Justice
Como
sabemos, Jack desesperado y en búsqueda de respuestas se va a Canadá en busca
de Amanda. Pero digamos que anda digámoslo así “extraviado”; la razón es que
Nolan le ha dado un poco de pistas falsas sobre el paradero de la escurridiza muchacha.
El único motivo para esto es hacerlo que se aleja lo más posible de las
maldades que se fraguan contra él en la mansión Grayson. Por un momento Emily y
Nolan pueden respirar con tranquilidad, pero esto no va a durar mucho; Jack
decide que debe regresar a casa pues está preocupado por su hermano y digamos
que tiene motivos, ya que Declan está citado para declarar como testigo en el
juicio de Daniel. Ya han pasado 15 días y las cosas se ven muy difíciles para
la defensa.
Pero
desde luego que en todo este tiempo Emily no se ha quedado de brazos cruzados en
su batalla contra los Grayson. Por lo pronto, deja con la boca abierta a Nolan
al descubrirle que ha colocado un micrófono en la residencia de los Grayson. De
esta manera, la pobre Victoria sin saberlo ha perdido toda intimidad en sus
conversaciones y en una de ellas, la escuchan hacer planes con Lee para
intimidar a uno de los jurados. (¡Mala, Victoria, mala!). Así mismo, Victoria
se ha garantizado el “testimonio a favor” de Charlotte, que por su lado sigue
con su manía por las pastillas.
Como
recurso bajo la manga, Charlotte promete a Declan que podrían retomar su
romance siempre y cuando Declan diga la verdad sobre el encapuchado que vieron
en la playa en la noche del asesinato… Ajá... Declan no va a decir ni media
palabra de eso. Y ya que tocamos el punto de las capuchas… Recordemos que Jack
ha guardado la prenda manchada con sangre, solo por si acaso la llegara a
necesitar, si es que la defensa acusara a Amanda del asesinato de Tyler.
Bueno,
Jack ha regresado a casa y desde luego, hace una vista de cortesía a Emily; sin
percatarse de que desde la mansión Grayson Daniel los está observando y se pone
frenético de pensar qué rayos estará buscando Jack en casa de Emily y esto,
realmente lo pone muy, pero muy mal.
Emily,
ha pedido a Nolan que convenza a Declan de hacer hasta lo imposible para que
los Grayson no vayan tras la pista de Jack, es por ello que Declan debe cometer
un crimen… estando bajo juramento miente sobre el misterioso encapuchado de la
playa… Si Charlotte tiene otra versión , pues debe ser efecto de las drogas que
había tomado ese día.
Emily
le pide a Nolan que distraiga a Jack y lo saque del bar en lo que ella entra y
se roba la sudadera ensangrentada. Emily definitivamente está tentando a la
suerte, pero no se va a detener con tal
de hacer lo que sea para mantener a Jack a salvo. Sin embargo; hay un elemento
sorpresa en todo esto, Daniel. El heredero Grayson ha comenzado a tener
“segundos pensamientos” y dudas sobre su prometida y lo peor que le puede
suceder es que su único consuelo para ello es una botella (Ouch!) Para colmo
Emily no responde sus llamadas de teléfono. Las cosas se suceden una a una y
ninguna está ayudándolo… su furia y los grados de alcohol en su sangre crecen
paulatinamente hasta el grado de hacerle que viole los límites de su arresto
domiciliario y vaya a esperar a Emily a su casa en búsqueda de una explicación,
y más le vale a su novia tenerla, porque realmente está muy molesto… Cuando
Emily llega a su casa, tiene dos sorpresas terribles, ver a Daniel que violó su
arresto y además convertido en pantera. Furioso le reclama; no puede llegar a
mayores porque la policía le cae encima y sin más lo regresan a la cárcel… esto
no le va a gustar para nada a Victoria: y va a encontrar una culpable directa;
Emily.
Y
como cuando las cosas pueden salir mal, salen… peor… el ex de Charlotte, Adam,
regresa a escena solo para servir de proveedor de más pastillitas para la chica,
que ahora las consume con singular alegría. Tanto que está a dos milímetros de
quedar fuera de control. Desde luego, el estado alucinado De Charlotte da el
campo abierto a Adam para aprovecharse e irse a la cama con ella. Digamos, que
no pierde el tiempo.
Otra
que anda en esas actividades del amor es la reina de los Hamptons, una vez
reencontrado Dominik el gusto del reencuentro lo prolongan por, digamos, varias
sesiones. Y es en ese estado de ilusión; que Victoria recuerda cómo fue que se
enamoró de David Clarke mientras estaba casada con Conrad.
Y
ya que el nombre viene a la conversación, Conrad que no tiene un pelo de tonto,
desde luego ha descubierto el affaire de su ya próxima “ex”, de tal forma que
sin cortapisas va con Dominik y le hace saber que tiene información que
involucra el pasado de Victoria y de Dominik y un fraude. Para su desgracia sí,
es un pasado… digamos que un poco sórdido. En otras palabras amablemente lo “invita”
a desaparecer del mapa.
Cuando
Jack se da cuenta de que la sudadera de la capucha con sangre ha desaparecido
de donde la tenía, le entra el pánico. Pero este no va a durarle demasiado ya
que la policía encuentra el objeto en una parte… un tanto inusual…. El asiento
delantero del auto de Lee. (No tenemos ni idea de cómo fue a parar ahí
¿verdad?)
De
esta manera el esbirro de Victoria es enviado a Rikers la misma prisión donde
Daniel está. Es así como, Lee se da cuenta de que ha sido fichado por sospecha
de homicidio. Pero como buen malviviente, no se va a quedar a esperar su
suerte, hace una llamada a Victoria para amenazarla, si se hunde, los Grayson
se hundirán con él. Conrad tranquiliza a su mujer asegurándole que él
personalmente se encargará de arreglar este lío, de la misma eficiente manera
que arregló el asunto de Dominik. Es un duro golpe para Victoria llegar y
comprobar que en efecto, lo único que queda de su amante es el cuadro inacabado
que algún día le hiciera.
Daniel
le escribe una carta a Emily pidiéndole disculpas y le asegura que ha decidido
poner fin a todo este lío en el que ha metido a todos. Acto seguido vemos como,
dentro de una celda, unos pies se balancean en el aire… evidentemente alguien
se ahorcó.
No,
no se trata de Daniel… Es… Lee. Una nota suicida es encontrada cercana al
cuerpo en la que se reconoce el asesinato de Tyler. Por lo que… tal parece que
Daniel podría librarse de ser condenado del cargo…
Emily
le pone una grabación a Nolan en la que se escucha a Conrad que habla con
alguien, alguien a quién no conocemos, en la que se dice que se debe realizar
de nuevo un “trabajito” al estilo de lo que se hizo con David Clarke, el
destinatario del plan será un interno llamado… Lee. Como un rayo, la noticia
golpea a Emily, todo se vuelve definitivamente claro… Lee no se suicidó y… su
padre tampoco murió como producto de una riña eventual… Ahora Emily está
segura. Los Grayson asesinaron a su padre
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