Todo
ha sido agitación en los últimos meses porque los estudiantes de quinto año se prepararon
para presentar su examen, pues ahora el momento de la verdad ha llegado y
evidentemente los maestros que los han guiado durante todo este tiempo los
consideran sus polluelos y con más o menos disimulo a su orgullo contemplan
como “han crecido los muchachos”. La despedida de los estudiantes está llena de
momentos memorables en los que hasta un preocupado Mark da a Jackson un
“dinerito para alguna emergencia” No hay más que tomar el transporte que los
llevará a San Francisco para su gran día. Todos abordan menos Alex… ¿Por qué se
tarda tanto? … Es que está demasiado ocupado con el bebé de Morgan, hasta que Arizona prácticamente lo echa del
lugar.
April
se topa con Kevin, un compañero que también va al examen en el aeropuerto, sin
darse cuenta en medio de la plática le revela que los altos mandos ya le
ofrecieron un empleo… ¡ooops! ahí es cuando April debería aprender a quedarse
calladita, Kevin estaba aspirando a ese mismo empleo, por supuesto odia a la
parlanchina chica.
Meredith
tampoco está en un lecho de rosas… Zola la ha contagiado de gripe intestinal,
así que parece que Meredith puede imitar bastante bien el efecto de una fuente…
de vomito.
En
lo que respecta a Jackson, además de todo, debe lidiar con el hecho de que Catherine
su aprensiva madre (¿por qué no?) reservó cuarto en el mismo hotel en el que se
quedan. Lo único bueno es que trajo consigo su lápiz de la suerte para ayudar a
su bebé a pasar los exámenes… el pequeño detalle es que los exámenes son…
orales.
Pero
volvamos a Kevin, el chico al que la indiscreción de April sumió en la depre.
Bueno,
el pobre tipo tiene la feliz ocurrencia de localizar a April en la barra del
bar y lanzarse a hacerle reclamaciones… A lo mejor April no estaba de humor, o
quién sabe, lo que sigue es que ella le da tremendo golpe en la nariz y va a
surtirlo a golpes si no es por la oportuna intervención de Richard, que calma a
su pequeña revoltosa de bar.
Pero
April tiene mucha cuerda metida y pues… como lo que trae adentro debe salir de
alguna forma… y Jackson se cruza en su camino, termina besándolo
apasionadamente y arrastrándolo hasta su cuarto… April ¡Chica mala!
Parece
que aparte del título, va a conseguir un nuevo status abandonando la
virginidad. Pero oye, lo que pasa en San Francisco… se queda en San Francisco…
Al
menos que en las bebidas estén dando “sustancias ilegales” la verdad es que la
pasión flota en el aire. Richard y Catherine, que han mantenido una batalla de
“provocación” están a punto de pasar a
la siguiente base. Y Richard deja “caer” accidentalmente en la conversación de
la comida, el nuevo status de Adele con respecto a él… bueno, esto suena lo
suficientemente claro para que Catherine entienda la propuesta, así que pasan
al cuarto de ella y aunque Richard duda un pelín antes de entrar, la verdad es
que la tensión sexual entre estos dos ya no puede contenerse.
El
mal detalle es que un inocente Jackson
irrumpe en el peor momento y atrapa a su mami y a Richard en una situación… muy
comprometida.
Alex
está demasiado inquieto por el bebé de Morgan y se regresa a Seattle. Desafortunadamente
el bebé está en las últimas. Alex le dice a Morgan que se hizo todo lo posible,
ella hizo todo lo posible… ahora debe
prepararse para decirle adiós a su hijito. Sí, ella lo sabe también y se
desmorona en los brazos de Alex.
Él
la acompaña en el momento en el que el bebé es desconectado de las máquinas. Ese
terrible momento es el único en el que Morgan puede realmente cargar y abrazar
a su hijo. Un hola y un adiós al mismo tiempo.
Cristina
cuida a Meredith de su infección estomacal y finalmente pueden pláticar, al fin
Cristina le confiesa a Meredith que Owen la engañó. Aunque Meredith ya lo sabía
finge ignorancia la perfección. Solo que lo que piense o sienta Meredith no es
lo que cuenta, sino la pregunta de si Cristina podrá algún día perdonar a su
marido
Mientras
se saben los resultados, vuelve a surgir la duda de cuáles serán los destinos
de estos estudiantes y si al irse a su siguiente fase de estudios en diferentes
partes del país volverán a verse.
Owen
y Teddy deben ponerse de acuerdo en cómo tratar a un joven paciente que
estrelló su auto contra un poste de teléfono. Callie quiere que Bailey los
reúna y que hagan las paces por el bien de todos en el hospital… Sí, bueno… eso no será miel sobre hojuelas;
pero eventualmente Bailey logra que Teddy la escuche y que recapacite en que
realmente Owen no tuvo la culpa de lo que le pasó a su esposo. Lo único que
hizo Owen fue encarnar a un culpable para que ella tuviera a quién echarle la
culpa. Después de esto, Teddy le dice a Owen que Cristina le envió un mensaje
de texto justo antes de entrar a su examen; esto es un buen detalle de su parte
que deja fuera de base a Owen
Las
cosas se están poniendo muy extrañas entre Mark y Lexie. Aunque la que lleva la
peor parte es ella, pues ha descubierto que sigue enamorada de Mark pero Mark
cree que solo son “buenos amigos” y realmente no le molesta esa posición.
Su
actitud es tan “desapegada” que hasta le pregunta por qué acabó su relación con
Jackson, pues para él hacían muy buena pareja. Inclusive llega al grado de
aconsejarle que no dude y vaya tras Jackson si aún lo ama, lo que Mark no puede
ver es que ella no está enamorada precisamente de Jackson.
La
mañana de los exámenes llega al fin. Meredith vomita una última vez antes de
entrar al cuarto de entrevistas acompañada de Cristina a su lado. Jackson se
sienta en un costado de April y ella no
puede dejar de imaginar si su momento de “intimidad” va a afectar las cosas. En
el transcurso del examen uno de los entrevistadores accidentalmente rompe el
lápiz de la suerte de Jackson. Aunque no por ello va a dejar de saber lo que
sabe. El que va a sufrir la gota gorda es Alex ¿será que logra pasar la prueba?
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