y ¿qué hace uno cuando no puede dormir en Wisteria Lane?... salir a caminar.  De esta manera las tres amigas se reúnen.
Susan y Lynette apoyan la idea de declarar todo a la policía, pero desde luego, Gaby las presiona para que no lo hagan y todo siga su curso normal… (Maaaaal Gabrielle!!!)  
Claro que  Bree, tampoco puede dormir. Y de repente tocan a su puerta… Bree abre  la puerta a un sonriente Tripp que “andaba por el vecindario” y suponiendo que Bree estaría despierta, llega provisto de bolsa de donas y el DVD de Casablanca dispuesto a pasar un rato con su defendida.
(Hará lo mismo con todas sus clientas?)
 





El juicio de Bree comienza. En la sala del juzgado, la fiscalía pinta una horrenda imagen de Bree, pero  eso será una pálida sombra comparado con lo que el jurado pensará cuando sea exhibida la carta suicida que Bree hizo el día en que Chuck murió… las cosas no podrían ir más mal para la pobre mujer.
Desde luego, en una comunidad tan pequeña como Fairview la noticia del juicio de Bree corre como la pólvora y las voraces  “amas de casa” destrozan a la “perfecta Bree” en el supermercado Gaby alcanza a escuchar los chismes y se pone a defenderla pero sobra decir que sus intentos son vanos.
Gaby, que no se había percatado de la gravedad de la situación toca fondo cuando en su propia casa tiene un incidente con las niñas… hay una injusticia rampante
Susan, Gaby y Lynette testifican a favor de Bree según lo que aprendieron con Tripp pero el testimonio de Bree será crucial. Tripp dice a Bree que sabe que Alejandro era el padrastro de Gaby y le insiste en que la cárcel no es un buen sitio y ella no debe cargar con la culpa, debe decir la verdad, ¿a quién está protegiendo? ¿Qué hacer, decir la verdad y salvarse o traicionar a un amigo?

Gaby se presenta en la corte y de una forma sincera le agradece a Bree todo su sacrificio, ambas se abrazan llorando. Pero una cosa sí es segura, podemos ver que Bree ha tomado una decisión que será definitiva en el siguiente capítulo que será de dos horas en el que la serie finalizará, nos enteraremos.


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