Con sólo 6 largometrajes en sus 16 años de carrera, el
realizador turco Nuri Belge Ceylan ha conseguido una presencia destacada en los
festivales de Cannes y de Berlín. La razón reposa en su depurado e intenso cine
intimista, de una fuerza visual notable y en el que se percibe la gran
influencia de cineastas como Tarkovsky, Angelopoulos, Ozu y particularmente del
iraní Kiarostami.
En su reciente filme, Había una vez en Anatolia,
se aleja del drama oscuro y sin tregua de Tres monos: no veo, no oigo, no hablo
(08), para acercarse más a la radiografía del quehacer cotidiano de los
pobladores rurales de su obra maestra Nubes de mayo (99).
El pretexto anecdótico es una investigación policíaca que
tiene como arranque una atractiva propuesta de road-movie. Una noche, un grupo de hombres recorren en varios autos
las polvorientas y sinuosas carreteras montañosas de la estepa de Anatolia, en
la región asiática de Turquía, en busca de un cadáver enterrado. Un médico
forense, un fiscal de distrito, un jefe de la policía, funcionarios,
sepultureros, el homicida y su hermano, se detienen una y otra vez sin dar con
el occiso, ya que el asesino no recuerda dónde lo enterró porque había bebido y
su hermano estaba dormido. Sólo saben fue enterrado junto a una fuente y un
árbol redondo.
A partir de esta sencilla premisa, el director va
construyendo una suerte de cine negro con base en el suspenso de la búsqueda y
de saber si se encontrará o no el cadáver, al que incorpora un sugerente
retrato costumbrista de la provincia turca, mediante la interacción de los
personajes. En un principio sus conversaciones resultan intrascendentes; hablan
del yogurt descremado, de la leche pasteurizada, pero a medida que avanza el
relato se revelan sus estados de ánimo, se conocen sus secretos y se calibran
sus temperamentos. Al mismo tiempo, Belge Ceylan hace un repaso de la
masculinidad turca, reflejada en las miradas y expresiones de los hombres más
que e sus acciones. La formulación de un deseo casi adolescente, la
contemplación de unas fotos familiares o la admiración colectiva de la belleza
virginal de una jovencita, son apuntes reveladores.
En la geografía y el tiempo del relato está el cine de
Kiarostami (A través de los olivos). Largos planos abiertos se detienen en el
entorno natural, donde los sonidos del viento o de la lluvia se imponen como
presencias centrales. En un plano general se vislumbran las luces de los autos
que se aproximan a gran velocidad entre las colinas. Una manzana cae de un
árbol y rueda por una pendiente hasta llegar a un río y quedar atrapada entre
las piedras junto con otros frutos. Se trata de secuencias magistrales y de un
sutil realismo lírico, ejecutadas por la rica mirada del cineasta.
Con chispeantes momentos humorísticos que refrescan la
historia, Había una vez en Anatolia habla de los detalles fundamentales
de la vida a través de los silencios y emociones de sus personajes. La cinta
recibió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2011 y fue
seleccionada para representar a Turquía en la entrega del premio Óscar 2012, en
la categoría de Mejor Película Extranjera.
El
filme se exhibe en Cineteca Nacional y en Lumiere Reforma.
EL
DIRECTOR.
Considerado el cineasta turco más importante de la
actualidad, Nuri Belge Ceylán estudió fotografía y se inició en el cine en 1995
con el cortometraje Capullo, fotografiado en blanco y negro por él mismo y que le
abrió las puertas del Festival de Cannes. El reconocimiento mundial llegó con
su segunda cinta, Nubes de mayo, nominada a la Palma de Oro en el Festival de
Berlín 99. En sus filmes, de bajo presupuesto, trabaja con actores no
profesionales, algunos, amigos y familiares. Ahora se inspiró en hechos reales.
Uno de sus co-guionistas es médico y tuvo que trabajar dos años en el pueblo
donde se desarrolla la trama para obtener su licencia. Tuvo la experiencia de
pasar una noche buscando un cadáver, pero no se acordaba las razones del crimen
ni el lugar exacto donde lo enterraron, solamente ubicaba las atmósferas. A
partir de esta anécdota se escribió el guión con algunas citas de los cuentos
del ruso Antón Chejov.
Para mayor información de los horarios consultar la
página: www.cinetecanacional.net
Dirección: Nuri Bilge Ceylan.
País: Turquía-Bosnia.
Año: 2011.
Reparto: Muhammet Uzuner (doctor Cemal), Yılmaz Erdoğan
(comisario Naci), Taner Birsel (abogado Nusret) y Fırat Tanış (Kenan).
Duración: 150 minutos.
Género: Drama policíaco.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: Febrero 2013
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