El
exquisito sabor de un gran clásico
Por
Fabián Quezada León
Es el
siglo XIX en Francia, hay un fugitivo que se escabulle en la oscuridad habiendo
caído de la gracia de Dios Jean Valjean (Jackman), sufrirá una condena de persecución
por parte de un ferozmente implacable policía, Javert (Crowe).
En este
camino se cruzan seres inocentes, otros que han sido olvidados y pululan entre
toda clase de miserias. Fantine (Hathaway) , una desdichada mujer y su hija
Cosette (Seyfried) . Los Thénardier (Cohen y Bonham Carter) unos miserables
posaderos que se creen los amos del mundo y solo son unos despiadados truhanes
y finalmente los sueños de varios jóvenes heroicos que desean tener un cambio social y dejar de lado las
miserias humanas.
El
amor, la intolerancia, el heroísmo, la miseria, la generosidad y la obstinación
serán las arenas sobre las que Victor Hugo
tienda esta historia trágica que luego es soberbiamente musicalizada por
de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil
Cuando
se re interpreta un gran clásico, cuando se le saca de donde sea que haya estado
y se tiene la gana de ponerlo a circular de nuevo se deben tener ciertas cosas
en consideración y entonces crear algo que haga que esa versión “nosequenúmero”
sea memorable para que valga la pena ponerla en circulación.
A
veces sin importar el entusiasmo, se corren demasiados riesgos, pero se triunfa, a veces el éxito apenas si sobrepasa las vicisitudes
de la producción y otras, unas que se podrían considerar aparte, sucede algo
como con esta versión de Los Miserables.
Evidentemente
la obra no solamente es conocida en su trama literaria sino, y específicamente
me refiero al publico meta, ha alcanzado otra importante mención en el recuerdo
por su versión musical, que a lo largo de años en Broadway y en varias grandes
capitales del mundo se ha podido disfrutar (con mejores o peores intérpretes
pero siempre con la magnífica partitura y las innumerables canciones “estrella” que la
conforman.
Este
año, le ha tocado ser agraciada con la fama en esta versión dirigida por Hooper. Cierto es que sobre un estupendo guión
no hay falla posible y mas aún cuando se condimenta con un score que ha ganado
reconocimiento y fans por años. Se podría decir que antes de nacer ya era una
obra ganadora .
Hooper
además escoge a grandes figuras de la pantalla para estelarizar; unas con gran
acierto (Hathaway y Jackman) y otras que cumplen como Crowe (quien comparado
vocalmente con otros iconos de las obras musicales del mundo de Broadway y Londres no tiene nada que hacer)
La
historia es apoteótica desde los
primeros acordes y la primera toma en
esos astilleros donde Valjean purga su condena
y va a proseguir en un intenso drama
que compromete los sentimientos más universales a cada minuto que
transcurre la acción.
El
viaje de Valjean desde esa libertad bajo palabra y su consecuente redención básicamente
gracias al incumplimiento de la ley, son
el punto de partida para poder formarse
una nueva identidad, siempre escapando de las fauces hambrientas del implacable
Javert; todo está puesto, el trayecto del
héroe esta marcado bajo las estrellas.
Jackman
toma a Valjean y lo hace más que un simple personaje dramático cantante, lo hace
un hombre atormentado y redimido por un acto que hasta entonces él desconocía,
un acto de benevolencia.
Y ese acto
sella su destino para siempre. Entonces la rueda gira hacia el motivo de vida:
Alcanzar una posición para poder ayudar a otros, en especial al encontrarla a
Fantine y a su pequeña hija.
El héroe salva y ayuda a Cosette cumple su palabra
y la atesora para fortificar su misión en la vida.
Por su parte Hathaway
lleva a Fantine a un viaje de dolorosa miseria y mientras dice que había imaginado
su vida de otra manera y no el infierno en el que está viviendo, por los ojos se le sale todo un caudal de
desamparo que recorre la espina dorsal de los espectadores.
De hecho sin duda Los Miserables es una gran producción de interés universal que le ha hecho
ganar reconocimientos como el BAFTA, El
SAG El Golden Globe y demás (y ese casi
seguro algunas de las ocho nominaciones al Oscar de la Academia: Mejor diseño
de Vestuario, Mejor Maquillaje y
peinado, Mejor canción escrita para la película, Mejor diseño de producción. Mejor mezcla de sonido,
Mejor Película, Mejor actor protagónico (Jackman) y Mejor actriz de reparto (Hathaway)
Pero
lo más apasionante de los Miserables es que todos los personajes tienen un
balance y poseen su "canción estrella", todos se lucen, todos aportan a este dramático
entramado donde el mismo sonido y la ambientación son otro personaje más.
Hooper
respeta muchos trazos de la conceptualización teatral de la obra y eso da un
sentido mucho más profundo de referencia y por qué no decirlo de afecto, a
quien se conoce la versión teatral.
Definitivamente
Hooper trabajó para los fans y se nota en detalles como el dar a los personajes
la vivencia de cantar en vivo (como en el teatro) de esta manera, los números
musicales se grabaron en directo llevando toda la carga de la emotividad de la
acción dramática del momento y dejando de lado las perfecciones del estudio con
varias tomas para editar.
Lo
más interesante es como navegando una obra clásica y magistral se puede
llevarla a una visión diferente e interesante, cómo Hooper acerca a sus actores
a su personaje y a su personaje (por medio de extremos close up) a los
sentimientos de la audiencia y de qué forma a lo largo del tiempo de la cinta
los va comprometiendo uno con el otro para imprimir el golpe dramático en
ambos.
La
revisión de un clásico siempre es apasionante, no te pierdas esta oportunidad y
ve a sumergirte en esta apasionante explosión de sensaciones desde la primera
escena.
Director: Tom Hooper
Reparto: Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Amanda Seyfried,
Sacha Baron Cohen, Helena Bonham Carter, Eddie
Redmayne, Samantha Barks
Año: 2012
País:
Inglaterra
Género:
Drama, Musical
Duración:
2 hr. 38 min.
Clasificación:
Mayores de 13
Estreno
en México 14 de Febrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario